Lady Vulturi II

88. Estrategia

ALEC POV

Siete meses de paz era mucho tiempo. ¿Cuáles eran las posibilidades de que nadie quisiera atacarnos después de la muerte de Jane, nuestra protectora?

Me sentía humillado y avergonzado de mi mismo, era el mayor, ¿por qué no pude cuidarla? Era su gemelo, ¿por qué no me di cuenta de que estaba sufriendo tanto? ¿Cómo es que se atrevió a hacerlo? ¿Por qué tuvo que dejarnos? Compartimos el vientre materno, estaba seguro de conocerla, pero Jane siempre tenía la capacidad de sorprenderme.

Por primera vez en mi vida asumí la responsabilidad de convertirme en un líder, lo cual me desagradaba pero era justo. Por años, Jane era la que más se interesaba por observar y aprender de los maestros, ella fue la sucesora de Aro, algo que nunca cuestione y reproche a pesar de ser el mayor. Con Shakira era diferente, ella apenas era una niña, una muy distraída y volátil. Para bien o para mal, algo había aprendido de Jane, sentía que era una obligación aligerarle la carga a mi sobrina, sobretodo porque soy su tutor hasta que alcance la mayoría de edad legal de los humanos.

La noticia que Thomas nos dio fue devastadora y me obligó a tomar medidas desesperadas. Luego de convocar a toda la familia para informarles lo que estaba sucediendo, Jasper tomó la voz cantante y empezó a discutir con Peter y su hermano la mejor forma de prepararnos para luchar. Si Jane estuviera aquí, ella también participaría en la discusión, a ella siempre le gustaron esas cosas. Si Jane estuviera aquí, luchariamos juntos, ella en la ofensiva, atacando con esa mezcla de ferocidad e inocencia que siempre la caracterizó y yo en la defensiva, cuidandola y cuidando al resto. Pero Jane no esta. Por primera vez tendría que luchar sin ella.

Las horas pasaron y por fin pudimos ponernos de acuerdo respecto a lo que haríamos, solo necesitabamos a Shakira para hablar con ella y empezar a prepararnos. Para matar las horas muertas, Alice y Rosalie se encargaron de buscar los trajes de combate y dejarlos en nuestras habitaciones, mientras Peter y Thomas hablaban con la guardia.

A media tarde Shakira hizo acto de presencia e hice una mueca al verla. No importa cuantas discusiones hayamos tenido, ella seguía luciendo una cabellera violeta, completamente ajena a las críticas que recibía. No necesitaba teñirse de negro, castaño o rubio era buenas opciones, pero no, Shakira era inflexible con su aspecto, cabello violeta y trajes de colores o nada.

Mi sobrina siempre fue una fuente inagotable de energía, pero estos meses la estaban agotando. Estaba perdiendo peso a una velocidad alarmante, probablemente por dejar de comer. Ella siempre fue delgada, pero su ropa empezaba a quedarle floja y los pómulos empezaban a notarsele con gran claridad. Sus ojos habían dejado de brillar, las ojeras habían llegado para quedarse y empezaba a tener fases de apatía, donde lo más evidente era su mirada ausente y su silencio. Queríamos ayudarla, pero ella siempre estaba bien. Shakira había heredado el orgullo de Jane y jamás se atrevería a pedir ayuda.

Ella dejo la maleta detrás de un sillón y se acercó a Victoria. Paso una mano por su cabello y el brillo de sus pulseras captó mi atención, ya que hace tiempo que ella no usa joyería. ¿La posible presencia de Christian causó que se esmerara en arreglarse para verse mejor de lo normal? Les dediqué una mirada y vi que ninguno se dirigía la palabra.

–Reunión familiar, ¿y esté milagro? –Shakira nos miro con una sonrisa que desapareció gradualmente al recorrer la sala–. ¿Dónde está Elizabeth? ¿Acaso la mataron y están reunidos para darme esa noticia?

–¿Qué? –exclame sorprendido–. Shakira, eso no...

–Es cierto que ella es un poco tonta y lenta –me interrumpió con una mezcla de desesperación y tristeza–, pero es mi hermana, sangre de mi sangre, carne de mi carne, hermosura de mi hermosura. ¿Qué les hizo para que la eliminaran de este mundo? No tengo padre, me quede sin madre y ahora ya no tengo hermana. ¿Qué hice para merecer esto?