Hale Knight

SETENTA'

—Debí de haberlo visto venir.— dijo una voz burlona desde la esquina opuesta de la celda de Hale.

Ella levantó cabeza solo para encontrarse a esta persona de cabeza gacha con uniforme de guardia y gorra cubriendo su rostro con una sonrisa maniaca bajo la sombra el gorro.

—¿Cómo entraste?

—Técnicamente yo no he entrado.

—Y ¿si no has entrado por qué estas aquí y vestido como los guardias?

—Esto es porque dentro de tu mente existe una parte de mí. Y cuando quiero hablar contigo, tú me proyectas como lo más conocido que tienes a la mano.

Hale miró el suelo sin comprender como es que era posible tal cosa. No entendía como es que eso se podía hacer.

—Debo admitir que me sorprendiste Knight, no pensé que fueras a ser tan torpe como para dejarte apresar. Prácticamente te pusiste en bandeja de plata para mí. Fue tan sencillo.

—Estoy dentro de una prisión. Nadie entra a menos de que el supervisor lo apruebe y dudo que tú puedas entrar.

—¿Acaso no lo entiendes? Tú ya me dejaste entrar.— dijo él cambiando su forma a la de una ceniza sin dejar que Hale viera su rostro por completo. —No soy solo el Hombre Sombra, soy tu sombra.

Hale solo se quedo en silencio esperando que esa entidad terminara decir lo que tenia que decir porque él nunca visitaba a Hale porque simplemente le placiera hacerlo.

—Te dije que quería una audiencia y tú ya me la has dado. La hija de Black Widow y Capitán América apresada y todo el mundo tiene sus ojos sobre ti. Provocar que tú cometas suicidio dentro de este lugar sería sencillo— las palabras que escupía ese hombre la hacían tensarse y experimentar emociones extrañas. —Pero claro que no lo haré. Aun quiero a mi hermano en primera fila.

—¿Qué no piensas que él te odiará de por vida aunque tú hagas esto solo para salvarlo?— dijo ella elevando un poco su voz.

—Lo sé. Sé que tendré que enfrentar su ira una vez que todo esto termine, pero conservar su vida a cambio de yo perder la mía es un precio que estoy dispuesto a tomar.— dijo él mientras que Hale solo fruncía el ceño, se cruzaba de brazos y se dejaba caer contra la pared.

—Tal vez él no esté dispuesto pagar tal precio.

—No tendrá opción.

•••

Las pantallas del laboratorio se encendieron mostrando una alarma y no cualquiera una que daba el inicio de un evento enorme. Todos los monitores se volvieron locos incluso V.I.E.R.N.E.S estaba perdiendo su agarre y eso que no tenia manos.

—¿Qué es lo que pasa? ¿Qué sucede?— preguntó Tony ingresando en su laboratorio viendo como su hija manejaba los controles para apagar la alerta.

—Un papá bastante alterado por la llegada de su hijo activó la alarma. Tía Nat esta en trabajo de parto papá— anunció Paige mirando de reojo a Tony solo para ver la misma reacción que tuvo Steve al escuchar a su esposa pedir ayuda.

—Pronto, hay que llevarla al hospital— gritó y salió corriendo del lugar a toda prisa.

Ella solo rodó lo ojos y continuo su trabajo viendo cada pantalla y monitor asegurándose de que todo estuviera en orden.

—Todos los adultos varones de la mansión están vueltos locos por la llegada de James. Y las mujeres tan calmadas como siempre— dijo Nicole en la entrada del laboratorio.

—Vaya que se siente extraño decir que James nació cuando apenas hace unas semanas él estaba aquí— dijo Paige levantando la mirada a su mejor amiga.