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Una mañana agradable y una amena comida era lo que había pasado.

Yo estaba endemoniadamente tranquilo, mi cabeza descansaba sobre el regazo de JiMin, quien hacía trencitas en el pelo cada vez más largo.
A decir verdad, parecía estresado.

-Hyung... - un suspiro salió de mis labios al escuchar su suave voz diciendo mi nombre. - ¿Te parece bien que vengan Jin Hyung y Kookie?

Nuestras miradas conectaron una vez más, y sin poder evitarlo, dejé salir una pequeña sonrisa.

-Claro. -me senté correctamente para posteriormente estirar mis brazos hasta escucharlos crujir. Tras ello suspiré satisfecho y me levanté del lugar-Voy a ducharme mientras llegan, empiezo a oler a muerto en vida...

Risas por partes de ambos rebotaron por las cuatro paredes, haciendo acogedor el momento que estábamos compartiendo.

-¿Te importa si me quito las trenzas? - pregunté, mirando hacia mi frente, o bueno, al menos trantando de hacerlo.

Un puchero salió de sus labios, cosa que me hizo a mi sonreír levemente.

-Solo si puedo hacerte una foto antes. - rodé mis ojos ante aquella infantilidad que me tenía mal últimamente y, tras pensarlo, asentí con una pequeña sonrisa.

-Pero debes prometerme que solo tú la tendrás, ¿de acuerdo?

Nuevamente aquella sonrisa... Diablos, podría morir de un infarto en cualquier momento.

-Lo prometo. - el menor, con una sonrisa, sacó el teléfono del bolsillo trasero de su pantalón. De a poco se acercó hacia mi, y de repente, elevó su mano libre frente a mi rostro.

En un inició le miré confundido, sin embargo mi cerebro funcionó automáticamente.

El suave tacto de su pequeña mano sobre mi mandíbula me hizo sonreír levemente. Algo sonrojado, para ser sincero.

-¡Aw~ que ternura!

-Y.ya, cállate...

Tras ello salí casi corriendo hasta el cuarto de baño, e incluso desde ahí se podían escuchar los pequeños gritos de Park.

Mi corazón estaba tan acelerado que en cualquier momento podría dejar de latir, sin embargo, la sonrisa de mis labios no se dignaba a desaparecer.

Tomé una ducha rápida y me vestí con algo casual y cómodo. Unos pantalones cortos dejaban ver mis pálidas y delgadas piernas mientras que una camisa de media manga cubría parte de mi cuerpo.

No hace falta aclarar que estaba acalorado.

Por las mismas razones encendí el aire acondicionado, solo para apartar un poco la alta temperatura del lugar.

-Jiminnie, ¿por qué nos llamaste tan alarmado? ¿Le ha pasado algo a mi Yoon?

De un momento a otro escuché la voz de SeokJin que, al parecer, había llegado más rápido de lo que esperaba.

¿Mi Yoon?

Con una ceja alzada y un leve puchero en mi labio inferior decidí bajar unos cuantos escalones, solo para poder escucharles mejor sin ser visto.
Y aunque sé que está mal visto escuchar conversaciones ajenas...para mi defensa, era mi casa y por si fuera poco, el tema principal era yo.

Y no...no es que me agradase lo último.

-Jin Hyung...él habla en sueños.

No supe en qué momento Holly saltó sobre mí espalda, empujándome bruscamente, directamente al precipicio de las escaleras.

Fue justo antes de escuchar aquello. Las palabras que me dejaron sin aliento alguno, con el corazón en la boca y millones de nuevas preguntas.

-"Él soñaba con el día en el que mis padres nos encontraron..."

-'Capítulo 107. ¿Sueños?'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora