Lady Vulturi II

19. Vuelta a casa

SHAKIRA POV

Me cubrí más con la manta y mire por la ventana, deseando desaparecer con todas mis fuerzas. Luego de la masacre protagonizada por ambos bandos, mi madre se fue con Benjamín y su guardia personal a Volterra. No me importaba tener que volver sola a Londres en un jet privado junto a mis guardias, tampoco me molestaba que mi madre se fuera sola. Lo que realmente me molestaba y me tenía en un malhumor constante era la presencia de Gerard. ¿No se supone que nos ibamos a dar cien días de libertad sin tener que vernos la cara? ¿Qué mierda hace aquí?

Según lo que Sergi me había explicado, mi madre había pedido ayuda a los Mayfair para derrotar al ejército egipcio y Gerard se había presentado voluntario para ayudar y rescatarme como si fuera una damisela en problemas. Cada vez me irritaba más su presencia y le encontraba miles de defectos que antes no veía. Solo verlo me enfermaba y sus caricias me producían asco. No entendía porque seguía insistiendome, ya había cortado con el miles de veces, sin embargo el volvía a mi lado.

–Shaki –rodé los ojos y aparté mi hombro para que dejara de tocarme–, ¿qué tienes? Estas muy distante.

–Me fastidia tu presencia, eso me pasa –lo mire fríamente–. ¿Qué quieres? ¿Por qué haces esto?

–Porque te amo y me preocupe cuando mi madre me dijo que estabas en peligro.

–¿Y los cien días? ¿Qué paso con eso?

–Olvidémonos de los cien días, fue una locura y te extraño mucho.

–Yo no te extraño. Soy muy feliz cuando no tengo que verte.

Él se alejó algo dolido por mi comentario y apartó la mirada. El resto del viaje lo hicimos sumidos en un tenso silencio. Creí que al llegar a Londres el se iría, para mi desgracia el me acompaño hasta casa. Tuve una extraña sensación al ver el exterior de la casa, me sentía sola y perdida, sentía que era una extraña en medio de mi propia familia. Una familia que estuvo mintiendome durante años. La rabia volvió a mi e ignore todos los protocolos de los guardias al salir del auto y entrar a casa.

Todo parecía estar exactamente igual a como lo recordaba, no obstante, la sensación de vacío que siempre sentía ya no estaba. Escuche unas voces y me dirigí al salón, congelandome cuando la vi.

Estaba sentada en un sofá con una taza en sus manos. Usaba un suéter lila, mi favorito para ser más exacta, un pantalón beige y unas zapatillas blancas. Su cabello negro caía suavemente por su espalda creando un contraste violento con su pálida piel. Sus ojos azules se abrieron por el miedo y la sorpresa al verme. Esme estaba a su lado, cuidandola y acariciando su brazo. Alice, Rose, Bella y Renesmee también estaban cerca de ella. No me molestaba que ella estuviera en mi casa, como si fuera una copia delicada de mi misma, lo que realmente me molestaba era ver como mi abuela la mimaba. Ella nunca se había portado así conmigo. Una oleada de celos se apodero de mi.

–Shakira, ya estas aquí –ignoré a mi abuela y seguí viendo a mi copia barata. Sentí la mano de Gerard en mi hombro y la aparte.

–Wow... ¿Estoy loco o ella es igual a ti?

–¿Por qué sigues aquí? –le grité molesta– ¡Vete! Nadie te quiere aquí.

–Pero...

–Gerard, querido, es mejor que te vayas. Este es un momento delicado para la familia.

–Esta bien Esme –el suspiró resignado y trato de acariciarme–. Luego hablaremos.

–Ajá –esperé a que se fuera y señalé a mi copia–. Entonces es real. Creí que Amún solo lo decía para fastidiar pero veo que no mentía. Al parecer es real que no soy hija única.