81

50 8 2
                                    

7:57 - Buenos días.

-¡Buenos días, YoonGi Hyung!

El timbre sonó, sacándome de mi trance como un bofetada hacia la realidad.
Lo cierto es que, tiempo antes, había podido escuchar el despertador, pero ya estaba despierto, más bien, me encontraba luchando para no caer dormido de nuevo.

Y siguiendo con la batalla, me levanté en dirección a la puerta, no sin antes remover el pelaje de mi  compañero de hogar para verle correr hacia la puerta, llegando mucho antes que yo, comenzando a dar saltos y ladrar desesperadamente por qué la puerta fuera abierta.

Me obligué a sonreír al verle de esa manera.

Cuando por fin abrí la puerta pude ver como cuatro personas se encontraban frente a mí, lo que me dejó en desconcierto por unos segundos.

-Bu...buenos días - susurré aquello sin despegar la mirada del camino animal que ahora juega en los pies del rubio, pasando por el espacio de sus piernas cada vez que da un paso al frente.

Conque de ahí lo aprendió...

-Buenos días, Hyung. - el pelinegro que recordaba como JungKook sonrió de sobremanera, enseñando sus paletas sobresalientes de entre el resto.

Hice un leve asentimiento con mi cabeza mientras me apoyaba en el marcó de la puerta, esperando una explicación de por qué esta pequeña reunión.

NamJoon fue el primero en hablar tras un par de miradas cómplices.

-Verás...los chicos y yo vamos a ir de viaje hoy, a visitar todo lo que podamos de Corea en un solo día. - le miré confuso, lo cierto es que no sabía a qué quería llegar.

-¿Y qué es lo q... - no pude terminar al ver como, en uno de sus estúpidos juegos junto a mi alimaña, Park había caído directo al suelo tras resbalar con el aún mojado césped. - ¡Jimin!

Hasta yo me sorprendí.

Nunca había escuchado mi tono así de preocupado, ni siquiera parecía mi voz aquel entonces...tampoco parecía yo.

Yo no saldría de mi hogar, arriesgándome a sufrir un ataque de pánico por una estúpida caída agena.

Y, aunque sólo fueran un par de metros - como si diera zancadas - llegué en segundos, agachándome para quedar a la altura del menor.

-Tsk... ¿Eres idiota? - el contrario hizo un pequeño puchero, sin duda se había hecho daño. - ¿Cre... Crees que puedas levantarte? - y ahí estaba mi verdadero yo. Aquel que sólo yo conocía.

-Hyung...estás tem-no le dejé terminar para cuando cogí su mano entre las mías y junté nuestras miradas, la mía cristalina y la suya llena de preocupación.

-¿Pu.puedes o no...? - él asintió levemente, a lo que yo sólo solté aire y le ayudé a ponerse en pie.

Tras ello, nos dirigimos de nuevo a mi hogar.

Un peso de gran magnitud se encontraba en mi pecho. Dolía como si lo hubiesen amputado, como si me atravesara una larga flecha solo en aquel lugar...sin embargo, no podía dejar que nadie lo notase.

-Yoon...estás pálido-Jin, el que todabía no había dicho palabra, susurró aquello mientras que al resto parecía que de le iban a salir los ojos de las órbitas, todos menos Park. Él se encontraba mirando su pierna algo raspada , nada por lo que preocuparse.

-¡No puedo respirar!

-Suerte en el viaje... - tras aquellas palabras, cerré la puerta frente a mi, notando cómo aquella presión en mi pecho me sacaba todo el aire de los pulmones.
Lo único que pude hacer fue sujetar con fuerza sobre la ropa aquello que tanto me dolía y soltar un par de quejidos.

Pasadas las horas, decidí sacar aquel dolor a base de tinta que, con el tiempo, se fue difuminando por el papel mezclado junto a algunas lágrimas.

-'Con el frío aire del amanecer

Secretamente abro mis ojos
La armonía de la ciudad, es tan familiar para mí
Los días en que era joven parecen estar muy lejos
Y ahora, está lleno de edificios y autos
Pero ahora esta es mi casa, Seoul

¿Por qué suenas como 'alma'?
¿Qué clase de alma es esa la que tienes?
¿Qué me ata a ti de esta manera?
Ni siquiera tengo nada que recordar de ti
Estoy tan cansado de ti ahora
Ese mismo viejo y ceniciento rostro tuyo todos los días
No, no, tengo miedo de mi mismo
Porque me he vuelto parte de ti

Si el amor y el odio fueran las mismas palabras
Te amo, Seúl
Si el amor y el odio fueran las mismas palabras
Te odio, Seúl (Seúl)

Autobuses con paisajes cambiantes incluso cuando estoy sentado y quieto
Y edificios similares, aunque en realidad varían un poco
El aroma de la vida puede ser repugnante, o quizás no
Y los fríos parques fingiendo ser cálidos
Personas que siempre tienen que vagar
Y los columpios que no pueden mirar el cielo por sí mismos
Y los niños crecieron, y yo, que estoy un poco tarde

A menudo, mis amigos dicen que se irán
Estoy asintiendo, pero no puedo sonreír
Odio tanto admitirlo, pero
Ahora amo incluso tus humos y la suciedad
Me encanta el olor a pescado de Cheonggyecheon
Me encanta la soledad de Seonyudo
"Es un buen lugar para vivir si tienes dinero"
Incluso el suspiro de algún taxista
Los amo a todos

Si el amor y el odio fueran las mismas palabras, te amo, Seúl

Te estoy dejando

Te estoy viviendo

Seúl

Si el amor y el odio fueran las mismas palabras...te amo, Seúl'

- 'Capítulo 81. Seoul.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora