Akane Kozlov.

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Me había sujetado con fuerza a la espalda del niño para no caer al suelo mientras hacíamos nuestro viaje a la base madre más cercana a al casa segura de Hale. Abrí los ojos solo para cerciorarme de que ya habíamos llegado a nuestro destino, en efecto este niño era bastante veloz para solo llegar a la base en Arizona desde Nevada en tan solo siete minutos.

—Bueno niño esta es mi parada.

El niño cuyo nombre no me había molestado en aprender me miró con desconfianza mientras miraba hacía donde estaban los soldados de Hydra claramente resguardando las puertas principales.

—¿Por qué sigues aquí?— pregunté claramente molesta porque aun siguiera ahí parado mirándome como imbécil.

—No estoy seguro de ti. Aun sigo pensando que nos vas a traicionar. 

Tensé la mandíbula y me gire para mirarlo con seriedad, tomé dos pasos hacia él y el niño retrocedió.

—No lo pienso hacer. He sido maltratada a lo lago de mi vida, y no seguiré siendo humillada por ese maldito que tiene cara de vela derretida.— el niño me miró bastante impresionado. —Tu vida es un jardín de flores comparada con la mía.

—Comprendo— asintió —Confiamos en que nos ayudaras a llevar este plan acabo.

—Lo lograré. Ahora largo de este lugar. Si te quedas más tiempo te van a descubrir.— el niño solo asintió y al momento en que me giré para saber quien fue quien llego y me di cuenta que era Xander sentí algo sobre mi mejilla. —¡¿Qué haces?!

Lo empujé lejos de mí y pasé el dorso de mi mano por mi mejilla borrando cualquier rastro de sus labios sobre mi piel.

—¿Por qué fue eso?— el niño se me quedo mirando algo asustado mientras trataba de concentrarse para poder defenderse.

—No lo sé. Creo que eres linda, es todo— se excusó el niño que aun seguía tirado en el suelo.

—Mira niño, hay algo que debes de saber antes de que incluso pienses en tener chances conmigo. Soy una asesina, y todo esto lo estoy haciendo por mi propio beneficio ya que yo sola no puedo contra Vulture. Cuando todo esto acabe, yo desapareceré, viviré una vida que jamás pude vivir.

—Entiendo, pero parece que has cambiado a ese primer día que llegaste a la casa de Hale. No pareces la misma persona.

—No. No lo soy. He abierto los ojos.— me incorporé y miré hacia la base. —Ahora vete sino quieres morir.

—Muy bien.— esta vez mantuve la mirada puesta sobre él hasta que vi que desapareció entre los arbustos y matorrales.

Salí del escondite y caminé con total confianza hasta donde estaban los guardias quienes al verme abrieron las puertas dejándome entrar. Suspiré al estar de una buena vez dentro del lugar.

Caminé por los pasillos solo a la espera de llegar hasta la sala donde seguramente se encontraban los hermanos Vulture. Cuando estaba apunto de ingresar en el salón los escuche hablar de mí y sobre mi tardanza hasta ese momento.

—Ya regrese. Dejen de especular cosas sin sentido. Intervine varios comunicadores de la ciudad en los que pude interceptar la señal de los Vengadores.

Ingresé en el cuarto y cerré la puerta detrás de mí. Observé a Xavier sentado en su silla de trono, su capa enorme puesta encima y mitad de la cara caída como cera derretida. Xander preparaba ciertas cosas a mi derecha sobre una larga mesa. Regresé la mirada a Xavier quien me hizo una seña para que me acercara a él.

—Continúa.

—Todos ellos siguen con los mismos planes Xavier. Planean un gran golpe a solo una base. No sé cual porque no fueron tan específicos pero lo harán en los próximos días.— contesté con rapidez mirando a Xavier.

—¿Quién los dirige?— pregunta Xavier con algo de desinterés.

—Supongo que Capitán América, aunque a quien escuché hablar todo el tiempo fue a Hale— respondí de forma que no se notara mi nerviosismo.

—Excelente. Si ella esta en este plan sobre la invasión supongo que querrá venir a verme y tomar venganza por su propia mano. ¡Muy bien! Xander prepara todo para su llegada. La quiero bajo mi poder.— dijo con muchos ánimos sobre su deformado rostro —Necesito que me revele el paradero de mi hijo.

