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Los días ahora parecen menos grises, quizás es por el hecho de que las lluvias cada vez son más lejanas, ahora el calor se comienza a hacer más presente.
Incluso me he visto obligado a llevar pantalones por encima de las rodillas.

Ahora el espejo de cuerpo completo en el que una vez vi mi propio reflejo derrumbándose...ahora ese espejo se encuentra en un pequeño espacio entre el armario y el cuarto de baño, donde me miré durante unos segundos, en especial estas delicadas y delgadas piernas.

Creo que realmente tengo un problema...

-Holly.. ¿A ti te importaría que cogiese peso? - mi labio fue atrapado entre los dientes y la bola de pelo tan solo daba lamidas a mi piel sin aparente sentido, no ayudándome en ese momento tan delicado.

Suspiré hondamente antes de volver a mirarme en el espejo frente, preguntándome varias cosas que no tenían respuesta.

-A los chicos...a JiMin, no parecía importarle-susurré ahora para mis adentros, tratando de responder a algunos de aquellos acertijos-Se supone que debería pesar tantos kilos como tenga de altura a partir de un metro menos cinco o diez para estar en el peso ideal...-con aquella frase en mente, me acerqué al cuarto de baño, hacia aquel instrumento al que tanto miedo había tenido tiempo atrás.

-Setenta kilos...-la respiración comenzó a faltarme, sin embargo, no era motivo por el que no subirse a aquella báscula.

¿O si?

Noté el frío pasar por mis pies al tocar la congelada placa bajo ellos, al menos hasta que el aparto comenzó a pitar, en señal de que, la medida que tanto miedo me daba, ya había sido calculada.

¿Debería alegrarme?

-Cincuenta y dos kilos...

No pude evitar tragar en seco, realmente tenía un problema, quizás no me había dado cuenta antes...o al menos prefiero decir eso a aceptarlo.

Debería estar triste, pero - por desgracia- estaba contento.

Con una medio sonrisa llegué hasta la cocina, que ahora estaba llena de diferentes alimentos, desde las más pequeñas frutas hasta los mejores trozos de carne.

Hacía siglos que no cocinaba algo tan grande.

Mi comida estaba lista y aunque no era mucho, al menos estaba tratando de consumir más cantidad que antes, lo que sería algo fácil, o eso creía.

Estaba equivocado.

Medio plato había entrado en mi cuerpo y yo ya me sentía que podría explotar inminentemente, estaba al borde del colapso por el continuo dolor en mi estómago y pecho.

Fui salvado por el timbre.

Los ladridos de Holly no tardaron en llegar, al igual mis ganas de levantarme se incrementaron al escuchar la familiar voz al otro lado de la puerta.

No lo pensé dos veces, tan solo abrí la puerta y abracé a la persona frente a mi.

Incluso podía comenzar a diferenciar su delicado olor de entre el resto.

-Ey...hola, YoonGi Hyung. - su suave risa me hizo sonreír levemente, no quería soltarme de aquel abrazo, no pensaba hacerlo, y al parecer él tampoco lo hacía-¿Has comido ya? - preguntó, ahora pasando su pequeña mano por el recorrido de mi espalda.

-Creo que voy a explotar y apenas comí medio plato... - mi tono, aunque débil, consiguió llegar a oídos de Park, quien me separó levemente de su cuerpo y sujetó mi rostro entre sus manos.

-No hace falta que te fuerces, Hyungie.

Sonreí, cerrando mis cansados ojos para dejar algo de peso sobre las manos más cálidas.

-Creo...que entiendo porque la gente se va a dormir después de comer.

Nuevamente su risa apreció, tan linda y delicada.

-Hagamos algo, acuéstate, daré de comer a Holly y limpiaré lo que quede por recoger.

No fueron más de quince minutos, pero esos pocos minutos me hicieron la persona más cansada del mundo.

-¿Acaso no dormiste? - preguntó el menor mientras entraba a mi habitación junto a mi mascota, la cual se acostó a los pies de mi cama, evitando las calurosas sábanas para descansar, al igual que yo, después de un no tan largo día.

-Hacía calor... - apenas fue un susurro, suficiente como para hacer que el menor se acostarse a mi lado, no sin antes encender el aire acondicionado en la estancia - Gracias por quedarte...

-Te dije que cuidaría de ti...es mi promesa.

Rostro contra rostro. No pude evitar caer en los brazos de Morfeo.

Ahora con el estómago lleno y, bueno, puede que sintiéndome algo más completo en otros sentidos.

-"No importa si hace calor,
siempre podremos dormir pegados."

-'Capítulo 96. Siesta.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora