90. La ascensión...

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...al poder

Toda mi vida tuve que aprender a amar.
En esta hora, mi arte puedo probar
Y hablar de mi pasión, ¿cielo o infierno?
¿Ella no me dará el cielo? ¡Está bien!
(Robert Browning)


Lentamente, el sol comenzó a asomar por el horizonte, proporcionando algo de luz natural, marcando el fin de la noche, el inicio de una fría mañana de enero, el inicio de la guerra, una guerra que traería sorpresas, heridos y muertos.

Una fría brisa agitó el cabello violeta de Shskira. No era necesaria su presencia, así como tampoco lo era la presencia de las mujeres Cullen, pero ellas insistieron. Todas tenían una trenza, excepto Shakira, quien deseaba conservar la elegancia incluso en el peor momento. Siempre diva, nunca corriente. Ella odiaba la ropa negra, pero por primera vez no se quejó por tener que usar un traje de combate negro, aunque su látigo rosado, que descansaba en su cadera izquierda y estaba sujeto en un cinturón verde fosforescente con una S dorada, le daba un toque de creatividad y color a su traje. Nicolás estaba a la derecha, Alec a la izquierda, extendiendo una niebla en el suelo.

Peter, Thomas y Dylan cubrían la retaguardia de la reina joven. La familia Cullen los rodeaba, mientras el resto de los guardias estaban ubicados de forma defensiva. Bella expandió su escudo mental para cubrir y proteger a la familia y guardias. Todos estaban en posición, listos para luchar, solo que los atacantes aún no habían llegado.


Rowan observó a sus guardias por última vez, asegurándose de que el plan de ataque funcionara. Ella conocía el plan de ataque de los Vulturi, el mismo que Aro inventó, el que utilizó Jane y el que utilizaría Shakra. Para ella, los Vulturi eran básicos a la hora de la batalla, se limitaban a mostrar una cantidad de guardias, pero solo tenían uno o dos miembros realmente poderosos. El punto fuerte de los Vulturi eran Alec y Shakira con sus nieblas, Nicolás y Victotia con sus ilusiones de dolor, Peter con su espejo y Bella con su escudo. Ellos eran los que debían morir primero, el resto solo era un adorno para intimidar al enemigo.

Benjamín estaba enojado. El quería participar en la lucha, pero Rowan no se lo permitió. Amún y Vladimir no habían actuado de la mejor manera. Si, habían causado un gran lío revelando el secreto, pero Jabe pudo recuperarse rápidamente del golpe, convirtiendo el escándalo en un beneficio para todos. El único daño colateral fue Elizabeth, pero ella tenía sangre Vulturi y podía recuperarse con facilidad. Cuatro años y medio y la compañía de Michael fueron capaces de borrar diez años de maltrato.

Los Mayfair tienen más experiencia en guerras. Ellos viven en Estados Unidos, uno de los países donde los hombres sienten fervor por servir a su país, por morir defendiendo su tierra y su himno. Tanto tiempo viviendo en ese lugar tan nacionalista los había contagiado, les había dado un espíritu guerrero y exaltado, volviéndolos expertos y amantes de las guerras. Ryan y Julien habían planeado todo con gran cuidado. Nada podía salir mal.

Julien había creado muchas copias de Benjamín para apoderarse de Volterra, mientras el resto luchaba en Londres. Llevarían la artillería pesada, pero una parte del ejército de Benjamínes acudiría cuando ambos bandos estuvieran al límite de sus fuerzas, como los estadounidenses que marcaron la diferencia en la Primera Guerra Mundial. Quizás esta guerra no fuera tan trascendental en la historia mundial de los humanos, pero dentro de la historia vampírica, esta guerra marcaría una gran diferencia.

Benjamín y sus copias se despidieron de los Mayfair en Francia, para partir tranquilamente a Volterra. Julien tenía un micrófono en su ropa, así, cuando la lucha llegara a su climax, él gritaría para que algunos Benjamínes acudieran en su ayuda. Era sencillo y no podía fallar, la victoria estaba de su lado. A partir de hoy, la dinastía Vulturi dejaría de existir. A partir de hoy, los Mayfair serían los reyes del mundo.

Lady Vulturi IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora