El equipo de limpieza ya había terminado su ronda semanal, y los veterinarios ya estaban en acción con los animales del Sanatorio. Caminé a travez de la casa y me dirigí a la piscina, metí mis pies dentro de el agua en la orilla, mientras trataba de relajarme. El lugar estaba muy silencioso, demasiado pero no era forma de interpretarlo como algo malo, sino más como una fortaleza en la que el ruido era algo que no penetraba.Respiré hondo. Miré mi reflejo en el vidrio al lado mío en el que no vi mi rostro, sino uno desconocido tan distinto al mío que podía decir que había sido borrado el original. Poco se podía ver de mi verdadero yo en esos ojos cafés y cabello cafe igual. No era yo misma, pero lo hacia, lo soportaba por mi hermano y por ayudarlo, y porque Hale es una excelente persona.
No podía volver a mi originalidad, no ahora que estaba en esta mansión que parecía más una prisión. Las cámaras reconocerían que mi rostro original no era el de Lola, y probablemente me matarían.
El teléfono de la sala sonó, y lo hizo con insistencia. Saqué los pies del agua y me adentré en el casa. Me acerqué al teléfono y preparé la voz que tenia que usar siendo Lola.
—Casa de la familia Robertson, en ¿qué puedo ayudarle?— dije esperando a que alguien hablara.
No había necesidad de decir eso porque nadie hablaba a esta casa, pero aun lo hacia por seguridad. La única persona que podía y se sabia este numero —aparte de mí— es Hale.
—Lola, ¿cómo estas?— era la voz de ella, algo agotada y cansada pero con una sonrisa pequeña en los labios.
—Muy bien señorita Knight. ¿Qué ha pasado? ¿Necesita algo?
—De hecho si Lola, y tú eres la única que puedes hacerlo. Activa el protocolo Arlis.— y apenas dijo eso una alarma no tan ruidosa, sonó en toda la casa, causando que las ventanas, y puertas exteriores se cerraran con una cortina de metal. Eso era nuevo.
La sala había quedado oscura para luego una luz iluminar donde la chimenea se encontraba. Esta casa era una caja de monerías.
—Creo que ya se activo.— bromeó ella y yo solo asentí aunque ella no pudiera verme. —Los papeles de la casa están esa caja fuerte Lola, y todos los documentos necesarios para acabar con la farsa.
—No entiendo lo que dice señorita— y de verdad no lo hacia.
Se suponía que le protocolo Arlis es cuando los propietarios están... En peligro.
—¿Qué sucede?— dejé de lado mis respetos y fui directo al grano.
—Lola, probablemente terminé muriendo dentro de poco. Y quiero que empieces a deshacerte de todo lo que pueda involucrar a la familia Robertson. Tienes los certificados de defunción y causas de esta.
Tomé los papeles que involucraban un accidente de avioneta en el cual explicaba que toda la familia había muerto; tres jóvenes, y dos adultos.
—Tienes que llevar eso al estado. La casa regresara al banco, será propiedad del gobierno. Tú estarás bien pagada, y todo el dinero ira a acciones y fundaciones benéficas, los animales irán a santuarios, estarán seguros.
—No puedo hacer eso. No puedo dejarla perder esta casa en la que ha invertido mucho dinero, y tiempo.— repliqué sabiendo que probablemente me causaría problemas con ella. —Y no necesito ese dinero. Le prometí que cuidaría su propiedad y lo haré. Pasare el certificado de defunción, pero la casa se quedara conmigo, el dinero lo guardaré y me encargaré personalmente de encontrarle un hogar decente a esos animales.
Ella se quedo callada y esperé a que contestara para reprenderme.
—Sabes que te confío mi vida Lola. Haz lo que mejor te parezca.— dijo y luego la llamada se corto.
Sin esperar otro momento, saqué todos los papeles de la caja fuerte y corrí hasta mi habitación. Empecé a empacar mis cosas, y los papeles en un lugar seguro. La casa aun seguía bajo bloqueo.
Busqué el teléfono y marqué un numero. Esperé a escuchar su voz.
—¿Qué sucede? Nunca me hablas a menos de que algo ande terriblemente mal.— dijo mi hermano del otro lado de la linea.
—Me acaba de autorizar para pasar su certificado de defunción. El ficticio. Lo que significa dos cosas hermano, una: esta en peligro y quiere comenzar de nuevo y dos: esta en peligro y esta apunto de morir de verdad.— no recibí respuesta, solo un suspiro.
—Hace unos días la vi.— dijo en voz baja como si quisiera que no lo escuchara.
—¿¡Qué!?— dejé de empacar y miré la pared como si él estuviera enfrente de ella. —¿Cómo puedes ser tan estúpido?
—Lo sé. Zuzo me dijo lo mismo.
—¿Cómo paso?— me senté en la orilla de la cama intentando no gritarle por su tontería.
—Estamos en Nueva York. Decidí conseguir un trabajo para pasar el tiempo, fue de repartidor. Mi primer orden fue en la Torre Vengadores.— suspiré con pesadez —Pensé que como la torre tiene otros habitantes, ella seria la que menos posibilidades tendría de encontrarme.
—Y ¿qué paso?
—Ella fue quien me recibió. Primero no la vi, pero escuché su voz. Pensé que estaba alucinando hasta que la vi. Lilianne, la vi. Te juro que lo que sentí en ese momento fue como si...— jadeo y pude casi verlo derramar una lagrima —No sé como decirlo. Pero quería tomarla entre mis brazos y besarla como nunca antes lo he hecho. Es hermosa, es maravillosa.
Se me rompía el corazón oír a mi hermano hablar de esa manera, pero que se viera impotente ante la idea de no poder hacer nada para acercarse a ella era lo que tenia que hacer ahora.
—Te entiendo.— dije —Pero recuerda, por eso Leighton esta en camino, y Padre no lo detendrá. No parara hasta que la sangre de uno de ustedes dos sea derramada por su mano.
—Lo sé.— dijo con melancolía —Y lo peor de todo es que ella ni siquiera sabe que su vida esta en peligro.
—Lo sabe— dije recordando lo que Hale me dijo hacia minutos —Pero no por completo Laurent. Tienes que enfrentarla.
—¡No! No lo haré. Mucho daño ya he hecho como para involucrarla mas en esto. No quiero que recuerde, si él va por ella primero ella clamara no recordar nada y es verdad. Entonces seguirá conmigo.
—Y ¿qué harás tú cuando lo tengas enfrente?— este plan ya lo había escuchado miles de veces y aun no recibía respuesta a esa pregunta. —Es tu hermano Laurent. Tu sangre.
—Pero es la única manera de que nos deje en paz.
—No te atreverás. Te conozco. No eres como él, aunque sean idénticos yo puedo decir la diferencia entre ustedes. Tú eres noble, él es traicionero.
El silencio nos embargo. Nadie dijo nada hasta que hablé.
—Tengo que irme. Tengo que terminar asuntos. Te veré pronto. Cuídate.
—Lo haré. Gracias.
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Hale Knight
FanfictionLa hija del soldado y la espía. Si no tienes pasado ¿puedes tener un futuro? "Si quieres conseguir algo que nunca has tenido tendrás que hacer cosas que nunca has hecho: convierte la rabia en fuerza para superar los obstáculos." Un gran regalo. ...