61

66 12 4
                                    

La tormenta no ha parado, pero al menos ahora mi mascota duerme tranquilo, como siempre, acostado de forma en la que ocupa gran parte de la cama.

Solté un largo suspiro mientras le observaba. Acababa de tomar una ducha y sinceramente me sentía más relajado que antes.

Aunque ahora estaba bastante más preocupado.

-¿Donde diablos estás? - me pregunté aquello mirando a la puerta de la persona en la que no he podido dejar de pensar, suspirando profundamente antes de coger un paraguas y dirijirme a la entrada - y también salida- de mi hogar.

-Tu puedes, YoonGi...-mi mano tembló, pero finalmente pude abrir la puerta frente a mi, notando la calle casi vacía, no en su totalidad por la presencia de un pelirubio con una de sus manos cubierta por completo con una venda de blancos tonos. Todo ello bajo un paraguas negro fúnebre.

Ninguno dijo nada, tan solo conectamos la mirada hasta poder ver con claridad su rostro.

-P.park.

Entonces comenzó a faltarme el aire.

El aire golpeó con fuerza mi rostro, al igual que mis piernas, las cuales comenzaron a temblar junto a mi vista, nublada en el mismo instante de verle bajar la mirada.

Fui a mover uno de mis pies al frente, sin embargo la opresión en mi pecho pudo conmigo, teniendo que volver atrás lo poco que había avanzado.

Tan solo pude maldecir mi nombre.

-¡Mierda! - grité aquello sujetando mi cabello y tirando con fuerza de él. - ¡Inútil! ¡Imbécil! - la voz se me cortó, por lo que no pude más que dejar las lágrimas caer en silencio, sintiendo como yo caía a su compás.

Realmente pensé que habría avanzado, por poco que fuese.

Pero ahora mi cabello y ropa estában mojados, al igual que mis mejillas. También mis manos comenzaron a temblar en el intento de secar cada parte de mi cuerpo, con intentos frustrados y repetitivos por mi parte.

-V.vale...tranquilo, to.todo está bien. - cogí aire lentamente para tratar de saciar mis pulmones de a poco.- Todo va...a estar bien.

-Tranquilo, Gatito, todo estará bien.

-Tengo miedo, Minnie.

-Lo sé, bebé...pero todo estará bien ahora, ya estoy aquí.

-Min...Minnie- bajé la mirada hasta las manos apoyadas en mis piernas, viendo como pequeñas gotas caían sobre estas.

-¿Tú...te quedarás por siempre?

-No sigáis... ¡Ca.callaros! Callaros...n.no sigáis, po...porfavor...

-Te lo prometo, Gatito.

-SILENCIO.

No pude con aquella presión en mi pecho, menos aún con las voces de mi cabeza, aquellas voces que no conozco, recuerdos que no parecen de esta vida y momentos que no pueden ser ciertos.

La vista nublada y falta de aire me hicieron caer de golpe en el frío suelo.

¿Cómo iba a saber yo que la puerta seguía abierta?

-'Capítulo 61. Voces.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora