Hale Knight

TREINTA'

Los túneles subterráneos de la fabrica eran de acerco reforzado, pero por los caprichos del tiempo y el clima era solo una fortaleza lista para caer. Una nave de S.H.I.E.L.D. había llegado para sacar del lugar a los rehenes. Iron Man estaba inspeccionando para averiguar si encontraba información que lo ayudara a encontrar a los cabecillas, aquellos que financiaban todo esto. Los demás Vengadores trataban de pasar las barreras de agentes mal entrenados que salían de los túneles bajo la tierra. Hale había seguido un camino que seguramente la guiaría con el co-líder de este pequeño grupo de facturado de armas.

Escuchaba sus conversaciones, en todo momento tratando de hacerse una idea de lo que pasaba en la superficie. Iron Man estaba callado, algo que no era habitual de él, pero V.I.E.R.N.E.S mantenía a todos al tanto de lo que pasaba con él. Capitán América había logrado ingresar al edificio pero se encontraba bastante lejos de la posición donde estaba Hale, a quien momentos antes le ordenaron salir de la misión.

Las paredes eran de un color cafe claro, y un olor suave pero penetrante invadida el túnel por el cual la joven rubia caminaba con cautela. Pasos más adelante se podía escuchar las voces que no estaban a más de diez metros de distancia de Hale. Caminó despacio y sin hacer ruido, con delicadeza como si estuviera en un recital de ballet. Estaba en la esquina donde un hombre y un joven adulto hablaban sobre negocios. Por las sombras podía decir que había cerca de tres guardias en lados opuestos y uno justo enfrente de ella.

Vio su oportunidad y se lanzó hacia enfrente rodeando al hombre más cercano a ella amenazándolo con la navaja en su garganta. Xavier Vulture la miró con una mezcla de sorpresa y aburrimiento.

—Por favor señor Celtic siga por el túnel que su vehículo lo aguarda.— el hombre mayor apenas la miró y caminó por el pasillo alejándose de ellos. —Vi que derribaste a mi hermano Hale.

—Sí— respondió la chica con la navaja en la garganta del hombre amenazando con matarlo.

—¿Qué haces Hale? Nunca has dudado en matar a una persona, solo lo has hecho, ¿por qué te detienes ahora?

Ella lo miró e hizo lo que él esperaba que ella hiciera. El cuerpo cayo a sus pies, con dos pistolas apuntando a su cabeza no podía hacer mucho.

—¿Qué haces aquí, Hale? ¿Qué haces con ellos querida?

El chico era un Casanova, tanto que le encantada jugar el mismo juego con aquellas personas que podían acabar con su vida, solo si podía tener eso que él tanto deseaba. Tomo dos pasos hacia Hale quien no se movió ni un milímetro.

—Eres tan hermosa como un ángel, pero letal como el mismo Diablo.— la mano de él acariciaba con suavidad el rostro de ella mientras que Hale trataba de no soltarle un golpe en la cara. —Eres la única chica que he conocido, pero no te he tenido y quiero que sepas cuanto te deseo.

—To voy a matar con mis propias manos Xavier. Pagaras todo el daño que nos has hecho.

—Yo no te hice daño a ti querida.

—Se lo hiciste a James, y jamás te lo perdonare.

—¿Qué te importa él? Es solo un chico como muchos otros en el mundo.— su boca se encontraba en el cuello de Hale.

—Y tú uno con severos problemas de decencia.— contestó Hale golpeándolo en la cara mientras él aun seguía detrás de ella.

Uno, dos balas, fue una ráfaga la que dio contra la espalda de Hale haciendo que cayera al suelo. Los dos hombres sacaron a su jefe del lugar dejando a Hale tirada en el suelo con la evidente posibilidad de que moriría desangrada.

—¡Hale!— gritó Steve al verla caer al suelo.

—¡Hale!— jadeo James mientras se encontraba en la sala de entrenamiento en la torre.

—¡James!— gritó Paige al verlo caer al suelo como si no tuviera más fuerzas en sus piernas para sostenerse. Tomó su cabeza para saber si estaba respirando, lo hacia, solo estaba inconsciente y con la temperatura descendiendo en su cuerpo. —Daven, ayúdame a llevarlo a su cuarto.

Entre Daven y Paige lo llevaron hasta su habitación y se quedaron para vigilar como es que esto estaba afectando a James, y como ninguno sabia mucho sobre medicina, solo les quedo esperar.

•••

Hale se quejaba y quería mover por el dolor pero era inmovilizada por Clint y Steve por los brazos. Trataban de mantenerla sedada pero no estaba haciendo efecto la limitada cantidad que le administraron, solo la hizo tener menos conciencia de ella y más del dolor. Natasha la miraba desde el otro extremo del quinjet sin dejar de pensar que probablemente moriría aunque los gruñidos dijeran otra cosa.

—Helen Cho esta en el edificio y otros dos cirujanos para asistir a Hale lo antes posible.— anunció Tony dejando el quinjet en automático para que aterrizara en la plataforma.

—Bien. Tendran que hacer la extracción de las balas apenas lleguemos.

Helen Cho y los otros cirujanos sacaron las balas del cuerpo de Hale, y luego se movieron hacia James quien parecía estar pasando por una mala enfermedad.

—No entiendo lo que paso con él. En un momento estaba bien, saludable y al siguiente estaba en el suelo temblando y sudando en frío.— trato de explicar Paige sintiendo que era su culpa que James estuviera de esa manera.

—No fue tu culpa, Paige esto en ocaciones pasa— dijo Helen viendo al pelirrojo sobre la camilla inconsciente. Pensó que se trataba solo de un resfrío, hasta que se dio cuenta de que estaba comenzando a no respirar. —Paige necesito que salgas de aquí querida.

Paige miro a Helen pero no protesto en su camino fuera del cuarto en el que se encontraba James. Ella estaba preocupada por él, y mucho. No le gustaba ver a personas que ella quería o estimaba dañadas y peor aun, apunto de morir.

—Ha entrado en coma— dijo Helen a los demás doctores que trabajan junto a ella.

Rápidamente le pusieron una bomba manual para que sus pulmones no dejaran de respirar y su cerebro no dejara de recibir oxigeno. Lo llevaron al mismo piso donde se encontraba Hale reposando de sus heridas. Helen conectó todos sus aparatos al cuerpo de James: intravenosas, respirador y regulador. Tenían que monitorear cada cosa que pasara con James. Tal vez no iba a morir, pero aun así lo que causo eso es algo fuerte. Algo que no tenia explicación.