Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

135

Esta vez no fue la alarma la que me hizo despertar, tampoco los ladridos de Holly en la mañana o los coches que cruzaban la calle alado de mi hogar.

No, esa mañana fue muy diferente a las normales.

No mentiré, le echaba de menos.

Sonreí al ver al hombre de rubias melenas frente a mi, respirando con tranquilidad, con los labios algo abiertos y los párpados inchados.

Tierno.

Sin poder evitarlo miré un poco más abajo, hacia nuestros cuerpos, los cuales estaban totalmente enredados entre sí. Nuestras piernas eran un nudo mientras que sus brazos me abrazaban con delicadeza. Volví a sonreír al volver a mirar al menor.

Sus mejillas estaban más delgadas de lo que recordaba, lo que - de cierta forma - me preocupó. Aunque claro, no le tomé importancia en ese momento.

Me concentré más en pasar mis dedos por cada una de sus facciones, desde su pequeña y perfilada nariz, hasta la pequeña cicatriz en su ojo derecho, la cual hacía su pequeño ojo aparentemente más largo.

Respiré de forma relajada al recordar la causa de mi despertar. Miré a mi alrededor antes de volver a escuchar el timbre, y no, no era el de mi hogar, sino el del chico que me tenía totalmente inmovilizado.

Mordí mi labio ante la gran pregunta de "¿Debería despertarle?", lo cual acabo siendo una necesidad, pues la persona en la puerta de su hogar no dejaba de tocar una y otras vez el insistente timbre.

-Park... - susurré aquello cerca de su oído, pero no pareció suficiente como para despertarle, por lo que puse una mano en su pecho y la moví levemente, estando completamente sonrojado Ji.jiminie, despierta.

Un pequeño ronquido salió de sus labios a la vez que ejercía más presión sobre mi cuerpo.

No sabía si debía llorar o reír.

-JiMin...-en un inicio estuve algo molesto, quizás estaba nervioso. Sin embargo, ese sentimiento acabó cambiando a uno más cálido.

Me sorprendí a mi mismo al esconder mi rostro en su cuello, siendo más el contacto entre los dos...

En aquel lugar, escondido de todo mi entorno, comencé a susurrar que tenía que despertar, lo que curiosamente le sacó una sonrisa antes de comenzar a abrir los ojos.

-Me haces cosquillas...-su voz grave y ronca erizó por completo mi cuerpo de un momento a otro. - No digo que no me guste despertar así, pero, ¿por qué me despiertas, Yoonnie?

Jamás me había llegado a acostumbrar a aquel apelativo.

-Yo...están llamando a tu puerta desde hace un rato y yo me...me desperté.-aquello sonó más como un secreto, tan bajo y avergonzado que era digno de serlo.

-¿Quién demonios iría a mi casa por la maña....

Un poco más y habría salido volando, por estas cosas es por las que agradezco haber cogido algo de peso.

De un salto, el rubio se puso en pie, buscando sus pantalones desesperadamente antes de mirar por la ventana mientras se los ponía, cosa que le hizo tropezar.

Juro que lo intenté...pero no pude no reírme.

Park me miró de mala manera y, aunque no dejé de reír, tapé mi boca para que no fuese tan evidente.

-A veces creo que me odias. - dijo él mientras colocaba sus zapatos sin siquiera ponerse antes lo calcetines, los que aún no habían aparecido.

-Nha, sabes que te quiero.

Todo se detuvo.

-Yo...no...

La mirada de Park conectó con la mía, lo que hizo que todo mi cuerpo se calentara en vergüenza.
Me sentía nervioso, como si la acabase de cagar como nunca. Sin embargo, toda aquella sensación quedó en una leve risa por parte del otro, quien me sonrió con superioridad.

-¿Cómo no hacerlo? Es decir...sólo mírame, me llaman 'el príncipe de Busan' por algo.

Sonreí levemente al escuchar como no le había dado importancia, tomándolo tan solo como una broma.

Aunque no todo fuese mentira.

-Bueno, creo que Jin Hyung me espera con Kookie. - antes de comenzar a andar hacia la puerta, dejó un inocente y rápido beso sobre mi frente, lo que hizo que mis mejillas se calentasen. - Mañana me enseñaras mi regalo, ¿de acuerdo? Nos vemos.

Y como si nada hubiese pasado, desapareció tras la puerta, dejando aquel molesto frío presente de nuevo. Esa sensación que me hace no poder conciliar el sueño por mucho que lo intente...

-'Capítulo 135."Bromas." '