Capítulo 187

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CAPÍTULO 187

*narra Manuel*

Manuel: ¿Marta Álvarez llorando?

Marta: ¿Manuel Esteve en los columpios? Qué sorpresa.

Manuel: Eso tendría que decirlo yo, ¿qué haces en MIS columpios? - ella salta rápidamente del columpio y se acerca a mí, ha intentado disimular las lágrimas, pero le han dejado rastro en sus bonitos ojos azules.

Marta: Te he jodido bien, ¿no? - se apena, refiriéndose a lo de Ana. Ya se habrá enterado.

Manuel: Bueno, no es todo tu culpa, yo acepté sin miramientos.

Marta: ¿Crees que soy mala persona?

Manuel: Creo que tienes demasiado dolor guardado y no lo canalizas de la mejor manera. - eso provoca que sus ojos se aneguen de lágrimas. - Escúchame, Marta. No tienes por qué guardártelo todo dentro. Confía en alguien.

Marta: Confié en Marcos, pero él no ha sido lo suficientemente valiente para quedarse a mi lado.

Manuel: O quizás es que realmente no se ha dado cuenta de por qué eres así y de todo el apoyo que necesitas.

Marta: ¿Tú crees que se dará cuenta? ¿Por qué crees tanto en lo nuestro que hasta te juegas tu relación con Ana?

Manuel: Porque sé que quieres a Marcos. Y que él te quiere a ti. Pero al pobre no se lo estáis poniendo nada fácil, necesita tiempo y espacio. Deja en paz a Aina.

*narra Marta*

Marta: ¿A estas alturas ya?

Manuel: Más vale tarde que nunca. ¿Tú crees que Aina se va a quedar de brazos cruzados después de lo que le has hecho? - niego con la cabeza - Pues después de lo que te haga, no se la devuelvas. Tú pones el punto y final a la guerra. Marcos valorará eso.

Marta: Y pensar que cuando te conocí creía que eras un cutre cocinillas, con ese pelo que me llevas. - él me mira entre interrogante y ofendido - Que nunca pensé que llegaría a cogerte tanto cariño. Pero cámbiate el corte de pelo JAJAJA.

Manuel: Inútil JAJAJA.

Marta: Anda, dame un abrazo. - me sumerjo entre sus brazos. Es reconfortante.

*narra Martina*

Martina: ¿Qué ha pasado con Lucas? ¡Cuéntamelo ya, tía!

Rocío: Uf... - se pone roja - creo que me quiere, pero el muy cobarde no se atreve a decírmelo. No sé qué hacer para que se dé cuenta de que no soy un monstruo, de que no voy a hacerle daño...

Martina: Pues... - no puedo continuar porque Mauro pasa por delante de nosotras. Una punzada de dolor ataca a mi corazón. - Hola, Mauro.

Mauro: Hola. - dice, bajando la vista. No quiero llevarme mal con él.

Martina: ¿Qué tal estás?

Mauro: ¿Tienes ganas de meterte conmigo? Menuda pregunta, sabes perfectamente cómo estoy.

Martina: Va, Mauro, no quiero estar mal contigo.

Mauro: A mí me gustaría no estarlo, ¿pero sabes qué pasa? Que no puedo, te quiero demasiado todavía. Pero tranquila, se me pasará. Ah y te alegrará saber que Ana y Manuel acaban de discutir. Corre, a ver si pillas algo.

Martina: Pensaba que lo habías arreglado con Manuel...

Mauro: Lo he hecho. Yo solo quiero que seas feliz y si quieres serlo con Manuel, adelante. - dice, irónicamente - Aunque lo vas a tener difícil.

Sigue su camino y yo lo observo, alejándose, dolida por sus palabras.

Rocío: ¿A qué esperas? ¡Ve a por Manuel!

Martina: ¡Loca! ¡Me ha dejado clarísimo que no quiere nada conmigo!

Rocío: Los momentos de debilidad siempre se tienen que aprovechar...

Martina: Está bien.

Voy al lugar donde creo que Manuel estará siempre que necesita pensar: a los columpios. Pero grande es mi sorpresa cuando me encuentro a Manuel abrazado con Marta en los columpios. ¿Tengo más competencia?

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora