Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

94

Hace horas desde que una pareja de jóvenes no para de insistir en que meta algo de comida en mi cuerpo, sin embargo, no podía.

Mi respiración seguía siendo algo agitada, al igual mi cabeza comenzaba a doler como un pecado, seguramente por no haber pegado ojo durante casi veinticuatro horas.

-YoonGi Hyung - la voz de JungKook me hizo levantar levemente la mirada.

Nos encontrábamos en mi habitación, un plato frente a mi y cuatro ojos sobre mis manos vacías.
Un puchero cansado apareció en los labios del niño Bambi, porque sí, sus ojos eran tan grandes y avellanados que me recordaban al personaje ficticio de los cuentos Disney.

Mi mirada volvió a bajar hasta aquél plato, y es que solo de pensarlo notaba la angustia llegar a mi garganta.
Tras mirar durante un rato más el plato decidí suspirar pesadamente, llevando mi mano a mi vientre para así dar unas cuantas caricias "reconfortantes" a mi estómago completamente plano.

-Hyung... - ni siquiera pude mirar a aquella persona, para cuando lo hice, el niño Bambi ya había salido de la habitación.

Solo él, yo...y un espejo.

-¿Puedes venir? - preguntó el rubio frente a mi, ofreciéndome su mano para levantarme.

No tomé su mano, pero si me levante de mi lugar, dando un par de pasos hacia el frente por indicación de Park.

Me encontraba frente al espejo, a uno de cuerpo completo que normalmente se encontraba en otra sala, simplemente porque no aguanto ver mi reflejo.

-Dime que ves...

Tras bastante tiempo sin hacerlo, miré atentamente a aquel espejo de cuerpo completo.
El silencio no tardó en hacerse en la sala, tan sólo nosotros... nadie más.

Nada que me evitarse ser sincero, ¿cierto?

-El chico del reflejo... se parece a mi.

Susurre aquellas palabras para luego respirar profundamente, pero al parecer lo había dicho lo suficientemente alto para el rubio, su mueca lo delató.

-Yoon...-a pasos lentos se acercó a mi, siendo su mano arrastrada por cada rincón de mi rostro, primero, pasando por las grandes marcas lilas bajo mis ojos- ¿Ves estás ojeras? Son por la falta de sueño, sol y nutrición. -sus pequeños dedos ahora pasaron a mis labios, llenos de cicatrices y pequeñas heridas-No creo que haga falta decir porqué las heridas de tus labios...

Asentí levemente, seamos sinceros...tenía los pelos de punta.

Nada comparado a cuando sus manos pasaron bajo mi camisa, quitándole de golpe, haciendo que cubriese mi desnudo torso y quedase de cuclillas bajo su atenta mirada.

-¿Ves ese miedo...?

El menor, estando detrás de mí, me obligó a levantar mi mirada cristalina hacia el espejo frente a nosotros.

Me veía indefenso, perdido, pequeño al lado del mundo...así era como me sentía, y así era como me veía.

Mis ojos lagrimeaban al ver mi blanquecino cuerpo al descubierto, las cicatrices siendo visibles para cualquiera que mirase.
Todos mis defectos...
Mis costillas marcadas, las ojeras debajo de mis ojos, mis mejillas y ojos rojizos por las recientes lágrimas, los labios partidos y los dedos dañados con numerales costras, mis iris de diferente color, mi cabello hecho una mierda por la mala nutrición...

-Dime que ves...

Tragué la poca saliva de mi boca para tratar de retener un sollozo que quedó en mi garganta.

-"¿Por qué me haces esto?"

-Yo...yo veo a un chico con miedo, con inseguridades, con defectos- sus dedos pasaron ahora a mi estómago, obligándole a quedar frente a él, cara a cara, afrontando su sonrisa lastimera desde mi mirada borrosa por las lágrimas que se encargó de secar. - Veo a un hombre que quiere dejar todo eso...veo a alguien que quiere, y no puede ayudarse.

Tras un leve silencio, con sumo cuidado me dio la vuelta, haciendo que de nuevo mirase al reflejo, esta vez teniendo mis cicatrices en primer plano

-Veo a alguien fuerte, veo a alguien hermoso, veo el deseo por crecer y llegar a las estrellas, veo el trabajo duro, el dolor y resistencia que tienes.

Tan solo querer...y no poder pedir ayuda.

-Dime, YoonGi...¿Qué es lo que ves?

-'Capítulo 94. Mi reflejo.'