Lady Vulturi II

43. Novios

SHAKIRA POV

¿Por qué dije que Cantando por un sueño era mala idea? Pensandolo fríamente, podría ser bueno. Maldezione, era muy bueno. Aún no tenía canciones, pero podría tenerlas, solo necesitaba escribirlas, en realidad ya las estaba escribiendo gracias a mi muso inspirador.

Aprender catalán no era tan difícil, al menos Christian no hacía que fuera difícil. Era un profesor exigente, lo que me motivaba a permanecer despierta hasta altas horas de la madrugada para poder perfeccionarme a mi misma y demostrarle que puedo correr a la velocidad que él quiere. No solo mi catalán estaba mejorando, mi habilidad en el piano cada vez era mejor gracias a él.

Nuestras clases eran en su loft, en un edificio en el que Victoria y yo queríamos vivir pero nos quedaba lejos de la universidad. La decoración era muy simple y masculina, las paredes eran grises con detalles negros, tenía lo mínimo necesario para estar cómodo, un plasma en la pared, una pequeña biblioteca, una máquina para hacer ejercicio y un piano. Los pianos le gustan desde su infancia, cuando sus padres lo llevaron a la ópera. Jamás fue muy hábil para tocar, pero le gustaba ver tocar a los demás. Inocentemente traté de enseñarle, pero cada vez que él tocaba parecía que estaban maltrando al pobre instrumento, por lo que Christian se dedicaba a escucharme. Sin darme cuenta, cada vez era menos dependiente de las partituras, aunque siempre tenía hojas en blanco por si se me ocurría algo.

No era una experta en su idioma y en el instrumento, pero había mejorado en cinco clases, seis si contabamos la de hoy. La rutina que teníamos era divertida. Yo salía de la universidad y venía a su loft, el me enseñaba, le pedía ayuda con mis clases, tocaba para el y lo interrogaba sutilmente. Había descubierto que eramos bastante parecidos ya que ambos eramos unos rebeldes sin causa, nos gustaba viajar y jugar al tenis. La música era un tema algo delicado porque a él le gustaba el rock y a mi el pop. Algunas veces intenté cantar para el pero no me dejo, solo quería que tocara el piano en silencio.

Algo curioso es que también nos gustaban las apuestas, de hecho apostabamos cosas tontas entre nosotros. Un día él había apostado que podía hacer diez lagartijas sin cansarse, para mi desgracia ganó dado que llegué a ocho y me rendí. No es que mi estado físico fuera lamentable, sino que me dedicaba a hacer otro tipo de ejercicios. Por mi parte, ya que debía escribir canciones, aposté a que escribiría una que fuera rock. Él se había reído, algo que me motivó a escuchar a los grandes para inspirarme y demostrarle que podía cantar cualquier cosa.

En este momento me encontraba tocando el piano. Por alguna razón él estaba nervioso ya que no paraba de caminar de un lado a otro, no me ponía nerviosa, pero me daba curiosidad. Christian se sentó a mi lado y comenzó a jugar con un mechón de mi cabello, sonreí porque me gustaba que lo hiciera. Después de la cena habíamos superado la barrera de los besos. Ahora nos abrazabamos, el acariciaba mi cabello y dejaba que me acomodara sobre él cada vez que veíamos alguna película o serie en catalán.

Por lo general me dejaba tocar el piano tranquila y me interrumpía para pedirme que tocara algo especial. Sí se sentaba a mi lado para jugar con mi cabello era para distraerme o para pedirme algo, sí tenía en cuenta como se estaba moviendo anteriormente, seguramente iba a pedirme algo. Como la curiosidad era mucha, me apure para darle un final dulce a la melodía que estaba inventando y lo miré con tranquilidad.

–¿Cómo se llama? –preguntó.

—Aún no lo sé, solo es una melodia que aún no tiene una letra.

–Me gusto –continuó jugando con mi cabello y acaricie su rostro.

–¿Qué está pasando por esa cabeza?

–Nada interesante, solo me preguntaba sí tenías cosas que hacer este fin de semana –reí un poco ante su tono casual y le di una respuesta.

–Estoy bastante ocupada este fin de semana. Tengo que estudiar y hacer tareas para la universidad, debo escribir canciones, ver series en catalán, pasar tiempo con mi bebé... Mi agenda está bastante llena pero puedo intentar hacer un espacio para ti.