Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

49

-¿Me estas diciendo que...hemos estado cerca de cinco días sin luz por...una ardilla que mordió el tendido eléctrico?-preguntó nuevamente el rubio frente a mi, con la boca abierta a más no poder de la impresión.

-Lo sentimos, no pudimos ver cuál era la causa hasta esta mañana, seremos más cuidadosos a partir de ahora.

Tiempo pasado desde del amanecer, el que era conocido como el presidente de la comunidad de vecinos, del cual no tenía ni idea de su existencia hasta hace unos minutos... nos dió el comunicado de las razones del reciente apagón, aquel que nos aisló por cerca de cinco días, como bien había dicho mi vecino.

En realidad fueron cuatro días, diecisiete horas y treinta y dos minutos...pero a nadie le importa eso.

-Supongo que ya no importa. ¿No, Hyung? - mi mirada perdida se fijo nuevamente en mi entorno al volver a escuchar la voz más aguda de Park sonar, dedicada directamente hacia mi persona.

No hice más que asentir y dar media vuelta para volver a mi comida por fin cocinada por mi mismo, justo aquella que fue interrumpida por un molesto toque en la puerta, con el cual no me preocupé, hasta escuchar aquella voz y los ladridos de mi canino compañero.
Un pequeño plato de kimchi se encontraba sobre la mesa, esperándome, justo cuando aquello pasó.

Al parecer Jimin vió como llamaban repetidas veces a mi puerta, y siendo consciente de que nadie abriría decidió acercarse, consiguiendo el efecto contrario.

-Bueno, siempre es un placer señor Lee. - supuse que ese era el nombre del hombre que pronto me causó malestar en mi persona.

-Espera. - el hombre detuvo la puerta junto antes de darle oportunidades a Park de cerrarla por completo. - ¿Acaso él es Min? ¿Min YoonGi?

Mierda.

Sentí como parte de la comida se atascaba en mi garganta justo antes de empezar a toser, todo sea por no ahogarme...o podría hacerlo, y así acabar con este sufrimiento.

-¿Algún problema? ¿No? ¡Perfecto! Bueno, adiós Lee.

Un suspiro salió por los labios más gruesos al conseguir cerrar la puerta con éxito, dejando fuera a un confundido hombre.

Pequeñas palmadas trataron de consolar el dolor de tráquea al situarse una figura menor junto a mi.

-YoonGi Hyung, respira. - con algo de dificultad y tiempo, logré lo pedido, sin embargo la preocupación seguía siendo palpante en todo mi cuerpo.-Escucha... No pasará nada ¿Sí? No te preocupes. - leves caricias fueron ahora a acariciar mi cabello.

-La.lamento que tuvieras que venir...lo siento-mi mirada bajó hasta mis maltratadas manos en mi boca. Las distancié de la misma al ser consciente de mis actos y me concentré en las leves caricias que el rubio me proporcionaba, sabía que eso me ayudaría de cierta forma.

-Si estoy aquí es porque quise. -un suspiro se escuchó nuevamente salir desde lo más profundo de su pecho-Te dejaré comer tranquilamente.-el menor hizo un intento por levantarse, dejando de lado mi cabello- Nos vemos, Hyung.

Los pasos que Park se hacían demasiado profundos y rápidos, más aún el retumbante sonido de sus zapatillas chocar contra el suelo.

Una especie de ácido recorrió mi garganta, y como si dejase de funcionar por mi cuenta, mi cuerpo se levantó del lugar, abriendo la boca para emitir algún sonido para llamar su atención.

Demasiado tarde.

Un nudo se formó en mis cuerdas vocales cuando la puerta principal fue cerrada y la figura del chico rubio desapareció de mi hogar.

Con pasos lentos me acerqué a la gran puerta que hace poco fue cerrada, tomando el pomo y cogiendo aire mientras mis ojos se cerraban en una profunda inspiración.

Cuando pude abrirlos nuevamente pude ver mi temblorosa mano sobre el pomo.
Tan solo pude frustrarme y enfadarme con mis adentros por ser tan débil, por no ser suficiente y no poder hacer lo que los demás.

Posiblemente me comencé a frustrar cuando noté la presión en mi pecho tras notar el frío ambiente de la casa tras su marcha...
¿Realmente le necesito?

Sinceramente... Prefiero no saberlo.

-'Capítulo 49.Ardillas.'