Detrás del delantal

Capítulo 33

*narra Aina*

Aina: Estoy sin palabras... Me has pillado desprevenida. Todo esto es alucinante.

Mendicuti: Es alucinante desde que tú has entrado por la puerta.

Mierda. Demasiado romanticismo para mi cuerpo. Desde que Mario se ha ido, he cambiado el chip en lo que se refiere a los chicos... Y esto ahora no me viene bien, lo siento. Estoy siendo muy cruel, pero es que además nunca había pensado en Marcos como algo más que un amigo.

Aina: Gracias... por todo. Tiene muy buena pinta.

Mendicuti: Te mereces eso y mucho más. Solo pienso en ti, pienso siempre en ti... No podía retenerlo más, necesitaba que lo supieras.

Me escruta con su mirada, la mirada más dulce que he visto en toda mi vida. Coge mi mano, que está encima de la mesa, y eso hace que reaccione de mi ensimismamiento. Y no de la mejor manera...

Aina: No estoy preparada para esto.

Suelto su mano y me levanto de la silla.

Aina: Eres maravilloso, Marcos. Pero te has topado con la chica equivocada, solo voy a hacerte daño... Olvídate de mí.

Me voy antes de darle oportunidad a contestar, porque sé que me acabo de comportar como la peor persona del universo y que he sido una desagradecida. Uno de mis grandes defectos es salir huyendo cuando no soy capaz de afrontar las situaciones, en vez de luchar contra ellas.

*narra Mendicuti*

Yo sí que no estaba preparado para esto. Ni siquiera se ha molestado en responder a mis miradas.

Le envío un whatsapp a Ana: <<La cosa ha ido fatal... Invita a Manuel, no quiero que se desaproveche todo lo que he organizado. Todavía está la cena, ni siquiera hemos comido. Se ha largado antes de que nos hubiera dado tiempo a hacer algo.>>