66. La previa

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JANE POV

Con un poco de poco de pereza, me estire en la cama y miré hacia la ventana. Parecía que iba a ser otro día gris. Me cubrí con las mantas para tratar de prologar el placer de la soledad y del calor de la cama, algo que no podría durar eternamente. En la tarde las visitas llegarían a la mansión para ver a Shakira, quien después de tanto tiempo daría su concierto en vivo.

Eran muchas cosas las que debía hacer hoy. Vestirme, maquillarme, peinarme, comer, sonreír, ser buena con los Mayfair y los demás invitados de la boda, convivir con los Cullen y los Denali, trabajar desde casa y terminar con los detalles de la boda. La boda, esa bendita boda. Había reservado un hotel entero para recibir a los invitados, algunos ya estaban llegando y vendrían a ver a Shakira cantar. Faltaban dos días y Alice estaba histérica porque Shakira aún no se probaba el vestido de novia. Que ironía, la novia es la que menos interés tiene en la boda. Mi hija aún no había hecho nada, pero esperaba que lo hiciera. No dejaría que se casara con un Mayfair y se arruinara la vida. Sí ella no hacía nada, entonces debería interrumpir al cura para anular la boda.

Quería dormir un poco, pero el ir y venir de mi familia en el pasillo me impedía perderme en los brazos de Morfeo. Irritada, aparté las mantas y caminé hacia el baño. Después de hacer mis necesidades, crucé los brazos mientras pensaba que usar, tendría visitas, así que debía ser algo elegante. Sin pensar demasiado, opte por una botas, un vestido largo, un saco de lana, el collar Vulturi y el maquillaje y peinado de siempre.

La familia estaba bastante sobreexcitada a la hora del desayuno. Todos trataban de adivinar el tema de las canciones de mi hija, algo que también me provocaba curiosidad. Nunca lo admitiría, pero cada día revisaba sus redes para ver algún adelanto de alguna canción, sin embargo no había nada, sus redes solo tenían fotos de Rocky, sus plantas, nieve, sus cuadernos o de ella. Todos creían que tal vez serían canciones bailables, pero tenía el presentimiento de que esas canciones deberían ser malas, por eso no publicaba ningún adelanto. La ansiedad no me llevaría a nada, solo debíamos esperar hasta la noche para escucharla.

Durante la mañana, los hombres de la familia, bajo las ordenes estrictas de Alice, se encargaron de acomodar los sillones de la sala para que los invitados estuvieran cómodos. Las empleadas estaban concentradas en la cocina, preparando bocadillos para más de cincuenta personas. Las mujeres de la familia estaban en la habitación de Rosalie, terminando de definir los detalles de una boda que jamás se celebraría. Podría ayudarlas, pero las bodas me daban sueño. Nicolás, Victoria y Elizabeth se encargaban de cuidar a los niños y mascotas de la familia. Los guardias se preparaban para trabajar horas extras y yo estaba escondida en la biblioteca, negandome a hacer algo.

Estaba absolutamente concentrada en la poesía de Las flores del mal cuando Ingrid apareció para informarme que los Mayfair habían llegado. Malditos sean, siempre están arruinando todo. Con fastidio, dejé el libro sobre el sofá y bajé hacia la sala para recibirlos con mi mejor sonrisa.

–Llegó el gran día, nuestra querida Shakira nos va a deleitar con sus canciones –anunció Rowan una vez que los vi.

—Al fin –sonreí–. Hoy sabremos en que estuvo trabajando durante tanto tiempo.

No sabía si alegrarme o decepcionarme, pero no eran tantos Mayfair como creí. A la hora de hacer la lista de invitados, escuché que Rose se quejaba de que solamente con los Mayfair teníamos cien invitados. Por suerte, solo había quince de esas plagas americanas. Rowan, su esposo, Gerard, los tíos de Rowan y otros que no me importaba identificar fueron los únicos que aparecieron en mi mansión. Con falsa cordialidad, mantuve una conversación con ellos hasta que llegaron los Denali.

Con sorpresa, vi que Irina y Christian estaban entre ellos. Después de lo que pasó con Nicolas, no creí que la hija de Kate se dignara a aparecer en mi casa, tampoco esperaba que Christian apareciera, al parecer el chico quería fingir que nada pasó con Shakira o quería conocer al culpable de su separación con mi hija. Intercambie una mirada con él y sentí lástima porque él si hubiera sido un buen yerno. Michael y Elizabeth estaban juntos en un sofá, hablando en susurros. No sabía si separarlos o dejar que siguieran juntos, a fin de cuentas no estaban haciendo nada. Michael era demasiado inocente y miedoso, él jamás le tocaría un pelo a Elizabeth, jamás le faltaría el respeto y sí la besaba era un milagro. Ese par podría darse calor mutuamente, siempre y cuando no hicieran un gran escándalo.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora