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La respiración tranquila de Jimin no se ha detenido a lo largo de su tiempo de sueño, el que duró hasta el día siguiente.
Lo único que pude ver con claridad fue su delicado rostro y las suaves respiraciones chocando contra el mio. Todo ello por no querer despertarlo, más aún por el miedo del qué decir después de hacerlo.

Sus brazos me rodeaban y me pegaban a su pecho, lo cierto es que el sueño también pudo conmigo durante un tiempo, quizás por eso no noté la incomodidad al pasar los primeros minutos desde su partida al mundo de los sueños.

-'Moonchild, you shine...'

Con pereza, traté de levantar mi brazo, desenredándo el mismo hasta llegar a la fastidiosa alarma.

-Yoonie...

Mierda.

De un fuerte y brusco movimiento, quedé pegado al pecho del menor, que, aunque cubierto por una gran sudadera, me permitía escuchar sus latidos a la perfección, lo que me hizo destensar en cuestión de segundos.

Quizás también ayudó su aroma a fresas...

Un largo suspiro se escuchó pasado el tiempo.

-Ey...-mi rostro fue levantado con cuidado, siendo mis ojos el villano que no me deja ver con claridad por ser tan pesados ahora.- No dormiste, ¿cierto? - negué levemente por la pereza de moverme- Debería irme, y tú deberías descansar, Hyung.

Su cuerpo se propulsó para cumplir aquello, pero aún no estaba en todos mis sentidos, por lo que sujeté uno de sus dedos aún cercanos que ni siquiera pensé poder alcanzar.

-¿Puedes...pu.puedes quedarte? -una sonrisa apareció en su rostro mientras el mío tan solo se pegaba más a la almohada, siendo más oscuridad que la luz lo que mis ojos percibían.

-Hazme un hueco.

Él cumplió su promesa.

Una vez más, un peso mayor hizo que se hundiera un lado de la cama, más aún al ser acogido yo como una pequeña bola entre sus brazos.

Me sentía cálido, tanto que daba miedo.

Sin embargo mis sentidos fallaron al caer rendido frente a sus caricias y tan solo volví en mi cuando el sol afectó sin cuidado a mis ojos.

-¿Qué hora es...? - susurré aquello con voz ronca por acabar de despertar.  Ahora todo se sentía más frío que antes, ya no notaba las caricias que dejaban aquel agradable cosquilleo a cada centímetro que tocan, ya no hay nadie a mi lado, e incluso el aroma a fresas se estaba desvaneciendo en el ambiente.

-¿Park? - susurré, sentándome en la cama y haciendo una mueca al no obtener respuesta.

Los minutos fueron largos. Quizás estaría en el piso inferior, pensé, pero no fue así.

-¿Jiminssi, estás ahí? - pregunté aquello antes de mirar un gran plato de lo que parece ser el desayuno en la mesa central, todo ello acompañado de una nota de color pastel.

"¡Buenos días, Hyung!
Imagino que acabas de despertarte, se te veía lindo durmiendo.
Taehyungnnie me dijo que estaba en mi puerta para ir juntos al ensayo de hoy, así que me tuve que marchar... Pero, ¡ey! Te hice el desayuno. Te he visto tomarlo varias veces, así que lo hice lo mejor que pude para usted, Hyung.
En fin...espero que lo disfrute y que haya descansado.

¡Nos vemos mañana!

-Jimin  ♡"

No pude evitar sonreír y por alguna razón aquel desayuno fue mejor que cualquier otro.

-'Capítulo 59.Un ratito más.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora