Capítulo 88: Amor de madre

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Pocos días después, finalmente estaba recuperado por completo y mi cuerpo volvía a sentir la energía con la misma naturalidad de antes. Mamá fue la primera en notarlo y mientras me dirigía a la cascada, me interceptó.

Estaba apoyada en una de las rocas alrededor, simplemente mirando el agua caer. Vestía su conjunto completo de batalla, una hermosa armadura ligera color plata con refuerzos en puntos vitales, pero que priorizaba la movilidad.

- Me imagino que vas a entrenar ¿no? - Me habló de forma repentina, mientras aún admiraba la armadura que vestía.

- Sip, creo que ya fue suficiente de descanso y mi cuerpo al fin se siente como debería. - Le mostré una amplia y honesta sonrisa. Había pasado tiempo desde que me sentía tan bien y no podía evitar querer verificar que todo estuviera en orden.

- Haa~ supongo que era de esperarse... - Mientras me miraba con nostalgia - ¿Qué te parece si de ahora en adelante entrenamos juntos?

- ¿Eeh? ¿De verdad? - Su propuesta me sorprendió genuinamente y no iba a dejar pasar la oportunidad de estar con ella. - ¡Entonces vamos! - Con una gran sonrisa en mi cara, mientras que ella me veía algo incrédula.

En el campo de entrenamiento habían más adultos de los que recordaba, aun cuando la cantidad total de personas en la aldea no era demasiado diferente. Sin embargo, muchos de ellos ya no estaban "practicando", sino que eran combates realmente agresivos. Buena parte de ellos eran jóvenes a los que les había enseñado con anterioridad en la aldea de Grob, así que apenas me reconocieron me dieron un rápido y respetuoso saludo inclinando su cabeza para luego continuar con sus peleas.

Mientras tanto, mamá había tomado un lugar amplio para nosotros. Aunque más bien fue que con cada paso que daba, se formaba un enorme círculo a su alrededor, con todos alejándose de ella. Ella parecía feliz con eso, casi nostálgica.

- Prepárate - Me indicó mientras, desde su espalda, sacaba una vistosa espada de doble empuñadura, con plumas grabadas y un maravilloso nervio dorado en medio de la hoja. Sin problemas, sostenía esa enorme arma con su mano derecha, mientras en su izquierda aparecía un alargado escudo que cubría su brazo por completo.

- ¿Esos son...?

- Ah, creo que no los habías visto antes, pero es de mi antiguo equipo... Tenía uno mejor pero lo perdí en el ataque, así que supongo que esto deberá ser suficiente. - Aún intentaba acostumbrarse a la armadura y al peso de su espada - Si vas a equiparte algo, hazlo ahora... No seré tan amable como tu padre. - Mientras sonreía con confianza.

- ¿... A-amable...? - Mientras recordaba los varios golpes que había recibido de su parte que casi me dejaban inconsciente.

- Haa~ siempre te quiso demasiado como para entrenarte en serio... Supongo que las cosas ahora son un poco diferentes - Un dejo de tristeza apareció en su estoica mirada. Entendí que hablaba en serio. - Usa todo lo que tengas.

- B-bien... - Con un movimiento, desplegué mis alas que generaron una gran corriente de viento hacia todas direcciones, llamando momentáneamente la atención de los presentes. Saqué mi arma y de inmediato preparé varios proyectiles antes de comenzar.

- Veo que me tomas en serio. Pero aun no lo suficiente...

Me paré firme, a unos diez metros de distancia frente a ella. Nos miramos unos segundos sin hacer movimientos, mientras yo me preparaba mentalmente. Sabía que cualquier cosa que hiciera haría comenzar el combate. Así fue.

Esperaba poder elevarme antes de que comenzara con su ataque, pero apenas un movimiento de mis alas fue hecho, un rápido impulso la llevó justo frente a mi en un fracción de segundo.

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