Hale Knight

Paige Stark.

El Tricarrier aun se sostenía sobre el aire, como lo hacia siempre. Nick nos repetía a cada instante que era mejor estar elevados ya que era más fácil reconocer un ataque enemigo. Y no lo contradije.

Caminé por el pasillo de la enfermería  encontrando dos camillas rodeadas por cortinas mas gruesas que las demás. Ser un Stark no solo consistía en ser parte del legado mas conocido del mundo y de la historia, que traía consigo al hombre que creo y es Iron Man, sino sus lujos y privacidad cuando era necesaria.

Mis padres no habían sufrido daños mayores en el colapso de la torre debido a sus armaduras, aunque sigo sin entender como fue que se activaron tan rápido. Supongo que fue papá quien lo hizo. Lo único que los enfermeros decían era que los cardenales no se irían pronto, aparte de que algunas rocas dieron golpes fuertes, papá solo salió con un tobillo lastimado que probablemente sanara en tres o cuatro semanas, dependiendo de las estupideces que haga.

—Papá, mamá. ¿Cómo han amanecido hoy?— pregunté mientras ellos levantaban la mirada hacia a mí.

Ellos ya tenían dos días en la enfermería, junto con todos los demás residentes de la torre. Nick nos dijo que era mejor que se quedaran allí en lo que había una observación general de todo lo que había pasado. Nadie protesto en su momento, pero ahora el grandioso Tony Stark quiere volver a sus lujos.

—Creo que acostados— dijo papá quien pronto recibiría un golpe leve por parte de mamá.

—Hola cariño.— dijo mamá incorporándose en la cama. —Ven, quiero abrazarte.

Me acerqué a ella de su lado de la camilla y me siento su lado al tiempo que me sostenía contra ella.

—Te amo Paige. Te amo mucho.— dijo contra mi oído.

—Y yo mamá. También te amo— respondí antes de que nos soltáramos.

—Así que tu armadura salvo a Natasha ¿he? ¿Cómo lo hiciste Paige? Para que le respondiera a ella.— levanté la mirada a papá quien por un lado parecía divertirse y por otro parecía estar orgulloso.

—Yo no hice nada. Pensé que habías sido tú. James se encargo de subirnos con anticipo al quinjet. Para cuando todo exploto ya nos encontramos a salvo arriba en la nave.

Su expresión cambio de ser divertida a una de especulación. Conocía a mi padre tanto como mi madre lo hace y sabia que ahora mismo su mente estaba comenzando a crear teorías y tal vez conspiraciones acerca de lo ocurrido.

—¿Aun no aparece Hale?— su pregunta me sorprendió ya que me había quedado perdida pensando en los eventos sucedidos hace un par de días atrás.

—No. Dicen que su cuerpo puede estar de bajo de todos los escombros. Pero nadie esta seguro. Por otro lado James esta muy mal con respecto a su desaparición.

—¿A qué te refieres linda?

—Es extraño. Fury tuvo que ponerlo en insolación. Parece que su mente le esta jugando una mala pasada. Tiene convulsiones fuertes, y suelta gritos de dolor tan horribles que parece como si le arrancaran las entrañas.— mis ojos se habían llenado de lagrimas al recordar sus gritos justo antes de que lo ingresaran en su celda.

—¿Seguro no esta pasando lo mismo que paso aquella vez cuando lo estaban manipulando?— su especulación era un juego serio porque sacaba este tipo de ideas.

—Lo dudo.— dije mirando a mi padre. —La ultima vez fue diferente a todo esto. Esa vez fue complicado, no hubo tantos gritos, ni dolor, ni nada de lo que ahora esta pasando. Me duele verlo así.

Su mirada me alcanzo sabiendo que lo que yo acababa de decir no era algo que se dice a la ligera.

—¿Acaso te gusta James?— odiaba cuando papá sacaba conclusiones apresuradas sin siquiera conocer la imagen completa.

—No. No me gusta pero es mi amigo y me preocupo por él. Parece estar pasándola mal de verdad.— él levanto la cabeza mirándome hacia abajo como si dedujera algo, de nuevo.

—Igual no iba a dejarte salir con él— le sostuve la mirada comenzando a sentir la frustración de la cual todos claman tener cuando hablan con el señor Stark.

—Nadie dijo que yo iba a salir con él. Igualmente no creo que ni Nicole ni yo le interesemos. Creo que esta enamorado de Hale.— contesté con frialdad demostrando que su comentario no me afecto.

Frunció el ceño al tratar de averiguar si solo se lo estaba diciendo por orgullo o para que él dejara de hablar del tema, y en realidad eran ambas.

—Bueno, como sea ahora tenemos otro problema mayor. Alguien se ha creído con el derecho de aplastar como cucarachas a los Héroes Más Poderosos de la Tierra.— su tono enfadado no paso desapercibido ni a mí, ni a mi madre mientras hablaba y miraba algún punto fijo en el techo —Tenemos que encontrar a cualquiera que quiso asesinarnos.

Pensé en eso en los últimos días, pero aunque fueran los Vengadores y nosotros sus hijos, sabíamos que tenían muchos enemigos a lo largo del globo pero nunca nadie antes se había atrevido a atacar la torre Stark. Era impensable. Casi un pecado capital. Teníamos que atacar de regreso.

—¿En dónde piensas comenzar papá? A buscar me refiero.— lo miré tratando de leer sus pensamientos pero no pude.

—No lo sé. Tal vez como primer indicio sería buscar esas bases Hydra de las que hablo Hale aquella vez...— la voz se le apago al tiempo que se daba cuenta de algo.  —Akane estaba con ese Hombre Sombra ¿no es cierto?

—Eso creo. No lo recuerdo bien.

Era la verdad. Los recuerdos de esa noche aunque reciente eran difusos, no estaban del todo claros. Sé que todo paso a segundo termino cuando vi explotar la torre enfrente de mis ojos con todos ellos dentro.

—Sí. Hale le gritaba que nos había traicionado, y la niña le respondía que ellos siempre fueron asesinos o algo así.— dijo papá con los ojos cerrados.

—De hecho Hale golpeo a Akane, y justo antes de que todo pasara Akane insulto a los padres de Hale, a ella le molesto eso— corroboró mi madre sosteniendo la mano de papá.

Asentí. Yo no sabia esa versión. No sabia que Akane tuvo que ver con todo esto. Creí que era nuestra amiga, pensé que al igual que James y Hale, ella se sentía parte de nosotros. Creo que debimos hacer más por ella.

—Eso quiere decir que Akane y el Hombre Sombra que ataco a Hale estaban o están trabajando juntos.— fruncí el ceño sin saber que quería decir eso.

—Pero si lo que dijo Hale es cierto, y el Hombre Sombra la quiere dañar solo a ella, ¿por qué se ha molestado en dañarnos a todos?— dije al momento que recordaba las palabras de Hale acerca del ataque a James cuando los vi en la enfermería después del ataque de James.

—Es una alianza.— comento papá casi en voz baja mirando el suelo —Él la quiere a ella, a Hale. Y ella, Akane nos odiaba, nos odia.

Nos quedamos en silencio. Él pensaba más mientras yo trataba de seguirle el paso.

—El blanco era ella. Hale no esta muerta. Alguien se la llevo. La torre, nosotros éramos un daño colateral. La querían a ella, y ahora la tienen.

—¿A ella? Pero el Hombre Sombra la quiere muerta. ¿Para qué llevársela si solo podía dejarla morir en la explosión?— los ojos de mi padre se posaron en mí casi reprendiendo mi falta de información o imaginación. No lo sé, alguna de las dos.

—Ella es un arma Paige. Y una de las mejores en el mundo.

Levanté la mirada a papá comprendiendo el mensaje oculto.

—¿Cómo tia Nat?— él solo asintió con pesar.

Estamos en problemas.