Ya antes Xavier había comentado algo sobre su hijo y yo jamás le creí eso que decía que Hale cargaba a la criatura de ambos un arma perfecta en todos los sentidos, no hasta que la misma Hale me lo confirmo. Había pensado que tanto Hale como Black Widow no podían tener hijos pero supongo que estuve equivocada todo el tiempo y Xavier siempre pareció saber el secreto para dejar preñada a una ex miembro del Cuarto Rojo.

—No me mires así pequeña Akane. Tenemos que preparar todo. Desde ese escándalo con Hale en prisión me agrado la idea de televisar lo que probablemente sea el mejor día en la historia de Hydra. Todo el mundo recordara ese día como el día en que Hydra tomó completo control de ¡esta corrompida sociedad!— una sonrisa demasiado entusiasta surco su rostro para darme escalofríos de manera descomunal sobre mi cuerpo.

Comencé a hacer los preparativos ya que Vela Derretida quería que todo estuviera perfecto para el Gran Día de lo que él creía era su gran victoria pero a mi parecer sería su gran derrota. En silencio obedecí las ordenes de Vulture mientras escuchaba a lo lejos su conversación sobre un suero para super dotar a un humano.

—Este suero me hizo mucho bien.

—Pensé que lo usarías para regenerar el tejido dañado de tu cara no para otorgarte super poderes— le replicó Xander a su hermano en un tono bastante molesto. —Papá jamás se atrevió a siquiera pensar en usar estos químicos en nosotros y tú lo haces sin titubear.

—¡Claro que sí! Si quiero gobernar con Hydra a mi lado necesito una poderosa forma de controlar a los insubordinados.

—No sabes que consecuencias podría traer. Yo lo diseñe para tejido superficial, no para que incrementara tu fuerza o se fusionara con otras cualidades ocultas tuyas.

—Lo modifiqué y lo tomé. Me siento estupendo. Creo que nadie en este mundo puede vencerme, ya que nadie posee lo que poseo yo.

Me daba curiosidad por saber que era eso de lo que tanto Xavier presumía y a su hermano le preocupaba tanto pero tampoco quería que otro de esos choques eléctricos de Xavier me atravesara todo el cuerpo y dejarme apenas con la capacidad de respirar.

•••

Abrí los ojos y quité de encima la pequeña frazada que me cubría apenas. Al parecer había una alerta que corría por toda la base y traía a Xander alterado y a Xavier en alerta viendo cada una de las pantallas y no fue hasta que chasqueo los dedos que desperté como era debido y preste más atención.

—¿Qué es lo que sucede Vulture?— pregunté levantándome de mi laurel para acercarme a él, pero Xavier se giró hacía a mí y me detuvo con un solo movimiento.

—Te he dicho que no me llames así.— hizo un gesto prepotente con las cejas y luego habló de nuevo —Me dijiste que la llegada del batallón de Hale llegaría en unos días... ¡No en unas horas!

—¿Qué?— jadeé y luego esquive la mirada de Vulture para mirar las pantallas que no dejaban de tener interferencias a causa de varios bombardeos.

Sabía cuales eran los planes de Hale. Desde mi partida de la casa segura sabía que todos tendrían solo horas para efectuar su plan y atacar las bases simultáneamente y no dejar espacios para que las bases pidieran refuerzos entre si. Todo comenzaría en cuanto antes.

—No sé que habrá pasado. Tal vez adelantaron el ataque. Hale siempre ha sido impaciente.— comenté antes de fijar mi mirada sobre Vulture quien estaba claramente nervioso.

—No puede ser. Aun no están listas mis tropas.

—Hermano, ya no queda tiempo. Están en la entrada de la base.— dijo Xander detrás de mí mirando a su hermano mientras que Vulture solo comenzó a caminar en círculos desesperado.

—Despliega cuanto agente tengamos. Los intrusos no deben de alcanzarnos.— sentenció Vulture mirando con fijación la única pantalla con la cámara del exterior funcionando que mostraba a un trio de adolescentes caminando hacía la cámara y la chica de en medio disparando al lente.

Hale sabiendo como hacer una entrada espectacular.

Hale Knight Donde viven las historias. Descúbrelo ahora