41. Planes de emergencia

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ROWAN POV

¡Maldición! ¿Cómo puede estar pasando? Mayfair & Mayfair es una empresa solida que sobrevivió las dos guerras mundiales sin sufrir daños, ¿cómo es posible que ahora estemos en quiebra?

Esto era malo, muy malo. Ryan y el tío Julien estaban como locos, nadie supo cómo es que esto llego a pasar, solo sabíamos que nuestro hermoso imperio se estaba derrumbando.

–¿Podemos salvar esto de alguna manera? –pregunté preocupada.

—No creo que te guste –contestó Pierce Mayfair, uno de los abogados que sabía algo sobre finanzas.

–Habla.

—Debemos sacrificar el Mayfair Hospital, sí usamos lo que nos queda solo sobrevivirá un mes. Sugiero venderlo o empezar a cobrarle a los pacientes.

—¡No! –grité desesperada–. Luche mucho por el Mayfair Hospital, hay muchas personas a mitad de tratamientos, demasiados practicantes y demasiados experimentos sin terminar. Prefiero ser indigente antes que perder el Mayfair Hospital.

La medicina siempre fue lo que me mantuvo cuerda en este mundo. Después de casi morir al perder a los hijos de Michael Curry y después de recuperar el legado Mayfair tras la muerte de Mona, la medicina se había vuelto lo más importante en mi vida. El Mayfair Hospital era mi sueño hecho realidad, era el mejor centro de neurología del país y atendía a miles de personas de todas partes del mundo.

Para mi, la medicina era algo que debía estar al servicio de todos. Nadie debería pagar para cuidar su salud. Gracias al incalculable legado Mayfair, no había tenido necesidad de cobrar por consulta ya que no necesita esos ingresos. Pero como siempre, nada en esta vida es eterno, todo se acaba y los sueños se terminan. Mi hermoso Mayfair Hospital estaba en sus últimas horas de vida.

Un golpe en la puerta nos distrajo y vimos a Grace Mayfair, una prima que viene del lado pobre de la familia, su belleza es lo único que la salva y hace que sea nuestra secretaria.

–El señor Salvatore está aquí.

–Hazlo pasar –pidió el tío Julien con cierta urgencia.

De la nada ingresó un hombre de cabello negro y ojos claros, prácticamente grises. Tenía una actitud y mirada arrogante, como si creyera que es el mejor hombre del mundo. Julien avanzó hacia él y ambos hombres se dieron un fuerte apretón de manos.

—Damon, justo a tiempo. Confío en que puedas ayudarnos.

—Amigo Julien.

–¿Cómo podría ayudarnos el señor Salvatore? –como si hubiera leído mi mente, Ryan formuló la pregunta que rondaba por mi cabeza.

–Oh bueno... Julien me habló de sus problemas y decidí venir. No sé qué está pasando pero todos los líderes están teniendo problemas con sus imperios financieron. Miento, los Vulturis son los únicos que no tienen problemas, aunque son muy reservados para confesar su fórmula del éxito.

—Esos italianos nunca me dieron confianza, deben hacer pactos con el diablo –susurró Julien.

–¿Los Vulturis están bien? –pregunte con interés, demasiado interés.

–Demasiado bien, la bruja es buena para los negocios y una de las princesas esta amasando su propia fortuna. Tal vez sea la vidente de los Cullen, pero lo cierto es que la bruja sabe cuándo y cuánto invertir para mantener su imperio a flote. Lo que sé, es que están a punto de expandirse, al parecer van a abrir más discotecas y hoteles en América del Sur.

—¿Discotecas y hoteles? ¿Eso es todo? ¿Esa es la fuente de su imperio? –Julien reflejaba el escepticismo de todos.

–Esa es la parte visible, las ganancias que usan para cubrir sus gastos. Hablé con Jane hace poco, le ofrecí mis servicios como asesor pero se nego, dijo que mis referencias no la convencian y que no necesitaba más empleados. Creo que la bruja y la esposa del brujo son las que saben de que esta compuesto el legado, por lo que vi, ellas son las contadoras principales.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora