122

55 6 6
                                    

Mañana será la competición.

Repetí aquella frase tantas veces en mi cabeza que comencé a sentir los nervios de los concursantes como míos propios.
Lo cierto es que los cuatro bailarines competirían al rededor de las cinco de la tarde, claro que no en hora coreana...aquí, en Seúl, serían las doce de la noche cuando la competición terminase, y de igual manera, los premios serían entregados cerca de las cuatro de la mañana, más el tiempo de celebración de los ganadores...pasaría un largo día.

Mi vecino esta vez si decidió llamarme en su tiempo libre, siendo la conversación ligera, pero cargada de sentimiento.

-Te desearía suerte...pero sé que lo harás maravillosamente, Jiminnie. - risas no dejaron de escucharse tras la línea, y no solo la del menor, también estaban presentes las de los cinco restantes, quienes mantenían una alocada conversación sobre la fiesta que darían tras ganar la competición.

Todos parecían seguros de si mismos, hablando de cómo ganarían sin ninguna clase de problema. Sin embargo, el chico de rechonchas mejillas me había confesado estar más nervioso que en cualquier otra competencia.

-No hace falta que te preocupes, lo harás genial, los cuatro lo haréis genial en el escenario.

Suspiros apenados por tener que volver a los ensayos fue lo último que pude escuchar tras la línea de teléfono.

Tomé un tiempo para mi mismo cuando aquello pasó. Lo cierto es que...hacía tiempo que no quedaba completamente solo, y tan solo por hoy podría disfrutarlo como me merecía.
Por ello, decidí darme un reconfortante baño en aquél espacio burbujeante que siempre adoré, donde sentí mi cuerpo destensarse casi por completo, dentro del agua tibia que cubría mi cuerpo hasta la altura de los hombros.

No aguanté demasiado cuando un gran suspiro salió de mis labios, algo parecido a un cansado bostezo. Podría haberme quedado allí y haberme ahogado entre el agua, pero me pareció mejor idea secar mi cuerpo y descansar con Holly sobre mi pecho descubierto por el sofocante calor.

Mañana sería el gran día...

"YoonGi Hyung, nos encantaría que pudieses estar aquí hoy, con todos nosotros. Pero sabemos que eso es difícil, aún..."

"Supongo que ya te habrás acostado, y espero que hayas cenado."

Bostezando por segunda vez decidí responder a los mensajes del menor a tientas, los cuales iluminaban la pantalla intensamente.

-"Cené hace unas horas, y sí, me acabo de acostar en mi querida cama."

El mensaje fue leído al instante, lo que me hizo sonreír de lado mientras mía ojos luchaban por no cerrarse.

"YoonGi Hyung!"

"Puedo confesarle algo? Estoy de los nervios..."

Suspiré hondamente antes de bostezar y mirar la pantalla que solo me animaba más a cerrar los ojos por su intensa luz.

-"Lo imagino...debes estar tan nervioso como yo cansado."

Tan solo esperaba que entendiese la indirecta no tan indirecta. Si no lo hacía, mis ojos terminarían por cerrarse a traición.
Y fue por el mismo sueño, por el que simplemente acepté la llamada entrante , sin siquiera mirar el contacto.

-" YoonGi Hyung... "- suspiré brevemente al escuchar su cálida y chillona voz, aquella sacada del mismo cielo-"Página 122 de tu libro...de nuestro libro:

Todos tenemos cicatrices en nuestro cuerpo,
algunos tienen heridas impregnadas,
otros tienen recuerdos tormentosos,
otros muchos tienen simples y diminutas marcas que prefieren esconder.

Todos tenemos cicatrices...

Y tú, por suerte, fuiste la mejor de todas las mías."

Tras aquello pude notar mi propia respiración más pesada contra la tela de la almohada, siendo Morfeo el ganador de mi silenciosa guerra.

-"Buenas noches, Yoonnie."

-'Capitulo 122.Cicatrices como. "

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora