Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

43

La puerta volvió a sonar, esta vez en un diferente horario del habitual. Aunque a decir verdad no me molestaba tu presencia, Park.

-Tardasteis tres horas en volver... ¿Qué demonios hacíais? - pregunté aquello acogiendo a la pequeña mascota entre mis brazos, aún en la puerta de mi hogar.

Mi rubio vecino se había ofrecido horas antes a sacar de paseo  al animal nuevamente, y yo no pude negarme a ello. Sin embargo, comencé a preocuparme cuando la primera hora pasó, y a decir verdad estuve pensando en varias cosas durante ese solitario tiempo.

Solo entonces caí en cuenta de que no sabía prácticamente nada del menor.

-Fuimos a una cafetería para perros, Señor Hyung. - su voz me hizo salir de todo pensamiento, en vez de ello, tan solo me quedé viéndole mientras acariciaba las orejas del peludo animal entre mis brazos. - Lamento si hice que te preocuparas. - una mueca adornó su rostro, haciéndole lucir realmente tierno.

-No te preocupes...-suspiré prolongado, tratando de relajarme y no pensar en el exterior. Solo nosotros dos, y mi pequeño Holly...solo...
En realidad, desde que abrí la puerta pude notar la intensa mirada de un desconocido sobre mí, aquello solo me hacía querer huir y esconderme de todo lo que me rodeaba. Pero me había prometido a mi mismo superar esto, aunque fuese un pequeño paso, al menos era un progreso.

-Hyung...¿Te encuentras bien? - preguntó ahora un preocupado Jimin. - ¿En qué piensas?

-¿Eh? - solté aquello saliendo de mi trance, sintiéndome después avergonzado al notar el tiempo en el que me había quedado colgado, mirando hacia el de melena rubia- A.ah, no...no es nada. - el menor me miró mal, nunca se me ha dado bien disimular, soy consciente de ello. - ¿Sa.sabes? Me he dado cuenta de que no sé absolutamente nada sobre ti y...

-Oh- de repente el menor hizo aquel tierno sonido, haciendo con sus labios una perfecta "o" antes de asentir efusivamente.

Al parecer él tampoco lo había pensado antes.

Y como si leyese mi mente siguió con sus palabras. - Si quiere puedo contarle todo lo que te preguntes sobre mi, es injusto que no sepa mucho de mi. - un puchero adornó ahora su rostro, y, bueno...tan solo se le ve más lindo que antes.

Diablos.

-Entonces... ¿Quieres pasar? - lo cierto es que solo le ofrecí eso para poder quitarme de encima aquella mirada tan intensa, ni siquiera pude pensar demasiado en la idea de dejarle entrar en mi hogar.

Tengo los pelos de punta aún por aquello.

Una gran sonrisa apareció en los labios del menor al escuchar mi indirecta propuesta, y sin permiso y con demasiada confianza entró en el lugar, saltando al sofá en un rápido movimiento.

Sus huesos crujieron conforme se fue estirando, pareciendo querer quitar el sueño de su cuerpo a la vez que relajaba los tensos músculos de su cuerpo.
No sabía que tantas partes del cuerpo pueden hacer ese extraño sonido hasta que le ví hacerlo por primera vez.

-Bien-soltó de repentinamente, llamando mi completa atención. - ¿Qué le gustaría saber? - preguntó, esperando a que me sentara a su lado. Al parecer yo había colapsado, y tan solo lo noté cuando palmeó el hueco a su lado.

Entre suspiros me senté en el lugar ordenado, y obviamente en ningún momento aparté de mi lado a Holly, por lo que el pequeño animal quedó recostado sobre mi regazo.

- Yo...no sé qué preguntar... - mi mirada bajó hasta la bola de pelo. - Se podría decir que conocer...-traté de corregir la palabra o encontrar la correcta, pero solo balbuceos salieron de mis labios. - sociali...agh, no, es esto...la gente, en sí, no sé me da bien.-una mueca se plasmó en mi rostro a la vez que rasqué mi nuca, tratando de apartar los nervios de mi cuerpo, y eso el menor pareció notarlo.

-Entonces puedo decirte lo básico, y conforme pase el tiempo podrás preguntar lo que quieras, ¿si? -tras pensarlo, asentí ante su idea, pues...a decir verdad, estaba bastante bien pensada.

» Está bien, como ya sabes; mi nombre es Park Jimin, tengo 24 años, nací en Busán y me mudé a Seúl a los quince años por problemas...familiares. - hizo una leve pausa, seguramente pensando que más decir-Me gusta la danza, siempre lo ha hecho. Aparte de eso, también me gusta cantar, aunque no creo que sea bueno en ello... ¡Pero la ducha me dice que repita mi concierto! - una risa salió por mis labios, los suyos se perfilaron con una gran sonrisa. -¿ Que más, que más...? ¡Oh, ya sé! Mi mejor amigo se llama Kim Taehyung, aunque también tengo otros amigos... Jin Hyung es un ejemplo, Hoseok Hyung, y Jungkookie, el más joven e todos. - sin darme cuenta, una leve sonrisa se demostraba en mis labios, se le veía realmente feliz y orgulloso hablando de aquellas personas. - También...bueno, me apasiona la lectura y...u.usted es mi autor favorito, además de las canciones que produces y esas letras tan...auténticas. - nuestras miradas conectaron y el tiempo pareció detenerse por un instante. - Eres mi ejemplo a seguir, YoonGi Hyung. Realmente te admiro por...todo.

Sin previo aviso se levantó de su lugar, dejándome completamente helado, sin tener palabras.

-Le estoy muy agradecido por que me haya dado esta oportunidad de poder tener un pedacito de su vida nuevamente. - hizo una referencia, la más profunda que jamás me hubiesen hecho, cosa que me sorprendió, más, de ser posible. - Espero que pronto venga a pasear junto a Holly, y pueda salir con usted también por esa puerta.

Sin saber en qué momento, sentí mi frente ser besada, dejando un cosquilleo tras ello, y pronto, el silencio se apoderó del lugar, uno cómodo y simple. Un silencio que creó una pequeña burbuja, donde sólo estábamos los ahí presentes, mirándonos como nunca creí poder hacerlo.

Las mejillas me ardían y mi corazón tan solo enviaba más cantidad de fluidos a todo el cuerpo, siendo mucho el calor que acumulaba.

Aturdido y sorprendido.

Así es como me sentí por el resto del día por culpa de una sola persona.
Aunque también debo admitir que no es molesto este cosquilleo que recorre cada uno de mis nervios como una fuerte corriente eléctrica...quizás realmente el flequillo tan solo sea una molestia.

-'Capítulo 43.Soy yo. '