VEINTIOCHO'

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—¿Qué paso?— preguntó Tony con sus manos sobre la mesa mirando con insistencia a Hale.

Ella se quedó callada con la mirada en blanco. No tenia porque responder si la estaban tratando como una criminal. Aparte, no podían romperla, si querían sacar información a la fuerza, la tortura no serviría en ella.

—James, por favor hazme el honor— dijo Tony algo fastidiado.

—Sí ella no dice nada, tampoco lo haré yo.

Habla James, hazlo. Mi pellejo igual no se salvara.

Estamos juntos en esto Hale. Somos un equipo. No diré nada si no corroboras la historia.

No me creerán si les digo la verdad. Francis es el hijo de Barton, y yo-nosotros somos simples mercenarios.

Pero has cambiado Hale. Si ellos no pueden ver eso... James no pudo terminar. Hale lo corto a mitad de oración.

No lo harán. Sus egos los ciegan, su sangre compartida los encierra en un mundo de falsa confianza.

James no contestó a eso porque era verdad.

—Veo que se han vuelto más unidos.— se burló Tony viendo a ambos chicos como ambos conservaban la misma miraba y posición estoica.

Tony salió del cuarto iluminado para acercarse a Steve y Natasha.

—¿Qué piensan?— dijo Tony recargándose en el grueso vidrio que los separaba de los chicos.

—Es obvio que han desarrollado una relación más profunda en la que no hacen nada sin el otro.— observó Natasha mirando a Hale y cada detalle que pudiera delatar quien era ella.

—Eso lo sé. Pero sobre ellos...

—No dirán nada hasta que se aseguren de que les creamos— contestó Steve. Ambos Tony y Natasha lo miraron sorprendidos por oírlo hablar de esa manera.

Antes de que lo pudieran detener él entró en el cuarto junto con James y Hale.

—Hablen ya— Hale lo miró y aunque no le gusto mucho el tono que utilizo él con ella, miró a James.

—No me creerán— dijo Hale.

—Puedo deducir solo una cosa de lo que encontramos en la sala de conferencias. Francis estaba inconsciente, así que alguno de ustedes dos lo dejo de esa manera. Otra cosa que puedo pensar basado en el panel destruido es que quería ingresar en el sistema y la cámara escondida en la lampara es que no fuera a ser descubierto.

—Tiene razón. Eso es lo que paso— dijo James.

—Pero por razones que puedo entender, jamás creerían que fue Francis quien lo hizo. Somos los malos.

Steve suspiró con pesadez, como si hubiera vivido ese momento mil veces y jamás terminara bien.

—Si siguen pesando en ustedes mismos como extranjeros y no como parte de un equipo, como parte de mi equipo, no puedo pensar que ustedes dicen la verdad. Confíen en que les daré el mismo beneficio de la duda, como también puedo dudar de la integridad de Francis.— dijo Steve mirando a James.

Dice la verdad. Le dijo James a Hale.

Lo sé.

—No fuimos nosotros.— por fin salieron las palabras que tanto quería escuchar Steve.

—Muy bien. Pueden salir.— dijo Steve señalando la puerta.

Hale y James se miraron con confusión. Francis seguramente ya habrá escapado hechando la culpa a ellos dos basándose en su pasado.

Hale Knight Donde viven las historias. Descúbrelo ahora