TREINTA-CUATRO'

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—Te lo dije Tony, esa chica no era de fiar— habló Natasha al lado de Stark mientras trataba de entender con mejor claridad lo que estaba pasando.

Ella hablaba de su propia hija, pero Natasha apenas la conocía, apenas había cruzado palabra con ella y no tenían una relación de amigas muy sana ya que entre ellas dos parecía que existía una rivalidad por saber quien era la mejor. Eran competidoras natas, siempre por saber quien era primero, pero también estaba el hecho que sin una no existiría la otra aunque la más joven de ellas no lo sabia.

—No sabemos si escapo, o fue capturada.— dijo Steve —Los chicos dijeron que ella les dio ordenes y luego saltó por la ventana junto a James.

—Se llevaron a Edward. Lo secuestraron, ¡ambos!— gritó Pepper sosteniendo a su hija con fuerza al lado de Tony quien aun traía puesta su armadura.

—¡No! Ellos no pudieron hacer tal cosa. Debieron que tener sus razones para...— Barton se quedo a mitad de la oración porque no supo como decir lo siguiente sin que pareciera algo malo.

—¿Huir? ¿Escapar? Clint no busques otra palabra porque eso fue lo que hicieron. Nos abandonaron en medio de una pelea— Natasha se enfrentó a la mirada iracunda de Barton. No podía creer que su mejor amiga estaba casi vendiendo su propia hija.

—Tony ¿qué no tienes una forma de rastrear a Edward o uno de los chicos?— dijo Steve acercándose a Stark que estaba inusualmente callado, y Steve sabia porque, estaba enfadado.

—A Edward sí, pero solo si él activa su rastreador. Yo no puedo jaquear su aparato de rastreo.— respondió Tony en voz baja.

—¿Por qué? Eres una de las personas mas inteligentes que existe, ¿no puedes jaquear tu propia tecnología?— preguntó Steve viendo las pantallas detrás de ellos donde más de cinco diferentes de radares estaban rastreando cualquier señal de los chicos.

—No es eso, la diseñe para que no pudiera ser jaqueada por nadie, incluso por mí. Quiero que tengan privacidad.

—¿Tengan?— Paige miró a su padre con una ceja levantada sin entender de que hablaba él. —¿Yo tengo uno igual?

—Lo lamento mi niña.— Tony le dio una sonrisa de disculpa pero se giró a la pantalla. Paige murmuró algo por lo bajo y luego se alejó de su madre.

—Y ¿cómo lo puede activar Edward?

—Una muestra de sangre— murmuró Tony para que no lo escuchara Pepper que aun seguía discutiendo con Clint quien seguía defendiendo a Hale.

—A veces creo que lo has perdido Tony— dijo Steve con fastidio. —Pero debo admitir que es ingenioso. Solo se activara si esta en verdadero peligro.

Ambos se quedaron callados un momento mientras trataban de ignorar a la visita en el salón principal.

—Mira esto— señalo Tony la pantalla al ver un pequeño punto en medio del océano en su radar. —Eso no estaba allí hace rato.

—No, no lo estaba.

En la entrada del gran salón se encontraba una chica de cabellos negros y alta, con un bolso enorme al hombro que nadie reconoció al principio hasta que Akane la notó.

—¡Lola!— se acercó a ella corriendo para abrazarla. —¿Qué haces aquí? No se supone que deberías de estar en la mansión.

—Hale me encargó que hiciera algo con sus identidades pequeña, pero vine para hablar con ella, ¿dónde esta?

—No sabemos. Desaparecieron hace unas horas, no sabemos nada de Hale ni de James.

La cara de Lola se lleno de una profunda y resentida preocupación al oír esas palabras de Akane.

—¿Qué paso?

—Atacaron la Torre. Ellos salieron para pelear contra el ataque pero... Todos dicen que escaparon al encierro y se llevaron al hijo de Stark como garantía. Todos especulan que eso fue lo que paso.

—No lo creo. Hale no es así— dijo Lola imaginando a Hale haciendo esas cosas y no era real, no podía serlo.

—¿Quién eres tú?— dijo Daven acercándose a Akane. Lola se puso tensa al verlo a él y su padre y esperó a que el Principe de Asgard y dios del Trueno no la reconociera aun cuando estaba camuflada bajo una delgada capa de magia de ilusión.

—Una amiga de la familia— respondió Akane al ver que Lola no lo hizo. —Y nuestra ama de llaves. Daven la conociste en la mansión.

Daven lo pensó un momento pero no recordó de quien hablaba, sabia que en la mansión había un ama de llaves, pero el rostro de Lola en el momento no traía ninguna memoria y era porque jamás le presto atención a ella.

Thor se había quedado mirando a Lola, pensando en que ya la había visto antes en algún lugar, y Lola solo se esforzaba en mantener su disfraz más fuerte que nunca. No era sencillo mantener toda su concentración en el camuflaje, pero en ese momento su vida casi dependía de ello.

—¿No te he conocido antes joven Lola?— preguntó Thor con voz de trueno y aire formal.

—Lo dudo mucho señor Thor.— sonrío Lola con nerviosismo oculto a los ojos de quienes la miraban. Para ser honestos esta no era la primera vez que Lola se enfrentaba a este tipo de situaciones. —Es un honor estar en su presencia— aduló con mucha presión en su garganta, no era su fuerte ser amable con personas que no eran de su total agrado.

—Y deberías de sentirlo, mi padre es el Principe de Asgard— dijo Daven con arrogancia desmedida, y Lola solo rodó los ojos mentalmente.

"Si tan solo supieras la verdad niño" pensó Lola al ver a Daven, un chico presumido y orgulloso, algo arrogante y se podía incluso suponer que prepotente; niño de papi.

—Claro que sí. El dios del Trueno en persona junto con el legendario Mjolnir— Lola señalo la mano baja de Thor sin dejar que los nervios por salvar su pellejo ahora la delataran enfrente del legitimo rey de Asgard. —Es un sueño hecho realidad.

—No sabia que fueras fanática de Thor— dijo Akane confundida mirando a Lola y Thor.

—No solo de Thor, sino de los Vengadores— señalo Lola a los demás integrantes del grupo —La Viuda Negra, Ojo de Halcón, Hulk— señalo al gran hombre de color verde que parecía impaciente en un rincón de la gran sala —Capitán América y ¡Iron Man! por supuesto.

El hombre rubio y el hombre dentro del metal se giraron un poco para ver quien era quien los llamaba, y solo eso le basto a Lola para saber que era lo que ambos hombres buscaban en las pantallas. Unas coordenadas que no solo mostraban una pequeña isla en medio del océano, sino que apenas se podía rastrear debido a la tecnología usada y no eran seguros los números proporcionados.

—Bueno supongo que como Hale no se encuentra, debo retirarme. Akane ha sido un placer enorme en verte de nuevo.

—Disculpa ¿quién eres y qué haces en mi torre?— dijo Tony al ver a la chica de cabello negro parada en medio del salón.

Ella lo miró con prepotencia pero luego bajo la mirada sabiendo que no había razón para que ella se sintiera enojada con él, pero aun así lo hacia.

—Una amiga de Hale.— comentó Lola al momento que se giraba sobre sus talones para devolverse al elevador.

Cuando las puertas se cerraron detrás de ella, sacó su celular y llamó a su hermano.

—No esta aquí. Esta en medio del Atlántico. Te enviare las coordenadas. Prepara a Zuzo, esto será un rescate.

Hale Knight Donde viven las historias. Descúbrelo ahora