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Mañana será el día de su vuelo.

No debería preocuparme, no es mi preocupación su bienestar. No debería preguntarme una y otra vez si ese avión será de buena calidad, si el trato sería bueno allí, si podría controlar la lengua del corazón de Londres para sobrevivir...

No debería, pero lo estaba haciendo.

En mi labio casi podía comenzar a notar un surco, seguramente provocado por las continuas mordidas que había dado para retener mis nervios.
Al igual que mis labios, mis dedos también salieron dañados por el nerviosismo en mi cuerpo.

No sabía cómo explicar lo que sentía.

Presión, mal estar, dolor profundo en el pecho y estómago...

Pasadas las horas desde la partida de JiMin de su hogar, no pude hacer otra cosa que zangolotear de un lado a otro de la casa. O al menos lo hice hasta que pisé, sin querer, la cola del animal a mis pies.

-¡Holly! - rápidamente me agaché para socorrer al canino, el cual soltaba sollozos lastimeros, o bueno...lo que quiera que hagan los perros al llorar.-Holly, pequeño, lo siento muchísimo...no sabía que estabas ahí.

Ahora era mi voz la que sonaba rota, y lo cierto es que me dolió tanto pensar que podría haber dañado a mi única compañía que...bueno, puede que me diese un pequeño ataque de ansiedad.

-Holly, lo siento, lo siento como no tienes ni idea, perdóname...

-YoonGi...por favor, perdóname.

-¡No! - un chico de oscuros cabellos abrazaba con fuerza una tecla contra su pecho, lo hacia como si su vida dependiese de ello. A pesar de apenas tener ocho años, el pequeño se aferraba con tanto dolor a quella pieza rota de su querido piano que le dolió de sobremanera al causante de aquello, sobretodo al saber que sus actos fueron a consciencia.

-Yoon, entiéndeme, estaba enfadado contigo... Papá me pegó por tu cul-no pudo terminar cuando un fuerte sollozo se escuchó salir de la pequeña bola que era el pelinegro.

-¡Y.yo no tengo la culpa! - el menor sorbió su nariz como si sus ganas de seguir viviendo dependiese de ello y continuó hablando con un tono roto.- ¡No eres al único al que le ha pegado!

El hermano mayor de la pequeña bola de negros pelos le miró antes de rodar los ojos.

-Ni siquiera debes recordar eso...eras muy pequeño cuando eso pasó, no es como si lo hiciese constante...mente.

Entonces fue cuando el menor bajó la mirada, buscando una salida que no fuese la pieza en sus manos. Mientras tanto el otro abrió sus ojos, impresionado por la indirecta confesión.

La realidad es que al mayor de los hermanos Min su padre le había puesto las manos encima una única vez, aquella que fue presenciada por el menor y por la que el otro le culpaba.

O bueno, lo hacía hasta ese momento.

-YoonGi, arreglaré el piano...pero, porfavor, avísame si ese desgraciado te vuelve a tocar un pelo.

-Holly...

Mi agarre con el nombrado ahora era uno más fuerte, más sincero y profundo. Un nuevo dolor se había instalado en mi pecho al verle a él, al que era y es mi hermano, al que trató de protegerme con su vida...al que ya no es parte de la mía.

-Gracias...GeumJae Hyung.

-"A veces nos echamos de menos.
Un sentimiento como otro cualquiera.

Claro que, es mucho más letal que la misma muerte.

A veces echar de menos significa morir por dentro,
a veces significa la soledad y tristeza.

Esas cosas ya no importan...
Te echo de menos, y lo único que quiero hacer es tirarme a tus brazos hasta dejar mi último respiro sobre la tierra.

No me importa dejarme ir si es contigo. "

-'Capítulo 116. Geum Hyung. '

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora