Capítulo 22: Misiones

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Desde este año en adelante, podemos comenzar a tomar misiones para obtener tanto materiales como dinero, así que con la ayuda de Gyo elegimos algunas adecuadas para comenzar.

Hasta ahora tenemos práctica en combate, pero aparte de los gemelos y Gyo, el resto de nosotros apenas poseemos experiencia real más que una sola pelea completamente fortuita que tuvimos al comienzo de las vacaciones.

Las misiones podían llegar a durar varias semanas, pero como para aprobar las clases bastaba con un solo examen al final del año, no había problema en desaparecer incluso varios meses si era necesario. Pero ya que solo era nuestra primera misión, Gyo escogió una simple exploración de una de las mazmorras cercanas al reino.

Había una salida especialmente hecha para que los alumnos puedan ir a las afueras del muro del reino, situada justo detrás de los campos de entrenamiento. Una vez fuera de los muros, la vida de cada uno de los alumnos era de exclusiva responsabilidad de ellos mismos y era parte de los desafíos de la academia para forjar buenos magos.

...

El camino hasta la mazmorra tomaba solo un par de horas de caminata y el completarla podía tomar como máximo 1 día, así que con el objetivo de volver el mismo día, partimos a primera hora de la mañana. 

Aunque esa era la información disponible, en la realidad nos tomó poco más de una hora para llegar debido a que la estimación estaba hecha considerando las constantes batallas con bestias en el camino, que ralentizan el paso y obligan a los alumnos a tomar descansos cada cierto tiempo. Sin embargo, para nosotros, la mayoría de los monstruos no se podía comparar a los que ya habíamos enfrentado además de que eramos un grupo grande.

Gyo pensaba que nuestra falta de experiencia sería un gran problema, pero supongo que el haber enfrentado aquella enorme manada de lobos hizo un buen trabajo para al menos acostumbrarnos a usar nuestras habilidades en batalla real a la fuerza. Nosotros mismos no esperábamos que las bestias no fueran difíciles de manejar en lo absoluto y cuando aparecía una, el que la veía primero era el que tenía el derecho de atacar. Más que una peligrosa aventura parecía un juego, aunque no bajamos nuestra guardia un solo momento al estar en un territorio completamente nuevo.

...

La mazmorra era más bien una sección del enorme bosque que rodea casi la mitad del reino en donde los monstruos son especialmente poderosos y están bajo el dominio de un monstruo árbol llamado Brakner, capaz de controlar los árboles y plantas y crear sus propios súbditos. Los súbditos no eran gran cosa y la mazmorra en sí apenas poseía algunas trampas para ralentizar el paso. La agilidad de todos usualmente era suficiente para evadirlas, pero para evitar riesgos Kaer se encargó de consumir cualquier tipo de energía que activara estas trampas deslizándose suavemente y sin un solo sonido gracias a Furtivo.

El jefe tampoco fue difícil al estar en el Primer camino y de hecho aprovechamos la velocidad que tenía para crear nuevos súbditos para probar varias técnicas en las que estábamos trabajando y sobretodo para que Gyo probara en batalla su nueva espada, pero todo acabó más rápido incluso de lo que pensé.

De un salto, Gyo cayó en medio de la oleada de monstruos junto a Brakner y clavó su espada en el piso para generar púas de huesos desde el subsuelo como si de plantas se tratara, perforando a cada uno de los monstruos presentes y empalando por completo al jefe. Rápido, simple y muy efectivo.

-E-en serio... realmente fue capaz de hacerlo... - Murmuró Gyo mirando su espada aun clavada en la tierra.
- ... Claro que sí, pero al menos deberías asegurarte de eso antes de lanzarte de esa forma ¿no crees? - Pregunté algo exhausto al notar que todo fue más que un intento sin ninguna certeza.
- ¿Y se lo dices tú? - Añadió Fear de pronto.
- Gh- ¡B-bieeen! Supongo que con esto fue todo - Omitiendo totalmente mi comportamiento hasta ahora donde básicamente hacia lo mismo que Gyo.
- Supongo... pero creo que fue incluso demasiado fácil... ¿Les parece si volvemos ya y nos preparamos para algo un poco más difícil? - Preguntó Gyo con una sonrisa algo malévola.
- Je, por supuesto... Ese es nuestro objetivo ¿verdad chicos? - Miré a todos los demás mientras asentían con una mirada decidida sin dudarlo ni un momento.

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