Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

68

La noche ha pasado lentamente tras una larga conversación, un tanto incómoda para mí, el menor de los presentes insistió en quedarse a descansar por esa noche en mi hogar, obligándome a dejarle mi cama como cobijo.

-YoonGi Hyung, no dormiste en toda la noche. - dijo el menor a mi lado, dando leves caricias a la cabellera de un dormido Jeon.

-Tú tampoco lo hiciste. - solté aquellode la nada, sin siquiera dirijirle la mirada, y es que, bueno, realmente estaba cansado.

-Hyung...¿Estás tomando la medicación? - preguntó ahora él ciertamente preocupado.

Sinceridad ante todo.

-No.

Park me miró realmente mal, aunque no entendía porque le molestaba, no es como si le afectase a él lo que me ocurra.

-Hyung. - su tono de reproche me hizo rodar los ojos, totalmente aborrecido. - No seas así, debes tomarla solo dos veces al día hasta que todo mejore.

Ignoré su voz, comenzando a caminar a lo largo del pasillo.

No quería escuchar sus palabras.

-YoonGi, es solo por unos meses, luego todo irá bien. - mis manos se convirtieron en puños, no podía con esto. - Hyung, hazme caso, esto no es ninguna broma con la que se pueda jugar.

Lo siento, Park...

-YoonGi, piensa que es por tu bien, debes tomarla-no dejé que más palabras salieran de su boca. Simplemente no lo pensé.

Este no soy yo.

-¡Cállate, joder! - nuestras miradas no se cruzaron, pero sé de sobra que la suya se está llenando de pequeñas lágrimas.

-Yoon...

-¡Dejame de una maldita vez! ¡Estoy hasta los cojones de esto! - estaba tan cegado por la rabia que ni siquiera podía contralorme. - ¡Ya sé que estoy enfermo, joder, pero nunca estaré bien! ¡Jamás dejaré de ser lo que soy!

Lo lamento tanto...

JungKook me miraba asustado, Jimin también lo hacía, incluso Holly parecía querer escapar de allí en ese momento. Mi puño estaba elevado, lo traté de reducir agarrando mi cabello con furia... realmente esto me podía.

-Jungkookie...vete, por favor, YoonGi y yo tenemos que hablar. - el menor asintió levemente, y aunque inseguro, abandonó la sala.

¿Tan mal se me ve?

-Min YoonGi...

-No te atrevas a llamarme así...-sus pasos eran certeros hacia mi persona, y yo tan solo podía dar pasos lentos hacia atrás, intentando no chocar contra nada a mi alrededor.

-Tranquilo... ¿Está bien? - su mano se apoyó en mi hombro, y lo único que recuerdo es apartarla de forma brusca, sin pensar en su brazo dañado.-YoonGi...escuchame porfavor, debes tomarlo solo por un tiempo... Sé que crees que no ocurrirá nada por hacerlo, pero estás equivocado.

El silencio se hizo por un tiempo en la sala, mientras yo seguía retrocediendo y el espacio se acababa en la pequeña sala.

-Eso no es cierto...-mi mirada divagaba en nuestros pies, buscando liberación, los cuales no dejaban de seguirse el uno al otro. - Cállate...

-YoonGi, déjame ayudarte.

Entonces el espacio se acabó, mi espalda chocó contra la pared, dando un pequeño golpe contra mi cabeza que me obligó a levantar la mirada.

La mirada de Park me penetró como si de un espejo se tratase, tan cerca y amenazante que...comencé a sentirme pequeño.

- Yo también estoy cansado de esto... - su respiración era pesada, y tan solo lo sé porque chocaba contra la mía en cada suspiro.- Sé que todo mejorará...- su mano se posó en mi mejilla, siendo ligeras las caricias que mi cuerpo recibía. - ¿las tomarás?

Cerré los ojos, tratando de relajarme. Lo cierto era que me parecía imposible...

Lo empujé sin demasiada fuerza, la suficiente como para alejar su cuerpo del mío y comenzar a caminar con paso rápido hasta el baño, donde el frasco con numerosas pastillas me esperaba tras el polvo.

Algunas de las capsulas, cuyo marca no recuerdo, entraron de forma seca en mi tráquea, haciéndome toser al momento incómodo por el ligero dolor.

-¿Contento...? - pregunté, apoyando mi cuerpo en la pared, cerrando mis ojos para después buscar al menor con la mirada.

-¿Park...?

La mirada me divaga hasta la ventaja nuevamente, donde un chico de claros cabellos se acerca hasta mi puerta.

-'He estado soñando contigo, y...
¿sabes?
Me resulta extraño.

Por alguna razón los sueños son como una realidad,
y justo cuando menos lo esperas, se marchitan.

La realidad es una basura comparada con todo aquello...

¿Sabes?
Dormiría lo que me queda de vida,
si no fuese porque no puedo hacerlo sin ti.'

-' Capítulo 68. Mundo de los sueños. '