182

51 8 0
                                    

JiMin.

Park JiMin.

JiMinnie.

JiMin-ah.

JiMinssi...

Da igual cómo le llamase, de cualquiera de las formas provoca un gran efecto en mi, y no uno cualquiera.

Cuando su nombre sonaba, mi corazón parecía dar un fuerte tirón, uno que me indicaba que algo no iba bien.

En parte, estaba algo enfadado por el hecho de que nadie me hubiese dicho nada sobre su paradero, por otra...estaba decepcionado de que solo JungKook me hubiese llamado a lo largo de su desaparición y, en último lugar, estaba sorprendido...dolido, quizá.

Sinceramente, nunca pensé que él pudiese tener una relación como esa. Me resultaba imposible imaginármelo con alguien más.

Quizás...solo quizás, me había apegado demasiado a él, tenía una imagen muy clara en mi mente de nosotros dos, juntos, compartiendo tantos momentos inolvidables que...simplemente no podía creerlo, dolía tanto que no sabía qué hacer.

Traté de dormir, pero no funcionó.
Intenté componer algo, pero estaba en blanco.
Preparé un plato de brochetas de cordero, pero...

-¡Mierda!

De una forma u otra las brochetas acabaron en el estómago de un perro y un gato y no en el mio. Sentía que si las comía acabaría vomitando.
Mi estómago estaba revuelto, mi cabeza dolía y - por si fuera poco - el cielo estaba completamente nublado. Pronto lloverá y de nuevo comenzaba a tener miedo a las tormentas.

Al caer las primera gotas me hice una pequeña bola con las sábanas, sentado en aquel lugar bajo la ventana.

Entonces me dejé llevar, pues lo cierto es que no podía más...no pude contenerme.
Lloré, lo hice toda la noche, lo hice hasta caer dormido a altas horas de la mañana y la verdad es que no me arrepentí, hacía mucho tiempo que no hacía algo como eso, así que...en fin.

Fue un día duro.

-'Capítulo 182. Brochetas para mascotas. '

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora