29. Te dejo Londres

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Entiendo
Que he comenzado a estorbar
Pronto estaré de tí
Muy muy lejos

Ahí me voy otra vez
Ay, te dejo Londres!
Tus rutinas de piel
Y tus ganas de huir.
(Shakira)
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SHAKIRA POV

A veces me sorprendía lo rápido que pasaba el tiempo. Lo que parecía muy lejano, ahora era muy cercano. El colegio terminó, oficialmente había terminado el bachillerato científico con la mejor calificación. Oficialmente comenzaban mis vacaciones. Oficialmente iba a comenzar una gira por Europa.

Ya tenía el boleto de avión para viajar a París, en donde se realizaría el primer concierto. Me costó un poco pero al final convencí a mis tíos para que Victoria pudiera acompañarme.

No se como paso, debería estar haciendo las maletas, sin embargo me encontraba paseando y mirando ropa junto a mi prima favorita. El verano estaba prácticamente a la vuelta de la esquina, había varios maniquíes con bikinis y para mi desgracia Victoria los miraba y analizaba cuidadosamente. No pensaba ir a la playa este año, aunque siempre era bueno tener un conjunto nuevo.

–Me encanta, definitivamente me llevaré éste –sonreí cuando vi el conjunto verde que había elegido.

–Combina con tus ojos —miré aburridamente los conjuntos y le mostré uno rosado–. Creo que me llevaré éste.

–¿Algun día dejarás de elegir ropa rosada? –reí al verla poner los ojos en blanco.

–¿Qué tiene de malo el rosado? Es el color del amor y ya sabes que estoy muy enamorada de mi misma.

–Eres una loca.

–Me caí de la cuna y quede así –me encogi de hombros e hice un puchero.

–Y siempre te golpeabas la cabeza, ahora entiendo todo.

–Mi vida es trágica –ambas comenzamos a reír y fuimos a pagar las cosas.

Salimos de la tienda y entramos en otras para comprar vestidos, zapatos y ropa de fiesta. Ella compró más cosas que yo, no se por qué pero esta vez nada me agradaba. Tal vez no estaba de humor para salir a hacer compras, tal vez la ropa era muy mala, lo que si sé es que solo tenía tres bolsas y Victoria nueve. Pasamos delante de una tienda que vendía lencería erótica y sonreí mientras miraba con gran curiosidad los conjuntos.

–Dime que no vamos a entrar.

–¿Qué tiene de malo? –pregunté inocentemente–. Simplemente es ropa interior.

–Ropa interior erótica que usan las mujeres desesperadas para llamar la atención de los hombres. ¿Acaso vas a usar eso para Gerard?

–¿Por qué siempre tienes que recordarme su existencia? No soy su sumisa y no estoy pensando en él todo el tiempo. Simplemente me gusta y me compraré un conjunto para seducirme a mi misma, ya sabes, para que la llama no se apague –le guiñe un ojo y ella se cruzó de brazos.

—Te espero aquí –contestó seriamente.

–No seas cobarde, además cuando sea un ángel de Victoria's Secret tendrás que verme desfilar con estas cositas hermosas.

–¿Hablas en serio? –alzó una ceja y la miré seriamente.

–Si. Realmente quiero ser un ángel aunque tenga que pisar suelo estadounidense. No lo haré ahora, pero en algún momento de mi vida me presentaré voluntaria.

–Estas loca –repitió.

Negué con la cabeza y entré en la tienda. Quedé asombrada al ver las prendas pequeñas y delicadas con grandes cantidades de encaje. Si estuviera sola, probablemente me quedaría todo el día, pero como Tori estaba afuera, simplemente me limité a comprar tres conjuntos antes de salir de la tienda para volver con ella. Paseamos por más tiendas, fuimos a comer y finalmente volvimos a casa. Al llegar, ella fue a buscar a sus padres y yo fui a mi habitación. En el camino me crucé con Elizabeth, una mueca de disgusto se formó en mi rostro antes de esquivarla y encerrarme en mi mundo. Solo debía soportar unas horas antes de irme y alejarme de ella. Sabía que era irracional pero no podía verla porque eso me recordaba a Jane y no quería pensar o estar cerca de esa mujer rubia que dice ser mi madre.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora