TRECE'

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Ya habiendo llegado a su piso, se dirigió a su cuarto para dejar la mochila que según Capitán América, Nick Fury había mandado esa mañana. Ella no entendía mucho esa acción, pero comprendía el mensaje que venía junto con ello: hay que ponerse cómodo, porque será una estadía larga. No se detuvo a revisar si todas sus cosas estaban allí, pues Hale ya quería ver a sus amigos.

—¡Akane! ¡James!— gritó Hale por el pasillo para saber cuales habitaciones exactamente sus amigos estaban ocupando, después de esperar un par de segundos unos gritos se oyeron al final del pasillo.

Ella se acercó con la intención de entrar a ver a Akane, pero no pudo, la puerta estaba totalmente cerrada.

—Abrete porquería de pacotilla— dijo Hale tratando de girar la perilla sin mucho éxito.

—Hale ¿estas bien? No he sabido nada de ti en una semana. Me preocupé.— dijo Akane claramente más tranquila por oír a su compañera.

—Sí estoy bien.— Hale sabia que no podía decirle nada de lo que le había pasado a Akane, pues la preocuparía y ella no quería angustiar a la niña. —Me hicieron algunos exámenes médicos que me dejaron exhausta, ellos no querían que me vieras así.

—Lo entiendo. Yo me desmayé el primer día que me sacaron de las celdas.

—¿Por qué?

—Traté de pelear contra ese bloqueo que me pusieron para no usar mis poderes y me debilité. No supe que pasó. Desperté dentro de este cuarto y he estado aquí desde entonces. No me dejan salir.

—¿Qué?

Eso molestó a Hale. ¿Cómo se atrevían a dejarlos, a ambos encerrados sin salir a ninguna parte? ¿Por qué dejarlos en un cuarto donde parecían huéspedes para luego tratarlos como prisioneros?

—Hale, la cena estar por ser servida. ¿Quieres cenar con nosotros en el comedor, o en tu cuarto?— dijo Daven al lado del elevador al final del pasillo. Él le sonrió esperando que ella dijera que sí.

Estuvo tentada en cenar en su cuarto sola, pero estaba enojada y quería preguntar, quería exigir respuestas sobre sus compañeros siendo tratados de esa manera.

—Cenaré con ustedes, si no es ningún problema.— le respondió a Daven tratando de levantarse del suelo sola. Daven la vio y se acercó a ayudarla pero lo detuvo —Regresaré más tarde Akane.

Ambos se dirigieron al último piso, el más alto de la torre donde todos se encontraban esperando a que los llamaran para cenar. Apenas los vieron entrar y a ella sujetando con fuerza en brazo de él, pensaron lo peor.

—¡Tranquilos!— gritó Daven deteniendo cualquier acción, o palabra mal intencionada que fuera a ser dirigida a Hale. —Esta débil. Despertó hoy.

Todos la miraron con desconfianza y temor, mientras ella ignoraba el hecho de que un Beach Boy la había defendido como si ella fuera una invalida. Una mujer anciana llamó a todos a la mesa, donde sus platos estaban esperando para ser servidos.

—No la quiero cerca de mí— dijo una voz de niña cerca de Hale.

—Yo tampoco— le contestó la otra voz.

—Chicas— dijo Daven reprendiéndolas con la mirada. Ambas guardaron silencio mientras tomaban asiento juntas, poniendo la máxima distancia entre ellas y Hale. —Te sentarás conmigo.

Hale solo le dio una pequeña sonrisa sintiéndose fatal por ser objeto de burla por las chicas, y miradas de recelo por los demás habitantes, al menos la mayoría. "Tal vez fue una mala idea aceptar la invitación de Daven a cenar con ellos" pensó Hale.

Hale Knight Donde viven las historias. Descúbrelo ahora