145

47 10 2
                                    

Vergüenza...

Esa era la única palabra que pasó por mi mente en esa mañana.

Mis ojos estaban inchados - al igual que mis labios- inflamados y entre abiertos, de los cuales caía un fino hilo de saliva...
Mierda, ¿por qué no he muerto aún?

Al despertar pude verme de aquella manera junto al menor, el cual me miraba con grandes ojos, ya sabéis, con ese brillo y esa sonrisa tan hermosa...y, bueno, mis mejillas se colorearon al pasar él su mano cerca de mis labios, fue en ese momento en el que entendí que había estado babeando entre sueños.

-Pareces un lindo gatito cuando duermes...

Nuestras miradas se cruzaron junto a todos aquellos sentimientos en mi pecho al escuchar ese apodo.

Fueron tantas cosas las que pasaron por mí mente a la vez que me ví obligado a bajar la mirada, encontrándome con mis manos encogidas y con las cicatrices en mis brazos. Hice una mueca al encontrarme con ellas.

Quizás realmente me lo merecía...

Negué levemente al pensar en ello, lo que hizo que el menor me mirase con una ceja alzada.

-Ey. -aquello me hizo salir de mi trance, como lo hacía siempre que su voz aparecía- Estás muy distraído... ¿Todo bien?

Y si le contase lo que realmente pasó, él... ¿Él me creería?

No estaba seguro, pero era algo que quizá podría hacerme sentir mejor. Quizás podría quitarme ese peso de encima, podría sentirme menos sucio, menos usado...menos cobarde.

Suspiré sonoramente antes de morder mi labio, asintiendo hacia la anterior pregunta del pelirubio.

-Solo...solo pensaba en lo que pasó el otro día. - volví a bajar la mirada, y sí, lo sabía, sabía que no podría dejarlo así una vez que lo comentase-Oye...Jimin. -el nombrado hizo un pequeño sonido en afirmación, diciéndome sin palabras que me escuchaba- ¿Tú...realmente me creés con lo de...?

No supe cómo decirlo, así que simplemente levanté una de mis manos, poniéndola entre nuestros cuerpos, dejando visibles las largas heridas que habían en ellos.

-Sé que tu no me mentirías, Yoonnie Hyung. -su mano acogió la mía, comenzando a dar leves caricias en ella -Y menos aún con una cosa como esta. - sonreí levemente, acariciando de vuelta su pequeña mano- Aunque, yo tampoco te mentiré...quiero saber qué pasó, si no te lo hiciste tú... - su tono de voz pareció temblar de miedo por la respuesta.

Se veía a kilómetros de distancia que estaba inquieto.

-Jimin-ah, tranquilo. - solté una pequeña sonrisa como un patético intento de acomodar la situación, de darle algo de seguridad...pero, ¿a quien engañaria? Ni siquiera yo estaba seguro de lo que iba a contar - Pasó en el hospital...

Solté todo el aire que se estaba acumulando en mis pulmones, tan solo para volver a cogerlo y repetir el proceso.

YoonGi...tú puedes con esto.

-Me desperté aún estando sedado y una enfermera entró diciendo que JungKook había ido a avisaros. -mi tono de voz de calló notoriamente, por lo que me maldije hasta poder recuperarla por completo, deshaciéndome del nudo en la garganta-Cuando...estaba solo, esto...

Mierda...

Traté de mantenerme fuerte para Park, pero ni siquiera podía serlo por mi. Y joder, eso dolía. Me sentí tan débil, tan pequeño, tan frágil e indefenso...hacia bastante que no me sentía así.

Creí haber estado dando pasos hacia la casilla de salida de nuevo.

No, no haría eso, no otra vez.

Solté el aire antes de volver a levantar la mirada, afrontando a mi menor de frente.

-Fue mi padre el que me hizo esto.

Los ojos del menor se abrieron hasta querer salirse de sus cuencas. Lo cierto es que parecía más alterado que yo con eso.

-¿Fue tu padre? - casi gritó aquello, fue por eso por que me separé levemente. A decir verdad, estaba bastante sorprendido por su reacción. - ¿Podrías...explicármelo desde el principio?

Desde el principio.

Vergüenza...nuevamente aquella palabra pasó por mi mente.

¿Cómo sesuponía que le diría todo lo que sucedió sin morir en el intento?

-Por favor...necesito saberlo.

Mordí mi labio inferior al escuchar aquello, incluso notaba mis mejillas arder solo con pensar en lo que estuvo a punto de pasar antes de encontrarme con aquel hombre.

-Por favor...

Solo un mal rato...y todo terminará.

-Yo...por la mañana traté de mimarme, pero no pude, así que me frustré y llego JungKook, vi a mi padre...lo ví en la calle y me mareé, me desperté al día siguiente en el hospital, estaba medio dormido y él aprovechó que no podía defenderme y cogió una navaja: cortó, fumó y apagó los cigarros en mí, después comenzó a insultarme, me mordió y - bufé- me sentí tan asqueroso y alterado que tuve que pedir que me sedaran otra vez. Entonces volví a despertarme y estabas tú y pu.pues...

Creo que ahora entiendo porqué NamJoon y aquel CEO quieren que comience en el mundo del rap...si hubiese dicho esas palabras más rápido seguro que se me habrían salido los dientes de la boca y...mierda, lo visualicé y...no, gracias.

Miré a Park por primera vez tras bastante tiempo. Tenía sus ojos muy abiertos, casi tanto como sus labios.

No me sorprendería si de repente soltase algún comentario, diciendo que no había entendido nada. Sin embargo no fue por lo que pensé, sino justo lo contrario.

Al parecer JiMin tenía un buen oído...

-¿Mimarte?

De todo lo dicho, él sólo pudo escuchar la primera frase, ¿cierto?

No, la suerte no estaba de mi parte...nunca lo estaba.

-Espera, ¿él hizo...qué?

No...nunca lo estuvo.

Como si volviésemos al pasado, el menor se sentó sobre la cama, mirándome de arriba a abajo, como si me estuviese escaneando. Tras ello tuve un pequeño ataque de ansiedad, sucedió cuando levantó mi camisa, dejando mi pecho y estómago descubierto junto a todos aquellos recordatorios del fallo que soy yo en este mundo.

Me sorprendí al sentir sus suaves manos dar leves caricias sobre cada una de las marcas, como si se lamentase de que estuvieran allí presentes.

Suspiré al sentir las caricias hacerse más delicadas.

Estaba tratándome de nuevo de aquella manera de la que sólo él sabía, la única forma en la que podía sentirme querido.

-Ese hombre no se quedará de brazos cruzados...te lo prometo, nadie te volverá a hacer daño.

No fue una buena idea prometerlo...yo mismo me hacía daño. Pero por desgracia, él no lo sabía.

-'Capítulo 145. Mimos.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora