Hale Knight

CUARENTA-OCHO'

—¿La chica sigue gritando, hermano?— pregunto Xavier mientras recogía del plato una manzana para luego llevarla a la boca.

Xander miro a su hermano y luego sonrío. Se quito de encima los guantes, el cubre bocas y el mandil transparente y los dejo sobre la pequeña mesa en el rincón de la habitación para después unirse a su hermano en la mesa.

—Por desgracia. Debo admitir que ha dado mucha pelea, pero creo que es una inversión de tiempo y paciencia. Pronto ella nos obedecerá mucho mejor que un perro entrenado.— dijo Xander limpiando sus manos antes de tomar algo de comer.

Xander con una sonrisa cínica en el rostro dejo su imaginación volar al pensar en las múltiples posibilidades que tendría Hydra con un agente durmiente como lo era Hale, y viendo la historia que Hydra tuvo con el Soldado del Invierno, al tenerla a ella serian imparables.

—¿Felices los tortolitos?— se burlo Xavier al ver entrar en el salón a Francis tomado de la mano con Akane, su más nueva y poderosa aliada.

—Me gusta dar paseos por los pasillos de la base.— contesto la niña  algo sonrojada. —En especial porque estamos en una cadena de túneles que forman parte de una caverna. Es algo tenebroso y lúgubre.

Ambos se unieron al festín con los hermanos Vulture. Festejaron, hicieron bromas y contaron historias ignorando que en el rincón del salón se encontraba alguien observando.

—Hombre Sombra ¿te quedaras ahí todo el rato o piensas comer algo de esto?— como de costumbre la entidad con forma de cenizas no respondió a la invitación. —Como quieras. ¡Más para nosotros!

—¿Cuándo planeas activar su protocolo Xander?— pregunto Francis mirando con impaciencia al menor de los Vultures.

Xander levanto la mirada hacia Francis y con sonrisa divertida contesto:

—Lo haré cuando abandone cualquier rastro de esperanza hacia los Vengadores. Incluso hacia James. El día que acepte que solo dejara de sufrir el día en que deje de luchar en contra, ese día la activaré.

—¿Por qué esperar tanto? Conociendo a Hale como lo hago, será muy difícil lograrlo a tiempo— pregunto Akane centrada en su comida pero aportando su información. —Es dura de roer.

—Lo sé cariño. Es solo que si la activo aun con ella peleando por su libertad, ella jamás se entregara por completo al programa. Siempre tratara de revocarlo y tendremos que iniciar de nuevo.

Tenia razón. Entre menos esperanza quede en ella, más tiempo podrán controlarla. Sus habilidades serán la herramienta perfecta para el nuevo y resurgido Hydra. Un arma programable siempre era un factor que podría hacer la diferencia entre perder la guerra o ganarla.

Cuando todos terminaron de comer cada uno se dirigió hacia sus aposentos para poder descansar mientras que el Hombre Sombra se quedo en el salón escuchando como la servidumbre trabajaba en la parte trasera en la cocina. Descansando su mentes de sus proyecciones su apariencia cambio de las nubes de cenizas humeantes, a la de un chico normal que parecía agotado. Se dejo caer en el sillón con la guardia baja solo para descansar un poco todo su cuerpo. Miró el techo arriba de él, era piedra pulida. Jamás en su vida se imagino que terminaría escondiéndose bajo tierra al tratar de cumplir su juramento. Esto era un claro ejemplo de lo bajo que había caído.

Se levanto del sillón, se acerco a la mesa y tomo unas uvas y un durazno ya que las manzanas se habían acabado. Era verano en el exterior, pero bajo tierra a varios cientos de metros de la superficie no se sentía el calor. De hecho era fresco pero le molestaba tener que esconderse. Camino por los pasillos cubiertos por una delgada capa de agua expulsada por la roca. Recorrió el lugar como si fuera un niño en una excursión.