Lady Vulturi II

69. My Happy Ending

JANE POV

La pantalla estaba oscura y los aplausos se hicieron presentes. Shakira apareció vestida con un traje violeta de odalisca, con una tela transparente a juego, su cabello estaba recogido en un moño. Ella empezó a bailar con su tela, deleitándonos con una danza típicamente árabe. Una tela mostraba como se movía su sombra. Con seriedad, ella se quedó quieta hasta que lanzó la tela transparente y la oscura empezó a mostrar dibujos árabes. Ella se fue durante un instante antes de volver con su melena negra completamente libre, la banda se hizo visible y ella empezó a mover sus caderas.

Con una voz grave, ella empezó a cantar una canción de amor, hablando sobre recorrer el mundo sin poder encontrar unos ojos como los de su amado. La canción era buena, pero el baile y el ritmo opacaban la letra. Se movía con gracia y destreza, como una auténtica odalisca, lo cual me confundía ya que ella nunca había tomado clases de danza árabe. Tal vez era su sangre egipcia la que le daba esa habilidad, aunque si me basaba en eso, Elizabeth debería bailar mucho mejor que Shakira, pero no era probable, Lizzy no era una gran bailarina.

–Yo no tengo ojos negros –se quejó Christian.

–La letra original decía marrones, pero cuando empezamos a grabar nos dimos cuenta de que quedaba a destiempo y debía cortar la frase, por eso lo cambiamos a negro —explicó Madonna.

–¿Qué es eso? —grité sorprendida al ver un dibujo negro en su cadera. Ella se movía rapido, pero estaba segura de que había visto un dibujo en su cadera.

–Parece el ala de una mariposa –observó Elizabeth, saliendo de su silencio y recordándonos que ella estaba presente.

–¿Cómo pudo ser capaz de hacerlo? –miré a Christian con algo de indignación–. ¿Tú lo sabías?

–Ella no tenía ese tatuaje cuando estábamos juntos.

La ovación del público nos distrajo y la vimos de pie, completamente quieta. Una sonrisa surgió en sus labios y volvió a bailar, esta vez como alguien normal en una discoteca, como si buscara captar la atención de alguien. Era gracioso verla así con su traje de odalisca.

Después que te ví la otra noche,
después de que te ví bailar...
me acosté pensando en tus ojos,
soñé lo mas bello que pude soñar.
Nos vimos sólo un par de veces,
y entraste en mis sueños igual..
no se lo que pienses de esto,
yo siento que comienzo a enamorar-me de tí.
Me endulzas cuando hablas,
me muero si te hago reír... es así.
Tu modo me mata, te quiero invitar a salir.

Dame solamente una chance,
dejame intentar conquistarte.
Pasemos un rato, cenemos, vamos a caminar...
Podríamos llevarnos bien.

–Fue la segunda canción que me gustó de Shakira –todos observamos a Madonna con curiosidad–. Ella quería eliminar la letra, pero la convencí de convencerla.

–Cuenta nuestra historia, como nos conocimos –susurró Christian, algo ausente al ver a mi hija bailar y sonreir.

Que daría yo porque me des... tu número de teléfono y tal vez, te llamaría nerviosa por esta ilusión de tenerte.
Tu pelo, tus manos, tu forma de hablar, tu sonrisa, tus ojos, tu acento español.
Lo que conozco de tí me gusta todo, quisiera ver mas...
En un rincón de mi cuerpo he guardado millones de besos que saltan que quieren salir.
Te los daré y llenaremos la cama de flores.