Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

166

-¡Jeon JungKook, saca tus manazas de mi café!

El menor frente a mi se asustó hasta el punto de dejar caer mí querida taza al suelo, rompiendola y desperdiciado todo el café recién preparado.

-Lo siento, YoonGi Hyung. - el pelinegro fingió llorar, tratando de que no me enfadara con él. En fin...solo era una taza, ¿no?

Suspiré hondamente antes de rodar los ojos, buscando con la mirada a alguien más en mi hogar, pero no, no había nadie más que ese mocoso.

-Recuérdame porqué viniste... - entre bufidos recogí los trozos de porcelana rotos en el suelo, recolectando los pedazos en una de mis manos con cuidado.

El menor trató de ayudarme trayendo una fregona para limpiar el suelo, pero tras ella vino Holly, por lo que la casa se llenó de pequeños caminos de manchas de café con forma de huellas caninas.

-Jiminssi me dijo que hoy estaría todo el día en la academia de nuevo y no quería que te desvelases por tu trabajo otra vez. También quería que comieses bien y... - lo miré de mala manera, fue por eso por lo que cerró su boca de conejo.

Ignoré su simple existencia y comencé a caminar para tirar lo que contenía mi mano, y entonces fue cuando tuve tiempo para pensar y darme cuenta de una cosa que no sé si debería molestarme.

- Oye...¿Tú no ibas con JiMin-ah a baile? - pregunté aquello al viento al no saber donde se encontraba el menor, pero por suerte él me escuchó y se acercó hasta donde yo estaba. Una vez allí asintió levemente, lavándose las manos en el proceso.-Entonces... ¿Por qué tú no estás en la academia?

El pelinegro frente a mi rio en un volumen bajo, como si estuviese guardandose algún secreto, como si le hiciese gracia...

-Sé que no te gusta verme por aquí, pero aún así te lo explicaré.

Negué rápidamente al escuchar lo primero, no, sin duda yo no odiaba su presencia, no la aborrecía ni nada por el estilo, no. Es solo que...aún me estaba acostumbrado a no estar solo.

-Me gusta tu presencia, es solo que aún estoy...esto... - rasqué mi nuca, sinceramente estaba algo avergonzado por reconocerlo en voz alta. - Aún no me he acostumbrado a todos estos cambios, ¿sabes? Está siendo tan intenso...

Jung asintió, dando media vuelta para poder quedar frente a mi.

-Lo suponía, pero...no sé si serías capaz de... - el más alto bajó su mirada, obligándome a acercarme un par de pasos hasta él, todo eso con una ceja levantada- Oye, Hyung. Sé que tú no lo controlas, pero realmente nos tienes a todos muy preocupados, estamos deseando que puedas salir, aunque sea para dar un paseo con Holly. Nosotros...ayer, en mi cumpleaños, realmente pensé que estarías presente.

Sin poder evitarlo había bajado mi mirada hasta mis manos. De nuevo me sentía triste, y es que odiaba tanto decepcionar a los pocos que estaban a mi lado que...ogh, me odiaba tanto por eso.

Jamás lo comprendería, simplemente no podía salir sin tener un ataque de pánico, no podía pensar en hablar con cualquier persona sin empezar a sudar de los nervios.

Sin embargo, había estado dando pequeños pasos hasta entonces...y todo gracias a seis personas que se habían colado en algún momento dentro de mi vida.

-¿Podrías intentarlo?

Tragué la poca saliva de mi boca al escuchar la pregunta que me había hecho el menor.

¿Podría?

Por alguna razón mi respiración comenzó a agitarse, aunque el menor no pareció darse cuenta hasta el momento en el que tuve que entreabrir mis labios para poder respirar.

Diferentes intentos fallidos comenzaron a reproducirse en mi cabeza, desde las primeras visitas de Park hasta mi último ataque de ansiedad. Aunque, claro...no sabía si el que estaba teniendo debería ser el último en aquella frase.

-JungKook... - al no poder acoger el aire como debería, vino a mi cabeza aquella vez en la que mi rubio vecino me había dado un inhalador para el asma.- El...el inhalador

Una de mis manos fue hasta mi cuello por el dolor en este, pero ese dolor se fué al poder respirar de nuevo gracias a aquel aparatito azul que ni siquiera sabría que tenía sino fuese por Park.

Si no lo hacía por mí...lo haría por él.

Se lo debo, y lo haré. Aunque muriese en el intento, trataría de superarme a mi mismo por él.

Haría cualquier cosa por él.

-Felicidades...por atrasado, mocoso.

-'Capítulo 166. Tu simple presencia.'