36. La rosa negra

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JANE POV

Salí del baño envuelta en una bata cuando escuché un par de golpes en la puerta. Estaba a punto de responder cuando la puerta se abrió, permitiendo que Alec pudiera ingresar a mi habitación. Suspire y rodé los ojos mientras me dirigía al armario para buscar algo de ropa. Siempre era igual, Alec tenía la costumbre de entrar a mi habitación como si fuera la suya, sin importar si estaba vestida o desnuda, él se quedaba para conversar o simplemente hacer una pregunta. Me vestí con un traje y zapatos negros, salí del armario para peinarme y a través del espejo pude ver el gesto de disgusto que mi hermano hizo al verme.

–¿Algún día dejarás de usar ropa negra? Pareces una emo o una viuda que siempre está de luto.

–Estoy de luto porque ya no soy una jovencita de veintiocho años, ahora soy una anciana de veintinueve. ¿Sabes lo qué significa? Los veinte vuelven a acabarse y el próximo año vamos a pasar por la crisis de los treinta. Nuestro duodécimo siglo está pasando muy rápido y en un par de suspiros más seremos víctimas de Alice –dije con horror–. Esa mujer es peligrosa y nos dará un pastel para que soplemos trece velas, como si fueramos niños pequeños.

–Faltan setenta y un años para eso, no empieces a dramatizar desde ahora, además, si visualizas eso entonces Alice lo verá y lo hará. Ya inventaremos algo para controlar a Alice. Como sea –suspiró y se acercó a mi–, feliz cumpleaños hermanita.

–Feliz cumpleaños hermanito –sonreí feliz y le di un abrazo, colocando mis brazos detrás de su cuello y escondiendo mi rostro en su cuello. Él colocó sus brazos en mi espalda, apretandome suavemente y escondiendo su rostro en mi cabello. Ambos nos quedamos quietos durante unos minutos antes de separarnos. Vi una sonrisa en su rostro y un brillo especial en sus ojos azules.

–Tú ganas, te dejare vestir de negro pero en la noche quiero verte con un vestido que no sea negro.

–¿En la noche? –pregunté divertida.

–Victoria y Nicolás organizaron una cena para seis en Padella, al parecer quieren pasar tiempo con nosotros antes de irse. La idea original es que la mesa fuera para siete, pero Shakira tiene un concierto en España y no puede venir.

–Aunque estuviera libre no vendría, hace tiempo que dejo de preocuparse por ser políticamente correcta y mantener la imagen de la familia feliz –comenté con cierto aburrimiento.

–Cierto, pero lo que iba diciendo es que...

–Si, si, ya oí. Padella y vestido elegante de cualquier color que no sea negro. ¿Cómo convencieron a Elizabeth para participar en esto? Detesto celebrar mi cumpleaños.

–Nuestro –aclaró Alec–. Que yo sepa tú no eres hija unica –rodé los ojos y sentí sus manos en mis hombros–. Vamos, se que puedes hacerlo. No vas a morir por usar ropa de color. Es mi cumpleaños y soy tu hermano mayor, no seas mala y hazlo por mi.

–De acuerdo –suspire derrotada–. Lo haré solo porque eres mi hermano favorito.

–Soy tu único hermano –replicó levemente confundido.

–Por eso eres mi favorito –sonreí angelicalmente y empecé a caminar para salir de la habitación.

La hora del desayuno fue bastante tranquila, hicimos lo mismo de todos los días, con la diferencia de que la familia nos felicitó y nos dio buenos deseos. Alice era la única que estaba levemente molesta, ya que si fuera por ella, todos tendríamos grandes fiestas el día de nuestros cumpleaños.

Al momento de levantarme de la mesa y dirigirme al garage, Alec me dio una mala mirada.

–¿Qué haces?

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora