Capítulo 84: Reforjando

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Después de tanto tiempo, tener a mamá frente a mi me daba una gran alegría. Incluso cuando sabía que eventualmente volvería a verla, era inevitable la preocupación que sentía. Me hubiese gustado poder tener un largo tiempo de tranquilidad, donde poder reconectarnos y ponernos al día con todo lo que pasó, no solo las cosas malas, sino que toda la experiencia dentro de la academia y de como cada una de sus enseñanzas, y las de papá, me ayudaron a encontrar mi camino sin ellos.

Mamá también deseaba un momento de tranquilidad, pero con tantos temas urgentes ninguno hallaba el tiempo para dedicar simplemente a compartir el uno con el otro. Mamá tenía importantes responsabilidades entrenando a varios jóvenes.

- Se que ahora mismo debería estar acompañandote, mamá... No debe ser fácil saber que papá ya no está con nosotros... Pero no puedo evitar preocuparme por esta situación. Necesito hacer algo al respecto.
- Mi pequeño, no necesitas preocuparte por mi. Soy tu madre ¿recuerdas?. Se supone que soy yo la que debería estar preocupada por tu bienestar y ayudarte en todo lo que necesites... Pero realmente, has crecido siendo un joven dryakan espléndido, un poderoso mago y, sobretodo, una persona amable y compasiva...
- Mamá...
- Se que mucho de eso no es gracias a mi... Incluso ahora, solo he estado en una pequeña parte de tu existencia, pero no puedo evitar sentirme orgullosa de todo lo que eres.
- Yo... para mi eres tanto o más importante... Me enseñaste a sobrevivir en este mundo, me cuidaste cuando no podía hacerlo yo mismo... Incluso ahora sigo buscandote, mamá, cuando no me siento bien... Sin importar qué, soy--
- Mi pequeño, lo sé... - Me respondió mientras tomaba mi mano repentinamente para acercarme a ella. Fue el abrazo más cálido que sentí en mucho tiempo, incluso considerando mi vida anterior.

No fue por mucho, pero ese día simplemente permanecimos en casa, casi como un día normal antes de nuestro tiempo en la academia.

Deseé que ese tiempo se extendiera mucho más, pero desafortunadamente habían cosas por hacer. Prometimos que cuando todo terminara, nos daríamos el tiempo para hablar de todo lo que teníamos pendiente y tratar de volver a vivir como una familia, incluso con solo el recuerdo de papá.

Eran pequeños momentos, pero esos recuerdos me acompañarían para siempre. Me darían fuerza para todo lo que estaba por venir.

...

Con el pasar de los días había comenzado a sentir una molestia sobre el motivo de porque la energía de Remya había desaparecido. Normalmente, incluso en los estados más debilitados de las semillas, la energía debería ser clara en el ambiente para nosotros, pero no era el caso. Era una de las tantas cosas que se robaban mi atención luego de despertar.

Había visitado la cueva de Remya intentando buscar pistas de esto y de mi llegada, pero tal como esperaba, estaba vacía.

Fui donde los ancianos a preguntarles sobre el tema, además de otros asuntos que necesitaba revisar, y me explicaron lo ocurrido sin secretos. Esto gracias a la información que les había entregado Grob sobre mi relación con los dragones dimensionales y como fui yo quien los guió junto a Furie.

Luego de la "llegada", Remya había ocupado la totalidad de su energía. Los últimos restos que le quedaban los había utilizado para "mantener" a salvo a todos hasta un momento donde pudieran sobrevivir.

Aquí es donde entra todo lo complicado. Los poderes de Remya de alguna forma le permiten manipular el tiempo o al menos interferir hasta cierto punto.

Desde el día en que todos desaparecieron, hasta su reaparición, pasaron casi 2 años. Considerando también lo que mamá me contó que sintió en aquel momento, la hipótesis de que los dragones dimensionales eran capaces de moverse en el tiempo de manera no lineal tomaba aún más fuerza.

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