Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

31

-Lo lamento, Hyung. - Park dijo aquello en un tono bajo, pero claramente audible tras despertar por completo - Estaba muy cansado, Jin Hyung pasó todo este tiempo de un lado a otro...nunca para de hacer cosas cuando está nervioso. - sus pequeñas manos taparon su cara, sobándola para quitar el sueño de una vez por todas.

Un nudo se formó en mi estómago al verlo de esa forma.
Me estaba incomodado con la corta conversación por un total desconocido. Tan típico de mi... ¿Cierto?

-Ya veo... - traté de volver en ambiente algo menos incómodo, sin embargo, él pareció querer empezar una conversación y yo sólo pude ponerme más nervioso, si fuese posible, claro.

-¿Qué hacías, Yoonnie Hyung?

El apodo me hizo sonrojar levemente, quería maldecir por tener una piel tan pálida, en la que todo queda remarcado como sobre un papel.

-Es.estaba retocando u.una nueva producción.- solté yo, trabándome repetidas veces mientras maldecía a mis progenitores en cada tartamudeo por haberme creado.

-¿Por qué demonios me atasco?

No pude evitar ese pensamiento, no era algo normal en mi, aunque también es cierto que con el único que hablo diariamente y sin preocupaciones... es con mi pequeña mascota.

Patético.

-Yo tampoco lo sé, Hyung. - mi mirada fue directa a la suya, estaba realmente sorprendido.-Pero es gracioso verlo así.

¿Lo había dicho en alto?

- Hyung. - el menor rió fuertemente frente a mi, con una sonrisa entre carcajadas, como si yo no estuviese allí presente y todo esto fuese de lo más normal en mi vida- Está usted rojo.

Maldita sea.

-Ca.cállate... -tan sólo notaba mis mejillas arder con más fuerza.

Simplemente horrible

Incluso con el tapabocas sobre mis labios podía notar a través de los cristales de mis gafas el color intenso de mis mejillas.
-Oh, no te enfades, YoonGi Hyung. - su sonrisa solo se amplió más y, bueno, yo ya no encontré más refugio que mis grandes manos para soltar un divertido, aunque frustrado, suspiro - ¿puedo escucharla?-se refirió a la canción en la pantalla que aún no había sido aceptada por mi superior de repente. Como si ahora se diese cuenta de lo que estaba haciendo realmente.

Suspiré pesadamente y, asintiendo, aparté la mirada, cogiendo en brazos a la bola de pelo que descansaba en el suelo pacíficamente tras destapar mi rostro.

Los cascos fueron puestos en su posición, poco después la canción empezó a sonar por los reproductores, y...¿cómo no?, sus ojos se cerraron al compás de la suave melodía.

Para cuando las pistas dieron su fin, mis ojos ya se encontraban cerrados, con el peludo animal en el regazo y la cabeza apoyada en el pecho,el cual subía y bajaba con calma.

-Buenas noches, Holly-una caricia fue a parar a su cabeza, haciéndole soltar un gruñido ciertamente adorable.

Su mirada se fijó en mi cansado cuerpo, y yo, que a ser de sueño profundo y no podía reaccionar, me dejé coger en brazos hasta mi habitación, para ser allí arropado y recibir caricias en todo mi cabello, apartandolo de la frente...dejando que rozara mis mejillas con la delicadeza la esos pequeños y suaves dedos.

-"Aquél día en el que escuché tu voz,
sentí nacer mis alas.
Aquel momento en el que vi tu rostro,
me parecieron comenzar a volar.
Aquel momento en el que nos vi juntos,
tan sólo me pareció un sueño.

Espero nunca más despertar."

Un cálido roce con los labios más gruesos fue a parar a mi frente, con sumo cuidado...fue un roce ligero, pero lleno de amor.

-Descansa... Yoonnie.

-'Capítulo 31. Mis sueños por delante.'