Re: Destiny

Capítulo 92: Primer golpe

Al teletransportarnos juntos de vuelta, de inmediato nuestros amigos se acercaron a verificar el estado de Nifa.

- ¡Llegaron! - Anunció Fear, mientras Zekir parecía distraído en su preocupación - ¡Nifa! ¿¡Estás bien!? ¿¡Estás herida!? - Acercándose sin siquiera dejarla responder, dando vueltas a su alrededor revisando su condición justo antes de lanzarse a abrazarla al ver que no tenía heridas de gravedad. - ¡Me alegra taaaa~nto verte!

- S-si, ahora estoy bien... - Intentando quitársela de encima con suavidad. Sabía como era y entendía que solo era su forma de mostrar preocupación.

- Nos asustaste... Zeit corrió a buscarte apenas nos contactaste. Y tu, dejala en paz niña salvaje - Ein tomaba a Fear de la oreja para alejarla.

- Antes que nada, necesitas descansar bien... Ya podremos conversar más tarde. - Intervino Zekir.

- N-no... no puede esperar... - Intentando buscar una posición cómoda apoyándose en uno de los muros.

- ... - Entendí que era un asunto serio y temía que el motivo fuera el mismo por el que nos encontrábamos en esa ruina en primer lugar. Nos miramos entre todos un segundo. - Dinos, ¿qué pasó? - Luego de comenzar a tratar sus heridas.

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Todo había comenzado unas semanas antes de que Nifa contactara de emergencia a Zeit.

La Reina arpía, Nigi, no solo estaba en esa posición por su línea de sangre o su fuerza en combate. Su inteligencia la llevaba a tomar decisiones tan acertadas que eran capaces de salvar a todas sus hermanas antes de que el peligro incluso acechara sus puertas.

Desde que comenzaron a unir a todos los pequeños grupos de Arpías en el continente, el espacio en su nido se había hecho cada vez más y más pequeño, aun cuando ni siquiera habían logrado reunir a los grupos más grandes. Necesitaban un lugar donde el espacio no fuera un problema incluso reuniendo a todas las arpías del continente y más.

De esa forma, había puesto en marcha un plan para mover a toda su tribu a un nuevo y desconocido lugar sin dejar rastro alguno de su migración.

Cerca de las montañas espirituales, la reina encontró una serie de cuevas arraigadas hasta lo más profundo. Aunque el peligro era inmenso por el tipo de energía que constantemente atraía a los más salvajes monstruos, por si sola limpió toda la zona hasta consolidarse como una fuerza a la que ninguna bestia podía oponerse. Le tomó varios meses lograr esta hazaña, pero solo por el hecho de que lo hizo en el más absoluto secreto en un lugar al que nadie más podía acceder.

Cuando el tiempo llegó, ella y todas sus hermanas volaron a una altura tal que nadie sería capaz siquiera de saber que estaban ahí. Con solo una pequeña "falla" en su plan.

Una vez la migración comenzó, cientos de Arpías de una tribu diferente comenzaron también su movimiento. Este grupo se dirigía exactamente hacia el antiguo hogar de Nifa.

Aunque la reina estaba consciente de que existían espías de otras tribus de arpías dentro de la suya, jamás ocultó nada para ellas. Las consideraba a todas como sus hermanas, sin importar si la reconocían como reina o no.

Estas mismas espías se encargaron de esparcir pobremente el conocimiento que Zeit les entregó, así como también el hecho de que abandonaron su hogar, dejándolo disponible para que cualquiera lo tomara.

Desafortunadamente, estos grupos no tomaron las mismas precauciones que la reina Nigi y se dirigieron descuidadamente hacia las Montañas de Tautra. Una oportunidad que la orden no iba a dejar pasar.

Esta migración de Arpías fue el suceso final que llevó a los miembros de la orden a organizar un ataque coordinado a varias tribus de diferentes razas, no solo ellas y Dryakan; Elfos, Nemyths, Ents, Impers, Lycans, Elems y decenas de pequeños grupos que apenas eran considerados como "razas". Todos masacrados en el exacto mismo momento. De hecho, varias especies conscientes emergentes desaparecieron, incluso antes de dejar su marca en el mundo, aquel día.