71. Sincericidio (segunda parte)

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JANE POV

Hace unos minutos acabas de mencionar a tu hermana, de hecho nos mostraste dos canciones realmente emotivas que le dedicaste. Hace más de medio año que nos enteramos de que tienes una hemana gemela, que ni tu sabías que tenías y ella parece mantener un perfil bajo, ¿cómo te sientes respecto a ella?

Extraña, me siento extraña –contestó con un suspiro, quitándose la corona y pasando una mano por su cabello–. Estaba acostumbrada a ser hija única y enterarme de que tengo una hermana gemela fue algo impactante. Al principio la odiaba y estaba celosa al ver que mi madre la quería y la cuidaba, algo que nunca hizo conmigo, pero el tiempo y que nuestras parejas fueran hermanos ayudó a que me agradara un poco. No somos las mejores hermanas del mundo, no nos confesamos nuestros secretos y tampoco hacemos cosas de hermanas, pero nos toleramos y respetamos mutuamente. Ella me ayudó y me dio un regalo de cumpleaños adelantado, yo la ayudé y ahora le estoy dando su regalo de cumpleaños atrasado. En cuanto al perfil bajo... Me da igual –se encogió de hombros–. Me encantaría cantar y hacer el video de Shakiza con ella, pero sé que es muy tímida y no aceptara. Supongo que mis escándalos y provocaciones son suficientes para las dos, o que ella me dará prudencia y yo rebeldía para que llegemos a un punto medio –sonrió con diversión–. No sé qué pasará, solo sé que aún nos estamos conociendo.

Elizabeth sonrió un poco y yo suspiré aliviada, era bueno saber que ya no eran enemigas mortales. Tal vez algún día podríamos pasar un tiempo agradable, un tiempo de madre e hijas.

¿Por qué le dedicaste esa canción tan conmovedora a tu hermana? —preguntó una reportera húngara.

Porque cuando pienso en ella lo primero en lo que pienso es en la inocencia –sonrió dulcemente–. Un día soñé que estábamos en nuestra habitación, yo estaba en su cuna y la convencia de no hablar porque era gracioso ver a nuestros abuelos y a Jane hablando de forma extraña para que nosotras habláramos. Eliza siempre fue tímida y obediente, pero siempre la animaba a acompañarme con las travesuras. También recuerdo nuestras primeras conversaciones, nuestro amor por las mariposas... –sus ojos empezaron a nublarse y parpadeó un par veces–. Extraño ese tiempo, cuando todo era más fácil, cuando eramos pequeñas y Jane nos leía poesía, cuando la abuela Esme nos daba galletas a escondida del abuelo Carlisle. Extraño esa inocencia... –su voz se quebró y limpió sus lágrimas–. Si pudiera retroceder en el tiempo haría que fuera diferente, si yo... –negó con la cabeza y trató de ocultarse con su cabello–. ¿Alguna otra pregunta?

–También extraño eso.

Elizabeth se puso a llorar y Michael la abrazó, acariciando su cabello y susurrando algunas palabras para calmarla. Tenía un nudo en la garganta y sentí celos al ver que Michael hizo lo que yo quería hacer. Quería protestar y apartarla de ella, pero me limité a abrazarme a mi misma y a contener las lágrimas. Era difícil de admitir, pero yo también extrañaba ese tiempo en que ellas eran pequeñas, dulces y traviesas.

¿Cómo es la relación que tienes con tu madre? Porque hemos presenciado algunas situaciones entre ustedes y parece que se odian, ¿qué dices al respecto? –volvió a preguntar la mujer, esta vez con un tono dulce ya que Shakira aún estaba conmovida.

Jamás creí que ella podría derrumbarse ante la mención de Elizabeth, aunque me sorprendió que su expresión se llenaba de rencor al entender que la pregunta era sobre mi. Al terminar de limpiarse las lágrimas, se acercó al micrófono para poder contestar.

—Oh no –gemi con miedo de oír lo que ya sabía.

Tensa, así mi relación con Jane Vulturi –pronunció con fastidio, como si la respuesta fuera obvia–. Ya crecí, estoy creando mi propia fortuna, así que ya no la necesito, ya no debo callarme y fingir que la quiero. Jane no supo ser una madre para mi, nunca estuvo a mi lado cuando la necesite y se convirtió en mi persona menos favorita después de descubrir la existencia de Elizabeth y otras cosas –agregó en tono misterioso–. Podría denunciarla por lo que le hizo a mi mente, pero no quiero perder tiempo en un tribunal y verle la cara. Jane y yo somos diferentes a pesar de que digan que nos parecemos. Si estamos juntas, terminaremos peleando, si estamos separadas, seremos felices. Ella tiene su territorio y su vida, al igual que yo. Mientras Jane respete la distancia y no se meta en mi vida, todo estará bien. Tal vez no sea la mejor, pero entre ella y Benjamín, me quedo con ella.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora