Capítulo 156

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CAPÍTULO 156

*narra Martina*

Mauro: Manu, tío, cambia ya la cara.

Manuel: No me apetece.

Mauro: Y lávate ya la mano, guarro.

Manuel: Es lo único que me queda de Ana.

Martina: Puajjjj.

Estamos en la sala común, Manuel está tumbado, medio zombie, con la tele encendida pero sin hacerle caso. Ha sido arrancar el coche que se llevaba a Ana y se ha ido directo al sofá, ni siquiera se ha lavado la mano de sus respectivas babas. Yo quiero mucho a Mauro, pero nunca dejaría que me hiciese eso.

Mauro me mira divertido y me susurra algo que hacer para que Manuel despierte de su letargo. Me parece bien. Nos acercamos sigilosamente y Mauro lo coge del pecho y yo de los pies y lo levantamos del sofá.

Manuel: Oh, qué bien, tengo transporte gratis. ¿Me lleváis a la cocina? Así me hincho a comer para olvidarme de mi tristeza.

Mauro: Te vamos a llevar a un sitio mucho mejor.

Lo carreteamos a la piscina y él se da cuenta demasiado tarde de lo que vamos a hacer, porque ya lo hemos tirado dentro. Chof.

Manuel: ¡HIJOS DE SNOW!

Mauro y yo empezamos a reír. Manuel nada hasta las escaleras.

Mauro: He quedado con Guillermo en la cocina para hacer una paella, ¡me voy antes de que me alcance la bestia!

Martina: Oye, ¡no me dejes sola! ¡Me va a matar!

Lo odio. Lo odio por dejarme a solas con Manuel. Me odio a mí misma por sentir lo que siento hacia Manuel. Manuel se acerca a mí y me abraza, mojándome entera. Yo tirito, y no es por el frío.

Manuel: ¡Te vas a enterar! - Me coge en brazos y nos caemos los dos a la piscina. Empieza a ahogarme y yo se la devuelvo. Estoy tentada a besarlo en ciertos momentos, pero no quiero hacerle eso a Mauro. Ni a Ana. Pero joder, no sabéis lo fuerte que late mi corazón cuando su piel roza la mía, cuando me dirige cualquier palabra. No sabéis lo feliz que me siento a su lado. No sabéis que cuando estoy besando a Mauro solo deseo que el que me bese sea Manuel. Esto tiene que acabar. Tengo que romper con Mauro antes de que pase nada. Quiero que Manuel sea mío, pero esta vez voy a hacer las cosas bien. Que ahora no esté aquí Ana lo facilita mucho todo...

Martina: Siento lo de Ana... - lo consuelo, cuando ya hemos salido de la piscina y compartimos toalla.

Manuel: Gracias, Martina.

Martina: Echo de menos nuestra amistad...

Manuel: Y yo... Siento haber pasado tanto de ti, estaba muy pendiente de Ana, ya sabes.

Martina: No te preocupes, sé que no es lo mismo, pero ahora me tienes a mí.

Él me sonríe, yo le doy un beso en la mejilla y le acaricio el pelo hasta que llega la hora de ir a comer. 

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora