Hale Knight

James Fist.

Vuelve.

Escuché la voz de Hale en mi cabeza pero no le respondí. Sabía que ella probablemente estaba triste, pero por el momento no puedo volver a ella.

—Hola James. Gracias por venir.— sonrío Natasha al verme entrar en su habitación de la enfermería.

—Sí. Lamento haber tardado tanto pero solo quería tener la oportunidad para dejar a Hale.

—¿Pelearon?— tal vez Natasha supo antes que todos lo del embarazo y aborto de Hale, pero aun no sabia que Hale intento suicidarse y tampoco planeaba contárselo.

—Algo parecido.

—No la dejes James. Eres la única persona con la que cuenta y confía. Akane la abandonó, solo le quedas tú.

—Eso no es cierto. Todos los que están aquí se preocupan por ella, y ella confía en ellos. Es cierto yo no la abandonaré pero tampoco puedo asegurar que estaré con ella por siempre.

La pelirroja me miró como si lo que le hubiera dicho fuera algún tipo de amenaza de algún daño hacía Hale.

—¿Por qué de repente le preocupa tanto Hale?— pregunté sin apartar la mirada de sus ojos, pero ella lo hizo para ver su vientre.

Miró con cariño su vientre abultado como si recordara algo que alguna vez paso y entonces entendí.

—¿Acaso ella es...?— no pude terminar la pregunta pues la puerta se abrió dejando a la vista un hombre casi desesperado por ver a su esposa.

—Hola— dijo Capitán América aun sin quitarse su traje, se acerco a su esposa para luego darle un beso —Buenos días James.

—Buenos días Capitán.— asentí viendo a la pareja compartir entre ellos su amor y yo aun con la incógnita en la cabeza sobre la pregunta sin terminar. —Bueno, me retiro. Fue un placer hablar con usted señora Romanoff de Rogers.

Ambos sonrieron mientras que yo decidí salir de la habitación para dejarlos ponerse al corriente. Caminé por el pasillo pasando por enfrente del cuarto de Hale viendo que alguien estaba en su habitación con ella. Pasé de largo hasta llegar al laboratorio de Stark.

—Entonces la fiesta se llevara acabo dentro de una semana ¿verdad? Es que quiero aprovechar que todos estaremos juntos— oí decir la voz de Paige antes de entrar en el salón.

—¡Stark!— dije apenas cruzando por la puerta. Dos pares de ojos se me quedaron mirando.

—James, ¿puedes ser más especifico con cual Stark quieres hablar?— preguntó Tony con tono sarcástico.

—Papá no seas tan grosero. Es obvio que viene a hablar contigo.— dijo Paige viendo a su padre.

—¿A qué te refieres con eso Paige?

—A mí nunca me ha hablado de esa manera y a ti todo el mundo te grita.— Paige soltó una carcajada y despues de saludarme salió del lugar.

—Ok. No quiero saber si eso que dijo ella es real o si solo se lo imagina.— igualmente no iba a hablar —¿Qué quieres Rosita Fresita?

Levanté una ceja ante su tonto apodo para mí. Caminé hasta estar lo suficientemente cerca para que me pusiera atención.

—Quiero que hagas otra búsqueda de ADN— levantó la mirada hasta toparse con mis ojos encontrando la decían irrevocable sobre el tema.

—Niño ya hice una y tus resultados fueron idénticos casi los mismos a los de Hale. Sin duda alguna son hermanos.— eso ya lo había escuchado.