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Un chico de negro cabello descansaba sobre lo que parecía un colchón, el lugar estaba oscuro, seguramente porque no habían ventanas en la sala.
No habían salidas, tan solo una entrada.

El tenía atados sus piernas, brazos y costado, solo...que los últimos se cubrían de otras sustancias. En su pálida piel tan solo quedaban grandes manchas de diferentes colores, todo por los golpes y maltratos que había estado recibiendo.

Entre su agonía, cansancio y desespero, la única puerta del lugar fue abierta, sin embargo, eso no pareció emocionarle, al contrario, sus ojos divagaron hasta la entrada y entonces comenzó a sentirse muerto por dentro.

-Sesenta y siete...

Mis ojos se abrieron lentamente, sinceramente...no me encontraba bien, para nada bien.
Todo a mi alrededor parecía estar en mi contra esa mañana.
El alto calor, la falta del sol en el cielo, el dolor de mi cabeza...absolutamente todo.

-¿JiMin...? -mi voz salió algo ronca, supuse que porque acababa de despertar.

-No, pero sí estoy yo. - la voz de HoSeok se hizo presente al aparecer él por la puerta de mi habitación y, para mí suerte, traía consigo un vaso lleno de agua con varios tarros de colores a su lado- Antes de irse me dijo que tenías que tomarte esto. - traté de sentarme en mi sitio, pero claro, no es lo mismo intentar que conseguir... - Hyung... ¿Estás bien?

-Sesenta y ocho...

Sin siquiera fuerzas, cogí uno de los tantos frascos de pastillas que debía ingerir, más concretamente uno que debería hacer que aquellas voces se callasen de una vez.

- YoonGi, espera, tienes que tomarlas con agua.

No hice caso a su voz, simplemente metí una de esas pequeñas drogas en mi cuerpo, pasándola sin cuidado por mi garganta. Tras ello las voces dejaron de hacerse presentes, pero el cansancio había vuelto a mi cuerpo como una pesada muralla.

Mi cuerpo dejó de contestarme, pero mi mente no dejaba de pensar en diferentes cosas. Lo sucedido ayer fue uno de ellos...y por desgracia, fue el que acabó preocupándome más.

JiMin se me había confesado y yo lo único que hice fue desmayarme y tener esas horribles pesadillas.

-Donde... ¿Dónde está? - pregunté al aire, esperando que HoSeok pudiese escucharme-¿Está bien?

-No me dijo a dónde había ido, tan solo me dijo que debías tomar esto y descansar. - un silencio incómodo se formó entre los dos al estar cada uno en su propio mundo.- ¿Qué pasó ayer, YoonGi?

Bajé la mirada antes de suspirar, lo cierto es que no recordaba mucho, pero lo que recordaba no era mucho más agradable de lo que parecía.

En fin, no tenía nada que perder.

-Estábamos comiendo onigiris hasta reventar, entonces... - sonreí levemente al recordar al menor llamarme de aquella manera - me llamó dumpling, yo a él mochi y...de alguna manera nosotros... - tragué duro al notar como mis labios vibraban por lo que estaba a punto de decir, sin embargo, ahí estaba, a punto de confesarle a alguien lo que pasaba entre mi vecino y yo - acabamos besándonos...

A HoSeok se le abrieron los ojos de sobremanera, era obvio que estaba sorprendido, pero se veía feliz, casi tanto como lo era yo al pensar en ello.

-No sabía que habías llegado a eso, pero me alegro, se te ve feliz. - una gran sonrisa con forma de corazón apareció en sus labios, eso me llenó las mejillas y orejas de sangre. - En fin, ¿qué pasó después?

-Oh, -rasqué mi nuca al tener que seguir con la historia no tan cómoda- pues, al parecer él quería ir a más y no puedo, eso...eso ya es mucho para mi, ¿sabes?

El menor se sentó a mi lado, ayudándome después a mí a incorporarme. Al verme acomodado a su lado, HoSeok pasó su brazo por mi hombro, dándome algo de fuerza para seguir hablando.

-De.después de eso, JiMin se...se confesó, dijo que yo le gusto y mi cabeza no dió para más, era como si estuviese en blanco. Entonces dejé de respirar y unas voces en mi cabeza me dijeron que no podría ser cierto, que nadie podría quererme y... -mordí mi labio con fuerza, fue algo que Hobi pareció notar. O al menos eso pensé al verme siendo abrazado por él.

-¿Y a tí? -levanté mi mirada, lo suficiente como para mirar cara a cara al castaño - ¿A ti te gusta?

No iba a mentir, no podía hacerlo en un momento así, ¿cierto?
A fin de todo, me había empezado a abrir, no solo con mi vecino, ahora estaba comenzando a destruir el muro que había a mi alredor.

Negué para mí mismo, no, eso no podía pasar, no volvería a cerrarme a los demás, nunca más lo haría.

-No me gusta. -HoSeok me miró, pareciendo sorprendido por qué acababa de decir.

Un fuerte calor se instaló en mi pecho, puede... tan solo puede que fuese porque por fin podría asumirlo en voz alta, después de bastante tiempo podría decir a alguien que no fuese Holly lo que estaba pasando dentro de mi cabeza.

-Yo... Siento algo muy fuerte por él, Hobi. No solo me gusta, es mucho más intenso que eso... -bajé mi mirada hasta mis manos, estaba contento, pero de todas formas siempre me daría miedo que no pudiesen aceptarme, que no pudiesen darse cuenta de que es algo completamente normal querer a alguien a pesar de ser de un mismo género.- Quizás no esté bien visto, pero...

-YoonGi, - una gran sonrisa decoró nuevamente los labios del menor y eso ya pudo darme una buena señal - no tienes que tener miedo, amor es amor y es lo más precioso que hay.

-El amor es algo hermoso...por mucho que pueda doler

-'Capítulo 174. Confesiones².'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora