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La mañana había sido tarde, la comida demasiada...e incluso mi "cuidador" de hoy había decidido tomar una siesta tras la comida.

Por ello mismo, me permití respirar tranquilo. Últimamente su compañía me era demasiada, sé que quizás necesite ayuda, pero no para cosas tan simples. Solo han pasado unos días y ya puedo notar mi estómago abultarse por la continua comida que entra en él.

Y todo lo que entra...sale.

TaeHyung se veía demasiado cansado. Por la mañana había tenido una clase dura; por lo que sabía, HoSeok, JiMin y él se tendrían una presentación dentro de poco. La conclusión es que, al verle así de cansado y al querer algo de privacidad, decidí levantarme para ir cogeando hasta el baño.

Tras casi resbalar un par de veces, conseguí cerrar la puerta, apoyé mi pierna lastimada en el suelo y dejé salir una mueca por el dolor que ya era poco.

Al salir, tuve que enfrentar mi destino, más bien tuve que hacerlo al abrir el grifo.

Al parecer el menor se despertó por el poco ruido que había hecho, por lo que - sin siquiera llamar antes- abrió la puerta de golpe.
Al entrar de aquella manera me asusté... ¿Quién no lo haría?

-Ah...mierda.-una dura mueca se colocó en mi boca, al igual un jadeo salió de mis labios al tener que apoyar nuevamente mi pierna con fuerza por la desagradable sorpresa.

-¡YoonGi Hyung! ¿Se puede saber por qué has venido sin mi?

El menor gritaba algunas cosas sin sentido, siendo siempre el mismo tema.

"No puedes hacerlo solo"

Yo tan solo podía sobar mi rodilla mientras me apoyaba en el lavamanos y aguantaba escuchar su profunda voz, cada vez más molesta.

-¿Cuándo vas a aceptar que no tienes que hacerlo todo tu solo?

No pude más...

-¿Y tu por qué cojones apareces de la nada a decirme lo que tengo que hacer? - mi voz salio rota, ni siquiera yo me había escuchado de esa manera antes-¡Ni siquiera puedo limpiarme el puto culo solo!

TaeHyung me miró sorprendido. Su boca abierta levemente y sus ojos fijos en mi, atentos a cada palabra, a cada movimiento.

-Sé que no puedo hacerlo todo yo solo...pero, joder... - aparté la mirada de la suya, ahora me sentía mal por haberle gritado de aquella manera.

Simplemente no pude contenerlo.

-Lo siento... - susurré apoyándome en el mueble de baño, tapando mi rostro entre las manos y tratando de contener las pequeñas lágrimas que pedían salir tanto como por el dolor físico como por el psicológico.

-Hyung...no te preocupes, ¿si?

Leves caricias llegaron a mi espalda, sé que trataba de consolarme, pero lo único que hacía era hacerme sentir inferior.

-Es normal que te frustres, te entiendo. - levanté mi mirada hasta la suya. Una leve sonrisa sobresalía de sus labios-Tubo que ser horrible tener que quedarse aquí encerrado, completamente sólo y que...de repente, lleguen seis chicos de la nada y te fastidien todo el día.

Una leve sonrisa se asomó ahora por mis labios, lo cierto es que su tono ahora era más divertido que serio, creo que ese era su único propósito, hacerme sonreír.

Al menos eso creí al ver como comenzó a hacer diferentes imitaciones de cada uno de ellos, todo por sacarme una sonrisa.

Ese día...aprendí que TaeHyung estaría conmigo para hacerme sonreír y olvidarme de la mierda que es este mundo

-'Capítulo 102. Kim TaeHyung.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora