51. Fiesta de compromiso

85 6 8
                                    

SHAKIRA POV

Que poco duran mis promesas. Había jurado que jamás volvería a Londres, no obstante aquí estoy, respirando el aire asfixiante de la capital inglesa. Todo sea por el nonno Carlisle.

Las últimas semanas habían transcurrido con bastante normalidad. Después de lo que paso, Victoria y yo habíamos vuelto a ser amigas, como si nada hubiera pasado. El estudio ya casi estaba listo, por lo que mi equipo pronto iría a Barcelona y comenzaríamos a grabar las canciones que escribí. Con Christian también estaba bien. Retomamos nuestra rutina de catalán y piano e incorporamos la cama para que me sirviera de estímulo a la hora de aprender ese molesto idioma. No estaba mal. Christian era dulce y fuerte, un poco salvaje a veces, pero lo hacía bien. Nos amabamos, estábamos juntos y follabamos, ¿qué más se podía pedir? Todo iba bien.

Nicolás nos estaba esperando en el aeropuerto para que llegáramos todos juntos y sorprendieramos a la familia. Él y Victoria iban conversando animadamente en los asientos delanteros mientras yo me dedicaba a perder el tiempo con mi teléfono. Podría participar e interactuar con ellos, pero me sentía mal, Londres me enfermaba, me deprimia. Por alguna razón siempre me costaba respirar y pensar con claridad cuando estaba aquí.

Llegamos a la mansión y lo primero que noté fueron las grandes filas de autos estacionados a ambos lados de la acera. Era un barrio exclusivo, lujoso y fantasma, solo los más ricos vivían aquí. De todas las casas, solo la nuestra estaba habitada, las demás estaban vacías dado que sus dueños vivían en otras partes del mundo y no se molestarían si autos lujosos bloqueaban sus entradas.

La lógica decía que solo debería celebrarse el primer siglo de Rosalie como vampiresa, sin embargo, también se celebraba el primer siglo de casados de mis abuelos, dado que estaban muy ocupados para celebrarlo en el momento correcto. Sí solo se festejara el aniversario de mis abuelos, la fiesta sería sencilla y más de la mitad de los invitados no estarían aquí. Con Rosalie involucrada todo cambia. A ella le encanta exhibirse, así que no sería extraño encontrar a cientos de invitados que le presten atención.

Bajamos del auto y fuimos a nuestras habitaciones para cambiarnos y estar acorde a la celebración doble. No iba a preocuparme mucho por mi apariencia, solo necesitaba un poco de maquillaje, un vestido de mangas cortas, medias transparentes y zapatos de tacón. Estaría presente en contra de mi voluntad, con verme presentable alcanza. Salí de mi habitación y me crucé con Nicolás. Podríamos hablar, pero el silencio es mejor. Lo único que nos unía era Victoria, quien demoró bastante y solo tenía un vestido verde, zapatos a juego y el cabello recogido en un peinado que se veía muy complicado y difícil de hacer.

En el jardín había cientos de personas con vestidos y trajes elegantes. Los objetos que formaban parte de la decoración parecían sencillos; eran luces de colores, esferas de navidad, globos, flores y manteles en las mesas; pero unidos, eran capaces de crear algo digno de ser fotografiado y publicado por una revista de diseño. Entre los invitados había varios rostros desconocidos, seguramente eran doctores o amigos de mis abuelos dado que estaban cerca de él. Vi a algunos reyes y príncipes cerca de mi madre y Elizabeth, a juzgar por las mejillas rosadas de ésta, mi madre estaría presentándola. ¿Qué tienen que ver los líderes del mundo con los Cullen? Nada, pero invitarlos seguramente fue idea de Rosalie.

Mis primos me abandonaron en silencio, igual que dos ratas cobardes y traidoras. Molesta, empecé a mezclarme con los invitados para encontrar a alguien digno de mi compañía y evitar que mi madre me viera. En una mesa, hablando y bebiendo, estaban los hermanos Denali. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral mientras observaba a Christian. ¿Qué hace aquí? Sabía que estaría en Londres este fin de semana, pero, ¿quién lo invitó? Que Michael este presente es lógico, ya casi es de la familia, pero Christian no, nadie sabe de lo nuestro. Su mirada oscura se posó en mi, paralizando mi corazón un segundo. Con decisión, caminé hacia su dirección para rozar su brazo accidentalmente y pedirle que me siguiera a un rincón alejado.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora