Hale Knight

ONCE'

Steve Rogers era comúnmente conocido como el Capitán América, un hombre de libertad, de solidaridad, y compañerismo. Representaba la tierra de los libres, pero más allá de solo ser un icono, o una imagen, era un hombre y como tal se preocupaba por las personas que lo rodeaban, las conociera o no.

No podía negarse a si mismo que la chica de cabellos rubios le causaba curiosidad, y se comprometía a ser un enigma para él, pero estaba dispuesto a saber las razones de porque tanto misterio envolvía a esa chica.

La miraba con impaciencia escondida bajos sus ojos azules a la chica que parecía tan indefensa e inocente, y trataba de entender porque sentía una familiaridad tan extraña como compleja, no era como cuando te reencuentras con un amigo del pasado, o cuando crees que has encontrado a tu alma gemela, esto era diferente, era como si una fuerza mas allá de lo que se pueda explicar por fin regresara a él.

La miró con atención y se dio cuenta que la chica estaba despertando. Acercó su mano a su rostro y le quito un mechón que le cubría la mitad de la cara, ella comenzó a mover los ojos y de pronto se abrieron, junto con un rugido espantoso y brutal escapo de la garganta de Hale que poco a poco de convirtió en una palabra de negación más clara. Capitán América se encontraba en la habitación solo con el propósito de estudiarla y comprenderla, pero este acto que parecía inconsciente por parte de la chica lo tomó por sorpresa. La mano de la chica se elevó, golpeando en el pecho de Steve arrojándolo contra la pared. Hale se levantó de la cama de un salto y en un momento ella se encontraba sujetando al gran hombre rubio por la garganta contra la superficie detrás de él, mientras la chica lo miraba con furia.

La cara le ardía, y le dolía la garganta pero esos eran daños colaterales y aunque Hale amenazaba con matarlo en ese mismo instante, él no le tenia miedo. La muchacha comenzó a aflojar su agarre contra el musculoso y sus ojos dejaron el enojo de lado para llenarse de temor al darse cuenta de lo que estaba haciendo.

—Lo lamento tanto— su voz temblaba con miedo y temor. Miró sus manos sobre la piel blanca del hombre y las acercó a ella, le temblaban. Acuno sus manos blancas y delgadas, mientras retrocedía varios pasos alejándose de Steve lo más que pudiera, pero su huida fue interrumpida por la cama que la hizo tropezar y caer al suelo.

Fue ahí donde las lagrimas salieron de ella como torrente liberando sus emociones profundamente encerradas, confinadas a sus huesos, condenadas a jamás salir hasta ese momento en que todo su cuerpo se estremecía. Dio rienda suelta a todo aquello que siempre ha torturado su mente y corazón desde que tiene memoria. Se envolvió con sus brazos, como si eso pudiera evitar que toda ella se desmoronara enfrente de un hombre a quien no conocía, y que hacia momentos casi mata.

Él se acerco a ella sintiendo un instinto protector, puso su mano en el hombro de la chica y Hale reaccionó a eso levantando la cabeza encontrando los ojos azules del Capitán América.

—Tranquila— dijo él tratando de ayudar a levantarla del suelo sosteniéndola por los brazos pero ella no se dejo y se quedo en el suelo.

—Por favor no.— Steve la miró sintiendo como algo dentro de él se rompía el verla de esa manera.

—Calma. ¿Qué fue todo eso?

Ella guardó silencio metiendo su cabeza entre sus piernas tratando de esconderse de él. No le quería contestar, pero ella podía sentir la inquietud y ansiedad que el silencio de ella causaba en Steve y a duras penas elevó su voz de un suspiro a un susurro.

—Son pesadillas. De mis peores. Como las que tuve la primera vez que asesine a una persona.— dijo sin levantar la mirada.

Ahora ella se sentía mal. ¿Cómo es qué ella, una asesina corrompida podía estar hablándole a él, un hombre recto en todos los sentidos sobre ese tipo de cosas?