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- ¡Fuera de mi casa, engendro! ¡Estás infectado! 

-Pa.papá, no... - un chico de oscuro cabello derramaba lágrimas mientras que, el que parecía su padre, gritaba numerosos insultos. Los cuales sólo le hacían soltar jadeos dolorosos al no poder sollozar más.

-¡Tú mataste a tu madre! ¿No lo entiendes? - aquel hombre de aspecto frustrado comenzó a patear y derribar todo aquello con lo que se encontrase-¡Eres un asesino!

Tras esas palabras un golpe calló en la mejilla del pelinegro.

No pudo reaccionar cuando otro golpe calló en su estómago.

De esta manera, uno tras otro, los golpes fueron envolviendo al chico de colores oscuros sobre su pálida piel, este estaba en el suelo, hecho una pequeña bola de sollozos y gritos arrancados desde lo más profundo de sus cuerdas vocales al recibir otro toque de aquel hombre.

Lo estaba matando.

-No quiero que vallas a su funeral... ¿Entendido? - el menor, aún entre hipidos, asintió levemente.

¿Qué podría decir?

No era más que un niño.

-Ahora...fuera de mi casa, no quiero volver a verte.

La realidad llegó a mi cuando el aire también lo hizo, me encontraba en el suelo de la cocina, sentado de forma en la que mi espalda se apoyaba sobre el frigorífico.

Mordí mi labio, tratando de contener el llanto... aquellas escenas me podían.

¿Por qué esto me tiene que pasar a mi?

Sobé mi cabeza con frustración, nunca comprenderé esos sueños, ¿sabéis qué? Prefiero no hacerlo. Quizás eran de vidas pasadas, alguna serie que me gustará de pequeño o...prefiero no pensarlo.

Me obligué a dejar de pensar en ello cuando mi pie derecho fue lamido con cariño. Mi vista se dirigió hasta la bola de pelo, la cual me miraba feliz. Su cola se movía de un lado a otro mientras más lamidas llegaban hasta el punto de empapar mi fría piel.

Una leve sonrisa salió sin permiso de mis labios y, aunque dolido, preferí concentrarme en dar caricias a mi mascota, también me permití escuchar la voz de Park recitar su poema diario.
Al menos hasta que ambos parecieron marcharse, Holly a hacer sus deposiciones y a aprovechar que el sol había salido tras bastantes días para jugar en el patio trasero con lo que fuese que encontrase. Y Park, bueno, él pasó el día de la misma forma, aprovechando el "buen tiempo" para columpiarse durante horas frente a mi hogar.

Y yo...bueno, yo sólo lo dejé salir.
Dejé salir aquel pensamiento que hacía mi consciencia pesada.

-'Mala, una mala despedida, sin adiós
Mala, una mala despedida, no digas adiós
Mala, una mala despedida, porque es mentira
Mala, una mala despedida mata

Mátame, mátame suavemente
Rómpeme en pedazos

Tú y yo
Mal intento
Tú y yo
Y yo lloro
¿Sabes por qué?
Yo lloro

¿Sabes por qué?

Mátame suvemente...
Rómpeme en pedazos.'

En algún momento mi cuerpo no pudo más con los pesados párpados y pensamientos, todo lo que recuerdo es pasada la media noche...

-'Capítulo 79. Badbye.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora