165

47 9 0
                                    

Desperté cuando la alarma de mi teléfono comenzó a sonar con aquel tono tan conocido para mí.

Fue en cuestión de minutos cuando finalmente pude comenzar a abrir mis rasgados ojos, siendo borrosa la vista en un inicio. Entonces, cuando pude enfocar las cosas a mi alrededor, vi lo que estaba buscando, pero no en la misma habitación que en la que yo me encontraba, ni en la situación que podría imaginar.

Mi corazón dejó de latir cuando vi a mi menor con otra persona, más concretamente a un hombre de estatura un poco mayor a la suya.

Su cabello era oscuro, algo así como el mío y, sinceramente eso fue lo máximo que pude visualizar al estar él de espaldas.

No debería molestarme aquello, ¿cierto? Es cierto...no lo haría si fuese cualquiera de sus amigos; sin embargo, no era el caso.

Tal y como lo vi, supe que no era ninguno de ellos.

Demasiado pequeño para ser NamJoon; hombros pequeños, no podría ser Jin. Piel demasiado clara como para ser Taehyung y cabello demasiado corto como para ser JungKook. Y diréis "¿Y Hoseok?", eso fue lo que primero descarté. Su vestuario era de un completo color oscuro, sin duda no sería algo típico de Jung.

Joder, ¿en qué momento me volví tan observador?

Suspiré antes de levantarme de mi cómoda cama, - a donde no recordaba cómo había llegado exactamente - tras ello me puse unos pantalones cortos al darme cuenta de que los que llevaba estaban en una esquina de la habitación. Después, sin siquiera comprobar mi aspecto, comencé a atravesar el pasillo, bajando por las escaleras que daban paso a la entrada de mi hogar.

Al abrir la puerta principal que daba directamente a la calle, vi un coche bastante grande arrancar e irse tranquilamente. Fue entonces cuando pude ver a mi menor, quien se despedía moviendo su pequeña mano de un lado a otro.

-¡JiMin-ah!

Mierda.

-¡Hyung!

¿Por qué grité? Ni puta idea. ¿Me arrepiento? Ni de coña.

-JiMin-ah, ¿quién era ese? - pregunté sin pensarlo, como...como si yo no fuese el que tuviese el control de mi mismo. Mi ceño fruncido y mis brazos cruzados eran los que más me confundían. Tan solo me preguntaba cómo había llegado a todo eso.

-¿Celoso? - el de cabello rubio se acercó hasta mi puerta, razón por la que descuidó a su mascota, la cual salió por su puerta y entró por la mía - No tienes porqué, Yoonnie Hyung. Sabes que yo te amo a ti.

Rodé los ojos mientras trataba de ignorar su pequeña sonrisa, aquella que se había formado al verme a mi con ese insoportable sonrojo.

-Cómo tú digas...

Lo cierto es que no me avergoncé, más bien mi corazón comenzó a latir de sobremanera al escuchar aquella oración salir por sus grandes labios.

"Yo te amo, lo sabes."

Nada más recordarlo noto mis orejas calentarse, sin duda eso no podía ser una buena señal...bueno, puede que Park tuviese razón en algo. Quizás estaba algo celoso, pero no lo admitiría en voz alta.

Mucho menos después de dejarlo tan claro como lo hice.

-¿Quién era ese hombre? - un pequeño puchero se formó en mis labios de forma inconsciente al pensar que quizás él podría ser el sustituto de lo que los dos tenemos.

Espera... ¿Lo que tenemos?

Negué levemente al sacar yo mismo aquel tema en mi propia mente.

Nosotros no tenemos nada, tan solo es mi vecino y un buen amigo.

O al menos de momento...

-Es un chico que vino de Daegu a arreglar unos asuntos, su padre es un capull... -sus labios dejaron de moverse al verme a mi bajando la mirada. Sinceramente no sabía que ocurría conmigo, pero me sentía triste por el hecho de que sus vidas se hubiesen cruzado entre nuestro sendero- Yoonnie... ¿Realmente estás celoso?

Volví a negar levemente, esta vez levantando con la poca dignidad que me quedaba mi mentón, tratando de aparentar ser algo más fuerte y menos...

-¿Debería? - mi voz salió demasiado rota y fue por eso por lo que me maldije millones de veces - Oye...¿Nosotros...? - la pequeña mano del menor agarró la mía, dándome un poco más de seguridad para hacer finalmente aquella pregunta que llevaba un tiempo comiéndome la cabeza - ¿...qué somos?

Nuestras manos quedaron unidas por un tiempo, pero no tardó demasiado en ser un agarré entre mi cintura y su cuello, mientras nuestras miradas se concentraban en admirar la bella vista frente a cada uno.

-Seremos lo que tú quieras... - nuestras respiraciones comenzaron a mezclarse, pero tan rápido como nos juntamos, se escucharon los gruñidos del gato del menor y de mi pequeño Holly.- ¿Suga?

El de cabello rubio comenzó a caminar en dirección al patio trasero, razón por la que me quedé totalmente solo, con la respiración entrecortada y mi corazón a mil latidos por segundo.

-Vamos, tan solo es una ardilla Holly, no le persigas.

Debería ser feliz, ¿cierto?
Una mascota encantadora, un enorme hogar, un buen trabajo, salud, dinero, amigos y a...a Park JiMin.

Entonces mi cabeza comenzó a fallar, teniendo que sujetarme en el mueble de la entrada para no caer por el fuerte mareo en mi sien.

-¿Quieres ser mi amigo?

Claramente.

-¿Quieres ser mi novio?

Puede....

-¿Te casarías conmigo?

Sin poder evitarlo miré hacia mi dedo, justo en aquel donde las alianzas solían ponerse, en él había un pequeño surco con forma circular, por lo que me pregunté qué habría hecho aquello.

-Hyung... ¿Estás bien?

-¿Es una broma?

-Minnie...

-Yoonnie, ey, estoy aquí.

El menor cogió mis mejillas con sumo cuidado en el momento en el que pude volver en mi mismo, mirándome de aquella forma tan penetrante que solo logran sus ojos.

-Nunca había dicho algo tan enserio.

-YoonGi...no quiero dejarte solo, pero es el cumpleaños de Jungkookie y...

Quede en absoluto silencioso, mirando fijamente a lo que supuse que era su cabello.

-¿Estarás bien si me voy ahora?

-Estás como una puñetera cabra... ¿lo sabías?

Asentí levemente, viendo después como el menor caminaba hasta su hogar, no sin antes darme una suave sonrisa.

-Entonces... ¿Eso es un sí?

-'Capitulo 165. Lo que fuimos.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora