Detrás del delantal

Capítulo 63

CAPÍTULO 63

*narra Manuel*

Voy en busca de Ana para aclarar lo qué paso anoche. Esta mañana me ha negado el saludo, no puedo creer que se esté comportando así. Y lo más raro es que no esté en los columpios. Finalmente, la encuentro en la cocina peleándose con una cebolla.

Manuel: ¿Quieres que te ayude a cortarla? - se gira en busca del lugar de donde ha salido mi voz.

Ana: No hace falta, pregúntale a Martina, que seguro que ella quiere que la ayudes.

Manuel: Ya basta, ¿no?

Ana: PUES NO. NO ME DA LA GANA DE FINGIR QUE NO ME MOLESTÓ.

Manuel: ¿Y QUÉ QUERÍAS QUE HICIERA? ¿QUE LE PEGARA UNA PATADA EN EL CULO Y LE DIJERA QUE SE HUBIERA IDO POR DÓNDE HABÍA VENIDO?

Ana: PUES NO HUBIERA SIDO UNA MALA IDEA. ANTES ESO QUE PREFERIR QUEDARTE CON ELLA.

Manuel: ¿ACASO NO LO ENTIENDES? ¿ACASO PIENSAS QUE YO QUERÍA QUE NOS INTERRUMPIERAN EN ESE MOMENTO TAN MÁGICO? ¿ACASO NO TE HAS DADO CUENTA DE TODO LO QUE SIENTO POR TI? ¡¡AYER ESTUVE A PUNTO DE BESARTE!! DE HECHO LO HUBIESE HECHO SI NO HUBIERA APARECIDO MARTINA. Y tú ahora solo haces que comportarte como una idiota...

El monstruo que habita en mi interior desde ya hace tiempo, ha salido al exterior en todo su esplendor, explotando al cien por ciento todo lo bueno y todo lo malo, atreviéndome a ser valiente por una vez, confesando todo lo que llevo guardado, pero ha sido un monstruo verdaderamente iracundo, no quería que fuesen así las cosas, pero así es como finalmente han surgido. No he podido controlar al monstruo, se ha apoderado de mí.

Mi chica de ojos marrones está atónita por culpa de mi reacción, yo también lo estaría, no es muy habitual verme de esta manera...

Ana: Manuel, yo...

Manuel: Déjalo, ya no me apetece estar contigo.

Me voy, me alejo, corriendo, con los ojos llenos de lágrimas que me empapan toda la cara, buscando algún sitio donde nadie me encuentre. Algún sitio donde pensar en las consecuencias que pueden acarrear mis actos más recientes...